El ex ministro de Desarrollo Productivo defendió su tarea ante empresarios. El gobierno de Bolsonazi aprobó el martes su plácet como embajador ante Brasil y falta la aprobación del Senado.
En las próximas semanas Daniel Scioli volverá a Brasil para ser el embajador argentino ante el principal socio comercial, luego de su corto paso en Buenos Aires como ministro de Desarrollo Productivo. En su primera aparición pública luego del anuncio de su salida de la cartera productiva, dijo que buscará “retomar cuanto antes” su agenda diplomática.
El ex gobernador bonaerense había desembarcado a principios de junio en Desarrollo Productivo luego de la salida de Matías Kulfas por pedido del presidente Alberto Fernández. Scioli había planteado una agenda de continuidad en políticas industriales, aunque tuvo como contrapeso el contexto de fuertes restricciones a las importaciones que impactó en la producción fabril y que generó un frente de conflicto con el sector privado.
Durante su corto paso por la principal cartera productiva, mantuvo los equipos de su antecesor en el cargo y llegó a desplegar una intensa agenda de reuniones de alto perfil. Pero la fuerte crisis interna en el Frente de Todos, que se intensificó con la salida de Martín Guzmán en el Ministerio de Economía, que incrementó la volatilidad financiera y cambiaria forzaron al Gobierno a reorganizar una vez más el gabinete, esta vez en favor de Sergio Massa.
Scioli tuvo el viernes pasado una reunión de transición con el tigrense, que asumió ayer como titular del Palacio de Hacienda, en una dependencia que pasará a concentrar casi todas las áreas de política económica y que dará a conocer sus primeras medidas esta tarde.
Cerca del ex motonauta creen que podrá volver a Brasilia para retomar su puesto de embajador en el principal socio comercial en algunas semanas cuando el Senado apruebe su pliego. Mientras tanto, ayer Scioli participó de un acto con el embajador de Brasil en Buenos Aires Reinaldo José de Almeida Salgado, con quien compartió panel en un hotel del centro porteño.
Allí sostuvo que su desafío es “integrar y unir más que nunca” en una agenda con Brasil que tendrá “renovados objetivos”, al participar en el seminario “Sustainable Mobility: Ethanol Talks Argentina”, invitado por el embajador de ese país en la Argentina.
Scioli agradeció a Salgado por el plácet que el régimen de Brasil “aprobó ayer (por antes de ayer) en tiempo récord para que se puedan cumplir todos los trámites” para su designación formal como Embajador, y expresó su vocación “para retomar cuanto antes mi agenda en Brasil”.
“Es el tiempo de la integración financiera, energética, industrial, agroalimentaria, turística y de infraestructura”, puntualizó y agregó que “mejorar la competitividad es uno de los desafíos”, ponderó el “alto sentido de la responsabilidad con que hemos venido trabajando”, e instó a “trabajar juntos en la etapa que viene de integración cada vez más profunda”. “Divididos somos débiles, juntos somos más fuertes”, concluyó Scioli.
Salgado, a su turno, reafirmó la “gran perspectiva de cooperación” que hay entre Brasil y la Argentina como factor clave de la agenda bilateral. “El diálogo entre nuestros países puede contribuir a las políticas públicas en materia de biocombustibles.
El seminario, promovido por la Asociación Brasileña de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica) en colaboración con la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil) y APLA (Acuerdo Productivo Local del Alcohol), convocó a los principales líderes del mercado del etanol en Brasil y Argentina para discutir las políticas públicas a largo plazo para los biocombustibles en la región.
La ceremonia de apertura contó además con la presencia del ministro brasileño de Minas y Energía, Adolfo Sachsida (envió un mensaje difundido por video); el presidente del Centro Azucarero Argentino, Jorge Luis Feijóo; el director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam; el presidente de Unica, Evandro Gussi; y el director ejecutivo de APLA, Flávio Castellari.
La nueva reconfiguración del gabinete implicará que Desarrollo Productivo dejará de ser ministerio y pasará a ser una secretaría, al mando del ex ministro del área y ex presidente de la UIA José Ignacio de Mendiguren. También pasarán bajo la órbita de Massa las secretarías que trabajaban en el edificio de la avenida Diagonal Sur, entre ellas Minería, Economía del Conocimiento, Industria y Pyme.
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