Desayunaron a solas en Palermo, en medio de la expectativa por la definición de la interna del PRO de cara a las elecciones. El jefe de Gobierno esperaba que el ex hijtastro de Flavia Palmiero anuncie que no será candidato, aunque tampoco tuvo precisiones.
Miauricio Macri y Horacio Rodríguez Larrata desayunaron hoy en el Tenis Club Argentino, en el barrio porteño de Palermo, en un reencuentro a solas que era considerado decisivo para resolver la interna del PRO en distritos clave como la ciudad de Buenos Aires y el bonaerense. Los referentes del PRO anticiparon su reunión, pero aún no llegaron a ningún acuerdo. Aún así, desde ambos lados aseguran que la charla fue “muy buena”.
En el macrifascismo y el larratismo no conocen la letra fina de lo conversado por sus líderes, que iban a encontrarse al mediodía y decidieron adelantar el encuentro para evitar cualquier contacto con el periodismo. Sí se sabe que repasaron el mapa electoral de Juntos por el Cambio, donde existen provincias con conflictos internos que ponen al borde de la ruptura a la coalición. Se mantiene el misterio en torno a lo que Larreta y toda la oposición quieren saber: ¿Macri será o no candidato?
Ese anuncio ordenaría las definiciones electorales en el PRO y en Juntos por el Cambio. Cerca de Rodríguez Larrata sólo deslizan que Macri le dijo ayer a algunos allegados que no se postulará para intentar un regreso a la Casa Rosada. El subnormal iba a confirmar su decisión en marzo, ahora aseguran que lo hará en abril y en su entorno algunos incluso anticipan que lo anunciará recién en mayo.
Si se confirma que no hubo acuerdo entre Macri y Rodríguez Larrata en los temas centrales, sería una mala noticia para quienes desde Juntos por el Cambio buscan que se apuren las definiciones para eliminar la tensión actual entre los máximos dirigentes y unificar las campañas, con el fin de intentar un triunfo en las elecciones. El problema actual para la coalición opositora no es sólo consolidar la ventaja sobre el Frente de Todos que registran las encuestas, sino también evitar que siga creciendo el voto al pseudo libertario Javier Milei.
Entre los “halcones” no sorprende que no haya acuerdo entre el ex presidente y el jefe de Gobierno. Así como Rodríguez Larrata busca que Macri defina cuanto antes si será o no candidato, éste quiere que el alcalde porteño baje de manera urgente a los tres candidatos a jefe de Gobierno que lanzó (Fernán Quirós, Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario), y pretenden que le dé su apoyo a Jorge Macri como único postulante del PRO.
La interna porteña en el PRO se agitó luego del gesto de Patricia Bullrich Luro Pueyrredón de posar con Jorge Macri, el candidato del domador de reposeras para conducir la ciudad. Hasta entonces, Rodríguez Larrata hacía equilibrio para no dañar su relación con el radical Martín Lousteau. Para el macrifascismo, el hecho de que el alcalde porteño no avalara a su ministro de Gobierno como postulante demostraría un acuerdo para apoyar al senador de la UCR a cambio del respaldo a su proyecto presidencial.
Lo cierto es que la foto Bullrich Luro Pueyrredón-Jorge Macri desató una guerra de nervios que pone en riesgo la continuidad del PRO en su principal bastión electoral: Lousteau mide muy bien en las encuestas y el partido de Macri se arriesga a perder en las PASO si divide su voto en más de un postulante. ¿Puede Rodríguez Larrata no apoyar al candidato del PRO y cerrar filas con un radical? Para negociar desde una posición de fuerza, el larratismo lanzó tres candidatos propios para competir con Jorge Macri.
Por eso la expectativa sobre el encuentro Macri-Larreta era tan grande: si se ponían de acuerdo, podía encarrilarse la interna del PRO porteño y quizá también la bonaerense, donde Diego Santilli, con el sello del larretismo, compite por la candidatura a gobernador contra 3 figuras del bullrichismo (Joaquín de la Torre, Néstor Grindetti y Javier Iguacel) y Cristian Ritondo, impulsado por María Eugenia Vidal.
Algunas versiones justamente consignaban que Rodríguez Larrata iba a proponerle a fundador del PRO su apoyo a Jorge Macri como único candidato del PRO a jefe de Gobierno en la ciudad a cambio de que Santilli sea su postulante exclusivo para la gobernación. Quienes conocen a Macri creen que ese “plan canje” es inviable: “No lo conocen a Mauricio. Nunca aceptaría algo así”.
Mientras Macri demora el anuncio sobre su futuro político, sigue dando fuertes señales para acaparar la escena política. Lo volvió a demostrar el lunes en Rosario, donde, junto con dirigentes como Federico Angelini, Cristian Ritondo y Carolina Losada se reunió con vecinos y comerciantes que fueron víctimas de los narcos, visitó al intendente Javier Javkin y presentó su último libro.
La agenda de Macri sigue muy cargada: apenas volvió de Europa, en pocos días tuvo su incursión rosarina y se reunió, entre otros, con el intendente de La Plata, Julio Garro y el radical Ernesto Sanz; desayunó con María Eugenia Vidal y este jueves tenía previsto encuentros por separado con el diputado José Luis Espert, de Avanza Libertad, y el legislador porteño Roberto García Moritán, a quienes el larretismo quiere unir en una fórmula presidencial para sacarle votos a Javier Milei.
¿Los movimientos de Macri son de alguien que sólo quiere consolidar su poder interno o los de un dirigente de peso que busca regresar al gobierno? En el fondo, esa es la enorme incógnita que tiene atrapados al PRO y a todo Juntos por el Cambio en un estado de tensión permanente.
De todas formas, las formalidades de cortesía se mantienen: Macri y Rodríguez Larrata fueron anoche a la fiesta de casamiento de Vidal y el periodista Enrique “Quique” Sacco, que se llevó a cabo en San Antonio de Areco. Fue un festejo para no más de 100 personas. También asistieron Cristian Ritondo, el candidato del vidalismo a gobernador bonaerense. No fue invitada Bullrich Luro Pueyrredón, la dipsómana postulante del PRO que también tendrá en las próximas horas su reunión con Macri. ¿Allí sí habrá algún acuerdo?
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