El ataque terrestre se extiende a lo largo de un frente de más de 480 kilómetros en el este de Ucrania. Los voceros rusos sostienen que el objetivo es "liberar las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk".
Las fuerzas rusas atacaron ayer en el este de Ucrania a lo largo de un amplio frente como parte de una ofensiva terrestre para tomar el control de toda la región del Donbass, en lo que las autoridades ucranianas llamaron una “nueva fase de la guerra”, mientras el canciller ruso ya anticipó que tras la "liberación" de la región vendrá una "siguiente fase", que no especificó.
El Estado Mayor de Ucrania dijo que las fuerzas rusas están concentrando sus esfuerzos en tomar el control total del Donbass.
“Los ocupantes intentaron romper nuestras defensas a lo largo de casi toda la línea del frente”, dijo el Estado Mayor en un comunicado el martes temprano, en el inicio del día 55 de conflicto bélico.
Los asaltos intensificados comenzaron a lo largo de un frente de más de 480 kilómetros, enfocados en las regiones de Donetsk y Lugansk, con las fuerzas rusas tratando de avanzar en varias secciones, incluso desde la vecina región de Jarkov.
En el sur de Donetsk, el Estado Mayor dijo que el ejército ruso ha seguido bloqueando y bombardeando la estratégica ciudad portuaria de Mariupol y disparando misiles a otras ciudades.
"Estamos implementando gradualmente nuestro plan para liberar las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk", los autoproclamados territorios separatistas prorrusos en el este de Ucrania, dijo el ministro de Defensa, Serguei Shoigu.
Antes, su ministerio anunció que el ejército había neutralizado 13 posiciones ucranianas en el Donbass, incluyendo la ciudad clave de Sloviansk, y bombardeado otros "60 objetivos militares", algunos en la línea del frente oriental, reportaron las agencias AFP, Sputnik y Europa Press.
Un total de 1.260 objetivos militares fueron alcanzados por misiles y artillería en las últimas horas, durante las que las fuerzas rusas destruyeron también dos almacenes de misiles y abatieron un caza ucraniano en regiones del este del país, añadió.
Además, el ministerio lanzó una advertencia "a los militares del ejército ucraniano": "No pongan a prueba a la suerte, tomen la decisión correcta, la de poner fin a las operaciones militares y depongan las armas".
Pero las autoridades ucranianas, que este lunes empezaron a recibir la última ayuda militar de 800 millones de dólares aprobada por Estados Unidos, parecen lejos de satisfacer las exigencias de Moscú.
"No importa cuántos soldados rusos se traigan hasta aquí, lucharemos. Nos defenderemos", había advertido en la víspera el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, después de anunciar el inicio de la batalla por el Donbass.
Esta región minera controlada parcialmente por separatistas prorrusos brindaría a Moscú una franja de terreno en la costa sur de Ucrania hasta la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.
El gran obstáculo en esta ambición sigue siendo la ciudad portuaria de Mariupol, asediada desde hace semanas, donde las últimas fuerzas ucranianas atrincheradas en el vasto complejo industrial de Azovstal recibieron un nuevo ultimátum de Moscú.
El Ministerio de Defensa propuso un alto el fuego a partir del mediodía de este martes para que "todas las unidades del ejército ucraniano sin excepción y todos los mercenarios extranjeros salgan sin armas ni municiones", para poder salvar sus vidas.
El recrudecimiento de los bombardeos en el Donbass llevó a las autoridades ucranianas a suspender por tercer día consecutivo el despliegue de corredores humanitarios seguros para evacuar a civiles.
Pese a la ausencia de estas vías seguras de evacuación, las autoridades locales instaron a los civiles a huir de la zona donde, según un responsable de Defensa estadounidense, Rusia ha añadido once grupos de batallones tácticos de los 76 desplegados en el país.
"¡Váyanse!", dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguei Gaidai, que este lunes había admitido combates "incesantes" en varias ciudades y la pérdida de la pequeña ciudad de Kreminna, a unos 50 kilómetros de Kramatorsk, la capital de facto del Donbass aún bajo control de Kiev.
En tanto, con cierto hermetismo el canciller Lavrov en una entrevista con una radio de la India se refirió a una "siguiente fase" de la "operación militar especial", como el Kremlin denomina a la invasión a Ucrania.
"La operación en el este de Ucrania tiene como objetivo -como ya se anunció- la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Esta operación continuará, la siguiente fase de esta operación especial está comenzando y creo que ahora habrá un momento crucial en esta operación especial", dijo Lavrov sin dar más precisiones en una entrevista con la cadena India Today.
Según el canciller ruso, en esta etapa de la invasión Rusia considera la opción de utilizar sólo armas convencionales, reprodujo la agencia de noticias Sputnik.
El conflicto ha provocado ya casi 5 millones de refugiados en otros países y más de 7 millones de desplazados internos, según las Naciones Unidas.
El 24 de febrero pasado Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de las provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.
En sus declaraciones de este martes, Lavrov descartó estas intenciones de parte del Kremlin. "Hemos afirmado muchas veces que queremos que los ucranianos decidan por sí mismos cómo prefieren vivir", añadió.
En coincidencia con el recrudecimiento de la ofensiva rusa en el este, el presidente estadounidense Joe Biden convocó una reunión este martes con sus aliados para analizar la situación.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, viajará "pronto" a la capital de Ucrania, Kiev, anunciaron este martes fuentes del Ejecutivo, sin revelar más detalles del traslado "por razones de seguridad".
La noticia del viaje de Pedro Sánchez se conoce luego de que el presidente del gobierno anunciara el lunes que España reabrirá "en breve" su embajada en Kiev, cerrada poco después de que comenzara la invasión rusa.
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