Se confirmó que el cónclave del subnormal con el jefe de Gobierno será dentro de 48 horas, al mediodía. Ya estuvo con María Eugenia Vidal y también se verá con la dipsómana jefa del partido. Especulaciones y rumores en el tramo decisivo para resolver las candidaturas.
Miauricio Macri y Horacio Rodríguez Larrata ya agendaron su reunión: será este viernes al mediodía. Pero el ex hijastro de Flavia Palmiero multiplica sus contactos con los líderes del PRO para definir las principales candidaturas y dar señales de tregua en el enfrentamiento interno: ayer a la mañana desayunó con María Eugenia Vidal (ver nota aparte en esta misma edición) y tendría previsto un encuentro en las próximas horas con Patricia Bullrich Luro Pueyrredón.
Lo que sigue sin quedar claro es cuándo anunciará Macri si competirá o no en las elecciones. En su entorno aseguran que “todavía no lo tiene resuelto” y que “se tomará hasta abril” para pensarlo. Las señales que da indicarían que no será candidato y que apuntalará al postulante presidencial que surja de las PASO, aunque no será totalmente imparcial: no dirá a quién apoya, pero sí insistirá en el sentido de “cambio profundo” que deben tener las medidas del gobierno que asumirá en diciembre.
Más allá de sus múltiples encuentros de estos días, los máximos líderes del PRO coincidirán el sábado por la noche en la fiesta de casamiento de Vidal y el periodista Enrique “Quique” Sacco, que se hará en San Antonio de Areco. Será un festejo para no más de 100 personas, sobre todo familiares.
En el larratismo le quitaron dramatismo a la nueva reunión del jefe de Gobierno y el domador de reposeras: “Es rutina pura, igual a las las charlas que tuvieron habitualmente”, dijo alguien muy cercano a Rodríguez Larrata. La misma fuente aseguró que “la relación entre ellos está muy bien” y que “no hay agenda” para el encuentro. “Como siempre, van a hablar del país, de la ciudad y de las elecciones”, agregó.
Uno de los temas en discusión es la fuerte interna del PRO en la ciudad de Buenos Aires, donde hasta ahora hay 4 candidatos a jefe de Gobierno: Jorge Macri, apoyado por el hijo bobo de Franco Macri y por Bullrich Luro Pueyrredón, y los postulantes que promueve Rodríguez Larrata: Fernán Quirós, Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario, quienes salieron a la cancha luego de que la titular del PRO se sacara una foto con el ministro de Gobierno porteño para apoyar su plan político. Ese gesto, que irritó a Larreta, comenzó una batalla que fue creciendo en el principal bastión electoral del partido de Macri.
Todos coinciden en que imposible que haya más de un candidato “amarillo” para que dispute la candidatura con el radical Martín Lousteau en las PASO: el senador nacional de la UCR mide muy bien en las encuestas y el PRO se arriesga a perder si divide su voto en más de un postulante.
El jefe de Gobierno desmintió varias veces que haya llegado a algún acuerdo político con Lousteau a cambio del respaldo de la UCR a su proyecto presidencial y aseguró que en CABA apoyará a un candidato del PRO. Cerca de Macri creen que el pacto con el líder de Evolución existe.
El idiota confeso espera que Rodríguez Larrata baje las postulaciones de Quirós, Acuña y Ferrario. La propia difusión del encuentro entre el vago y el alcalde capitalino cayó como un misil en el comando de campaña del ministro de Salud porteño: “El rumor es que se bajan los tres”, afirman.
¿Existe la posibilidad de que Jorge Macri se convierta en el candidato único del PRO en la ciudad? Es lo que quiere su primo y lo que buscaría en su charla con Rodríguez Larrata. Nadie sabe qué pedirá a cambio el jefe de Gobierno. Algunos sospechan que podría proponer el apoyo macrista a Diego Santilli como único postulante del PRO a gobernador bonaerense. Alguien que conoce mucho a Macri cree que algo así es inviable: “No lo conocen a Mauricio. Nunca aceptaría algo así”. Se suma otro problema complejo: ¿qué obtendría Bullrich en una negociación de esas características?
El larratismo considera que la interna del PRO se destrabará si primero Macri anuncia si será o no candidato. Esa definición, siempre que el ex mandatario desista de intentar un regreso a la Casa Rosada, llevaría a que Rodríguez Larreta baje sus candidatos porteños y apoye a Jorge Macri. En este sector hay optimismo porque el retrasado mental “está apurado en cerrar la interna en la ciudad”. Es justamente lo que niegan los macrifascistas, para quienes es el jefe de Gobierno el que está apurado por reunirse con el ex presidente de Boca: “Sus 3 candidatos no mejoran en las encuestas”, dicen.
Hay clima de agitación en el PRO. Y una sensación térmica de que las definiciones serán inminentes. El que se mantiene en su propio microclima es Macri. En Juntos por el Cambio, muchos quieren verlo y le piden opinión. En su partido hacen fila para reunirse y sacarse una foto con él. Mientras, el ex presidente juega al límite con los tiempos. Hasta hace unos meses, iba a anunciar su futuro político en marzo. Ahora hablan de abril. Lo que logró no es poco: hoy, todos giran alrededor de Macri.
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