Gustavo Cárdenas, exejecutivo de la petrolera Citgo, se encontraba detenido desde 2017 bajo cargos de corrupción, mientras que el cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández fue detenido a principios de 2021 acusado de terrorismo.
Dos ciudadanos estadounidenses, condenados a prisión bajo cargos de corrupción y terrorismo, llegaron ayer a Estados Unidos luego de ser liberados en Venezuela, días después de la sorpresiva reunión en Caracas de una delegación de Washington con el presidente Nicolás Maduro.
Se trata de Gustavo Cárdenas, ex vicepresidente de Relaciones Estratégicas de Citgo, filial de la estatal PDVSA en Estados Unidos, y del cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández.
La medida es vista como una señal de buena voluntad tras las conversaciones que ambos países reiniciaron para reanudar el comercio de petróleo, como consecuencia de las duras sanciones estadounidenses contra Rusia.
El encuentro en Caracas marcó un giro en las relaciones bilaterales, rotas en 2019 después de que la Casa Blanca considerara fraudulenta la reelección de Maduro el año anterior y reconociera, al igual que más de 50 países, al dirigente opositor Juan Guaidó como presidente interino. A raíz de esos comicios Venezuela se encuentra bajo una batería de sanciones, incluido un embargo petrolero que le impide negociar el crudo en el mercado estadounidense. Desde entonces Maduro ha contado con el apoyo de Rusia para poder seguir exportando petróleo, por lo que las sanciones de Washington a Moscú buscan aislar al gobierno de Vladimir Putin de sus aliados latinoamericanos en medio de la invasión a Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró ayer miércoles la liberación de los dos ciudadanos estadounidenses "injustamente" detenidos en Venezuela. En un comunicado, Biden festejó la "vuelta a casa" de Cárdenas y Fernández. "Estos hombres son padres que perdieron un tiempo precioso con sus hijos y con todo el mundo a quien aman, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia", aseguró el presidente.
Por su parte el secretario de Estado, Antony Blinken, confirmó el regreso de los ex detenidos al país. "Expresamos nuestro más profundo agradecimiento a nuestros muchos socios en todo el mundo que se unieron a nosotros para pedir su liberación", señaló Blinken, quien agregó: "Seguimos presionando para que se libere a todos los ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente en Venezuela y en todo el mundo".
Señales de acercamiento
La liberación de los ciudadanos estadounidenses se produjo después de las reuniones que este fin de semana, y por primera vez en años, mantuvieron delegados de los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela en Caracas. El encuentro fue promovido por Washington con el objetivo de que Venezuela supla el petróleo que Estados Unidos dejará de comprarle a Rusia debido al embargo dispuesto por Biden, como represalia a la invasión rusa a Ucrania.
"Fue una reunión muy diplomática y estuvimos casi dos horas hablando" en un ambiente "respetuoso" y "cordial", relató el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y confirmó que él mismo participó de la reunión, acompañado por su esposa, la diputada Cilia Flores, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
"Allí estaban las banderas de Estados Unidos y de Venezuela y se veían bonitas las dos banderas, unidas como deben estar", describió Maduro, quien además destacó que ambas partes acordaron "trabajar en una agenda hacia delante sobre temas de máximo interés de Venezuela y del mundo".
En tanto la vocera del gobierno estadounidense, Jen Psaki, dijo que "el propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía y seguridad energética". Psaki sostuvo en rueda de prensa que el diálogo sobre energía y el destino de los detenidos estadounidenses eran "conversaciones separadas", aunque aclaró que Estados Unidos sigue abierto a hablar sobre "una variedad de temas" con el gobierno de Maduro.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a principios de 2019, cuando el entonces gobierno de Donald Trump desconoció el mandato que inició entonces Maduro y reconoció en ese cargo al autoproclamado Juan Guaidó. La situación no cambió a principios de 2021, cuando Biden sucedió a Trump.
Es más, desde la asunción del veterano líder demócrata Washington intensificó las sanciones aplicadas contra Caracas, redujo sus compras de petróleo venezolano y las reemplazó por crudo ruso. Anunciadas las sanciones petroleras contra Rusia, Washington prorrogó el decreto que designa a Venezuela como "amenaza inusual y extraordinaria" a la seguridad estadounidense, pero al mismo tiempo inició negociaciones para comprarle el suministro.
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