El titular del Palacio de Hacienda resaltó la "grandísima oportunidad" que ve el Gobierno en el campo de la energía "para transformar la macroeconomía y la estructura productiva".
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró ayer que la agenda de Argentina en las reuniones bilaterales con países del G20 cambió rotundamente.
"Ya no estamos hablando de deuda, sino de energía, minería, agroindustria, y del espacio que el país viene a ocupar en esos sectores", dijo en el marco de una exposición ante pymes salteñas.
El rol de la energía y las políticas productivas
En particular, Guzmán resaltó la "grandísima oportunidad" que ve el Gobierno en el campo de la energía "para transformar la macroeconomía y la estructura productiva".
"La energía es uno de los costos principales en el proceso de producción. Si logramos acelerar el desarrollo del sector, vamos a poder bajar costos y ser más competitivos. Esto nos va a ayudar a lidiar con la restricción externa, a tener más estabilidad cambiaria y a reducir los subsidios", profundizó.
En ese sentido, destacó al gasoducto Néstor Kirchner como "el proyecto de obra pública estratégico más importante para los próximos años", el cual permitiría elevar la capacidad productiva y la inversión.
Asimismo, el ministro afirmó que apuntalar sectores como el de la energía le permitirá al país contar con otro perfil productivo y salir del laberinto "por arriba".
Tarifas
En cuanto a las tarifas, Guzmán compartió la preocupación del gobernador salteño, Gustavo Sáenz, de que haya menos asimetría en los subsidios energéticos.
"Trajamos fuertemente en eso. Cuando se gasta en cierta cosa de más, implica que esos recursos no se utilizan para invertir en lo que le puede generar a la Argentina una ventaja comparativa más fuerte y más dinámica para tener mejores condiciones de competitividad frente al mundo", acotó.
El rol de la estabilidad macroeconómica
El funcionario detalló que su cartera tiene dos líneas complementarias para que el país siga en la senda del crecimiento con inclusión social. Por un lado el mencionado bloque de políticas productivas y, por otro, el de la macroeconomía.
En un contexto en el cual la inflación es uno de los principales, sino el principal, problema macroeconómico en el país, el discípulo de Joseph Stiglitz volvió a repasar que la política macroeconómica tiene que tener un "enfoque integral", que incluye "un bloque externo, un bloque fiscal, uno monetario y una complementariedad que son las políticas de precios e ingresos".
En ese sentido, insistió en la necesidad de acumular reservas para garantizar la estabilidad cambiaria, de ordenar las cuentas públicas pero con un rol del Estado contracíclico que apuntale la recuperación, y de generar certezas sobre el rumbo de las políticas para calmar expectativas.
Paralelamente, enfatizó en la importancia de "tener nuestra propia moneda y tabajar lo que sea necesario para fortalecerla". Guzmán sostuvo que es fundamental hacer crecer la demanda del peso argentino, ya que eso le permitiría al Banco Central expandir la oferta de dinero de manera consistente. "Si no hay dólares y hay más pesos, en este contexto eso presionaría sobre el tipo de cambio", explicó y sentenció que "necesitamos fortalecer la estabilidad que nos permita salir de los pensamientos cortoplacistas en la Argentina.
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