El dirigente sindical cuestionó lo aprobado el martes en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), que subirá 26,5 por ciento en tres tramos. Reclamó el pago de una suma fija para hacer frente a la inflación.
El dirigente camionero y titular adjunto de la CGT, Pablo Moyano, calificó de “vergonzoso” al aumento de solo 18 mil pesos acordado antes de ayer en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) y le exigió al Gobierno nacional que otorgue una suma fija para los trabajadores que están por debajo de la línea de pobreza: “Si hay aspiraciones de ganar las elecciones hay que poner guita en el bolsillo de la gente”, sentenció.
“Estuvimos cuatro horas discutiendo 18 mil pesos. Yo me fui, pero si tenía que votar, habría votado negativo”, cuestionó el dirigente que durante el encuentro virtual que el martes mantuvieron gremios y empresas y en el que él tuvo un contrapunto con empresarios y la ministra de Trabajo, Kelly Olmos.
A la ministra le reprochó que “es una vergüenza que en un gobierno peronista” se discuta una cifra magra respecto de los niveles de inflación. Y a los empresarios los acusó de ser “los responsables de los aumentos y la especulación”.
"El salario mínimo debería ser de 180 mil, como mínimo”
Lo que Moyano rechazó fue el incremento del 26 por ciento en el SMVM que elevó el ingreso mínimo a 88 mil pesos para junio próximo. “Si la canasta básica está 177 mil pesos, el salario mínimo debería ser de 180 mil, como mínimo”, explicó en declaraciones a Radio 10.
El líder camionero no fue el único gremialista que expresó su disconformidad con ese acuerdo pero sí el primero en retirarse de la reunión. Quien siguió la negociación fue su par en la CGT Héctor Daer.
Moyano reconoció que puertas adentro de la central obrera hay diferencias de criterios para afrontar la situación salarial pero dejó claro que “esto no quiere decir que yo me voy a ir de la CGT”, puntualizó.
Las críticas más duras fueron dirigidas a los referentes de las principales compañías del país. A ellos, el gremialista los acusó de “llevarse en pala” las ganancias que producen los trabajadores y los responsabilizó por la crisis económica en el país. “El Gobierno está haciendo todo lo posible (para contener la inflación) pero los empresarios no le hacen caso y especulan, y remarcan”, enfatizó.
“Suma fija, sí”
Paralelamente, el secretario general adjunto de la CGT ratificó su apoyo al gobierno del Frente de Todos y deseó que “ojalá que todo el esfuerzo que está haciendo Massa se vea en una baja de la inflación los próximos meses”.
En lo inmediato, añadió, lo que podría recuperar el salario de los trabajadores es un monto por fuera de las paritarias para que los ingresos se aproximen más a la canasta básica. En este sentido, sostuvo, “estoy de acuerdo con que haya una suma fija de forma urgente”, para complementar el salario.
Ese monto, aclaró, debería ser aplicado “en los sectores donde los salarios están muy bajos” y no en aquellos que lograron acuerdos por encima de la inflación. Por ejemplo, añadió, “Camioneros no lo va a reclamar porque ya tenemos salario y bonos”.
“Yo sé que hay un sector del Gobierno que quiere (la suma fija) y otro que no –explicó-, pero hay que entender que si tienen aspiraciones de ganar las elecciones (en octubre), hay que ponerle guita en el bolsillo a la gente”.
En los empresarios, indicó, “no se puede confiar. Podés firmar con ellos un montón de acuerdo, pero te das vuelta y remarcan en las góndolas. Tienen falta de solidaridad”.
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