En esta fecha se honra la memoria de los 55 héroes que ofrendaron su vida, y a quienes con total entrega llevaron adelante la defensa de la soberanía nacional.
Uno por uno, los nombres de 55 caídos de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) en la Guerra de Malvinas resonaron ayer entre los antiguos hangares del aeródromo de San Julián, donde varios de sus camaradas junto a autoridades civiles y militares conmemoraron el 40º aniversario del Bautismo de Fuego de los pilotos argentinos.
Pilotos, mecánicos y técnicos que durante la guerra estuvieron desplegados en el aeródromo de esta localidad santacruceña frente a las costas del Mar Argentino, a unos 600 kilómetros de Malvinas, arribaron por la mañana al mismo lugar desde donde hace 40 años la Fuerza Aérea Argentina lanzó sus primeras misiones de combate contra la fuerza británica.
Lejos de la intensa actividad de aquel 1º de mayo de 1982, en el que debieron alistar 56 salidas en las que dejaron caer 20 toneladas de bombas sobre los buques británicos, muchos veteranos de distintos puntos del país se reunieron en grupos para recordar anécdotas y ponerse al día sobre sus vidas familiares.
Bajo una intensa llovizna, un joven estudiante de San Julián fue el responsable de leer la nómina de los 55 caídos de la FAA en la Guerra de Malvinas, y que recibió por respuesta de parte del jefe de esa fuerza, brigadier general Xavier Isaac, el "cayeron por Dios y por la Patria" que fue completado por el "¡Presentes!" que exclamaron los participantes del acto antes de dar inicio al minuto de silencio.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, afirmó que "es un honor compartir esta conmemoración con estos veteranos que en 1982 defendieron los derechos irrenunciables de nuestro país en el Atlántico Sur, y poder reivindicar la causa de Malvinas con ellos acá en San Julián con un pueblo tan vinculado históricamente a Malvinas".
Taiana sostuvo que "el sentimiento de patria es de la comunidad compartida y unida en un destino común, y para consolidar esa patria una de las tareas necesarias es la de dotar a la República Argentina de un instrumento militar suficientemente disuasivo para proteger los derechos de nuestro pueblo".
"En ese sentido venimos trabajando a través del Fondo Nacional para la Defensa (Fondef), bajo la premisa de que, sin el instrumento militar adecuado, un país es débil y tiene menos capacidades para hacer valer su soberanía o intereses", agregó.
"No hay sociedad que no pueda ponerse de pie si no es con orgullo por sus luchas y sus héroes, y por siempre van a estar en nuestros corazones los 649 héroes que cayeron en Malvinas, todos nuestros queridos veteranos y esa causa irrenunciable que vamos a seguir impulsando hasta que la potencia colonial que ocupa ilegalmente esa parte de nuestro territorio devuelva nuestras islas", completó Taiana.
En tanto, el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Xavier Isaac, afirmó que "hoy volvemos hasta acá para reafirmar que el sentimiento malvinero sigue vivo, y que acá en San Julián se forjó entre nuestra fuerza y este pueblo una profunda relación".
"El mejor homenaje que como Fuerza Aérea podemos hacerle a nuestros héroes es volar, y eso es algo que hoy podemos decir que hacemos los 365 días del año a través del entrenamiento de nuestras unidades de combate, los servicios que prestan nuestros aviones de transporte y la vital tarea que cumple en la Patagonia Líneas Aéreas del Estado (LADE)", agregó.
La conmemoración tuvo lugar en el aeropuerto "Capitán José Daniel Vázquez", nombrado en homenaje a uno de los pilotos de A4C de la Fuerza Aérea que despegó de esa misma pista el 1 de mayo de 1982 junto a sus compañeros, y que fue derribado el 25 de mayo durante el ataque al portaaviones HMS "Invencible".
El Bautismo de Fuego recuerda lo sucedido el 1° de mayo de 1982 cuando se llevó a cabo la "Batalla Aérea de las Malvinas", en la que efectivos de la fuerza realizaron 56 salidas aéreas, en misiones de cobertura y ataques a blancos navales británicos, con el lanzamiento de 20 toneladas de bombas.
El día anterior, el 30 de abril, el grueso de la fuerza de tareas inglesa se había reunido a unos 400 kilómetros al noreste de Puerto Argentino, y su comandante, el vicealmirante Sandy Woodward, a bordo del buque insignia de la flota, el HMS "Hermes", ordenó iniciar el ataque con el fin de cumplir la operación "Corporate" para la recuperación de las islas.
Con ese fin, el 1° de mayo, a las 4.40, las fuerzas británicas comenzaron a bombardear con aviones Vulcan y Sea Harrier los dos aeródromos militares argentinos en Puerto Argentino y Puerto Darwin, y enviaron buques del grupo de asalto anfibio a las costas malvinenses.
A las 16 de ese día, la Fuerza Aérea Argentina libró la primera batalla en su historia para impedir esa acción, lo que constituyó su Bautismo de Fuego.
Participaron de la ceremonia jefe de gabinete de asesores del Ministerio de Defensa, Héctor Mazzei; el jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Juan Martín Paleo; jefe de la Armada, almirante Julio Guardia; la secretaria de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona y el secretario general de ARA; contraalmirante Diego Suárez del Solar, entre otros invitados especiales.
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