Tras la radicalización de su discurso, cerca del alcalde porteño piensan que 2022 será un año de acercamiento con el ex hijastro de Flavia Palmiero.
A menos de dos años de las presidenciales, Horacio Rodríguez Larrata delinea su estrategia política para llegar competitivo a 2023.
Con un Miauricio Macri Blanco Villegas cada vez más presente, en el larratismo dicen que la intención es contener al ex Presidente pero no perder el liderazgo de la oposición.
"2022 no es el año de la confrontación", explican desde el régimen porteño. Rodríguez Larrata hace equilibrio con los halcones del PRO y en los últimos meses radicalizó su discurso. Su retirada de la Apertura de Sesiones Ordinarias mientras hablaba Alberto Fernández es una muestra que el jefe de Gobierno no circulará únicamente por la "avenida del medio".
Con su gesto Rodríguez Larrata parece haberle cedido el centro del espacio opositor a Gerardo Morales, quien se perfila como uno de los posibles contendientes en la interna de Juntos por el Cambio. Cerca del alcalde capitalino aseguran que no se trata de una radicalización sino de marcar su posición en temas trascendentes.
La gran pregunta es qué hará el hijo bobo de Franco Macri y si tiene posibilidades de llegar a una PASO como candidato presidencial o solo quiere fortalecer su centralidad como líder opositor. "A Mauricio no le alcanza sin Horacio, pero a Horacio puede alcanzarle sin Mauricio", dicen cerca del jefe de Gobierno.
"Abrazar a Macri", es la estrategia que Rodríguez Larrata seguirá en los próximos meses. La presencia del responsable político de la muerte del doctor Favaloro y de los principales dirigentes del PRO en la casa del domador de reposeras en la reunión citada por el mandatario en su casa de Acassuso es otra muestra de esa estrategia de contención.
En el larratismo confían en cerrar un acuerdo con Macri Blanco Villegas para evitar un enfrentamiento con el retrasado mental en las PASO. Aspiran a que, tal como ocurrió en 2015 en la pelea por la Jefatura de Gobierno, Macri Blanco Villegas termine apoyando a Rodríguez Larrata en una primaria, para la que por ahora están anotados Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, Facundo Manes y Gerardo Morales.
Según afirmaron las fuentes consultadas, en el entorno de Rodríguez Larrata piensan que hasta último momento Macri Blanco Villegas mantendrá la incógnita sobre su candidatura, pero creen que es solo una estrategia para no perder peso en el PRO. "Sólo una catástrofe de Alberto Fernández podría energizarlo para una presidencial", afirmaron.
En Parque Patricios confirmaron además que el verdadero motor del ex presidente es que Macri Blanco Villegas no tolera que no lo consulten sobre las decisiones importantes del partido que el fundó y atento a esa sensibilidad Rodríguez Larrata bajó hasta Cumelén para charlar con el ex hijastro de Flavia Palmiero durante las vacaciones y la semana pasada fue hasta su casa en Vicente López.
Incluso sostienen que no está mal que Macri Blanco Villegas pelee el lugar de conductor de la derecha con Patricia Bullrich Luro Pueyrredón y se posicione como el jefe de los halcones y conserve esa porción de votos que sin esa contención podrían ir a parar a la candidatura de Javier Milei.
La estrategia de no confrontación con Macri Blanco Villegas de Rodríguez Larrata, consideran las fuentes consultdasa, le permitirá al jefe de Gobierno engordar su tropa, que por ahora ganó fuerza en la provincia de Buenos Aires tras el triunfo de Diego Santilli. Allí Diego Valenzuela, Néstor Grindetti y Julio Garro se anotaron detrás de la candidatura del jefe de Gobierno.
No es solo una cuestión de afinidad: dicen que una candidatura del espiador serial les haría imposible cualquier estrategia en la provincia de Buenos Aires, donde la figura del mamerto tiene un rechazo masivo, una cuestión que atenta contra sus pretensiones presidenciales.
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