El ministro de Economía habló del tema en conferencia de prensa en Houston, en el marco de la cumbre CERAWeek by S&P Global.
Martín Guzmán afirmó que los elevados precios del petróleo y el gas "podrían traducirse en diferentes velocidades en la reducción de los subsidios a la energía", según consignó la Agencia Bloomberg. El ministro de Economía habló del tema en conferencia de prensa en Houston, en el marco de la cumbre CERAWeek by S&P Global.
Los planes de reducir los subsidios de energía, es una parte clave del acuerdo que el Gobierno negoció con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La semana pasada, el país firmó un acuerdo con el equipo técnico del FMI sobre un nuevo programa de ayuda tras casi dos años de negociaciones. El acuerdo incluye compromisos para reducir el déficit fiscal del Gobierno y la emisión.
El Gobierno pretende reducir los subsidios a la energía este año en un 0,6% del producto interno bruto como parte del acuerdo a nivel staff del FMI. También el gobierno anticipó que en el acuerdo que las consecuencias de la invasión de Ucrania aumentan significativamente la incertidumbre en torno a los objetivos del programa. Guzmán agregó ante periodista que si bien el incremento de los precios del gas natural licuado puede traducirse en alzas en las facturas de la electricidad, también aumenta el atractivo de los proyectos de gas en el país.
La suba del gas tras el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania presiona sobre los subsidios energéticos. El aumento del precio de la energía (gas y petróleo) afectaría negativamente a la Argentina -que es un importador neto- encareciendo el precio GNL, el gas natural licuado que llega en barcos al país. En este marco, la Secretaría de Energía había calculado para este año un precio medio del GNL en U$S 25 el BTU, incluyendo el costo de regasificación que quedó muy atrás de los precios actuales.
El primer objetivo a cumplir es el déficit primario del 2,5% para el 2022. Si bien en un principio no parece ser tan exigente, lo cierto es que el encarecimiento de los precios de la energía afectan y mucho a la hora de pensar en un recorte de subsidios al tiempo que implicará mayor desembolso de dólares por parte del gobierno argentino. Vale recordar que la Argentina es un importador neto del gas ya que no cuenta con la infraestructura ni con la inversión necesaria aún para lograr soberanía energética.
El precio actual que exhibe el gas es cinco veces más caro que el abonado el pasado invierno. Según datos oficiales, en 2021 el gobierno adquirió 56 barcos de GNL a un valor de U$S 8,33 el millón de BTU. La evolución del conflicto estima que se necesitarán por lo menos U$S 8500 para garantizar la misma cantidad. El escenario de dificultades en torno al gas pega de lleno en la economía argentina ya que el 60% de la energía que se utiliza es generada a partir del GNL.
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