Lejos de los rumores que hablaban de distanciamiento por sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, la reunión tendrá una agenda amplia. La deuda con el FMI, Venezuela y la pospandemia, entre los temas.
El Papa Francisco recibirá por segunda vez en forma personal al presidente Alberto Fernández desde que llegó a la Casa Rosada. La primera fue en enero del año pasado, cuando el mundo todavía no era azotado por la pandemia global. La segunda será este jueves, en la residencia de Santa Marta, y será un nuevo contacto después de una videollamada que compartieron en agosto.
Entre la cita de enero de 2020 y la que se concretará esta semana, no solo irrumpió la pandemia sino también la histórica legalización del aborto de fines del año pasado.
En el Gobierno aseguran que este jueves quedará demostrado que no hay cambios en el vínculo, con una agenda que se enfocará en la ayuda del Vaticano para la renegociación de la deuda con el FMI, pero que incluye la situación social en el país, los contactos con Estados Unidos para liberar las patentes de las vacunas y el interés argentino de abrir un canal de diálogo con Venezuela.
A pesar de las versiones que hablaron de un virtual congelamiento del vínculo, los contactos nunca tuvieron freno. Un sector del clero se empeñó en remarcar que existe un virtual enojo papal y que los funcionarios de la Secretaría de Estado vaticana buscaron postergar la reunión para otro momento por el hielo que los separa. Pero según pudo saber este diario, además del llamado telefónico que compartieron ambos hace un mes, Bergoglio es afecto al intercambio epistolar. El presidente le envió dos mensajes personales en lo que va del año.
Uno fue para el octavo aniversario de su papado, el 13 de marzo, y el otro fue una carta tan reservada como el encuentro que mantendrán el próximo jueves en la residencia de Santa Marta. Antes de todas las reuniones ambos se encontrarán en privado con agenda abierta. Ese día es feriado en Roma, pero Francisco resolvió habilitar la biblioteca de la Sala Paulo IV, cercana a esa casa pontificia ante la velocidad del pedido de audiencia. Lo hará para recibir a Fernández y al ministro de Economía, Martín Guzmán, con quien ya estuvo reunido hace 20 días para escuchar un pormenorizado detalle de la renegociación argentina de la deuda con el FMI.
Luego de la audiencia privada está prevista una reunión con el secretario de Estado, Pietro Parolin. La situación de Venezuela podría volver a estar en el menú, a partir del interés argentino por liderar un proceso que suplante al Grupo de Lima. Fernández viene de mantener un duro contrapunto con el gobierno colombiano luego de cuestionar la brutal represión que ordenó el presidente Iván Duque esta semana, pero su atención también estará concentrada en Estados Unidos, a partir del plan de reactivación que anunció el presidente Joe Biden. Es el segundo mandatario católico de ese país y tiene una excelente relación con Bergoglio desde que ambos jugaron un rol clave en el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba en el fin de la administración de Barack Obama. Biden todavía no designó a su próximo embajador ante la Santa Sede, pero hay mucha expectativa sobre cómo será el vínculo entre ambos mandatarios y de qué modo puede impactar en Argentina.
Uno de los viajeros consultados por este diario recordó que Fernández ya habló con Biden sobre Francisco en la comunicación telefónica que mantuvieron hace un mes. También insistió en la importancia que tendrá el capítulo económico de la visita vaticana y el rol que tendrá Guzmán, más allá del interés presidencial de respaldarlo luego del fallido intento que protagonizó para desplazar al subsecretario Federido Basualdo, que responde directamente a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En el Gobierno acotaron que la relación de Guzmán con el Papa "es muy buena". El ministro de Economía pasa por Roma cada vez que puede y hace 20 días fue recibido por Bergoglio en el Palacio Apostólico. Fue la tercera visita que Guzmán hizo al Vaticano desde que comenzó su corta carrera política, con un Papa que está obsesionado por la pobreza y su relación directa con el capitalismo salvaje. Ahora está enfocado en el escenario económico de la pospandemia. Para ese análisis, el Pontífice argentino cuenta con Guzmán como un interlocutor de "mucho interés", según relató una fuente con sotana. A principios de febrero, Guzmán también participó del seminario "Nuevas Formas de Solidaridad", organizado por la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales, que conduce el sacerdote argentino Marcelo Sánchez Sorondo. Estuvo junto con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y la titular del FMI, Kristalina Giorgieva.
Volverán a reencontrarse el próximo viernes en "Soñando un mejor reinicio", el nuevo seminario que armó Sánchez Sorondo dentro de la estrategia de insertar al Vaticano como un interlocutor ante el sistema financiero internacional. Una aventura política que sumó densidad en los últimos años del papado bergogliano. En este caso será aprovechada por la Argentina en vísperas del inminente vencimiento de la deuda contraída con el Club París por 2400 millones de dólares. El gobierno busca reestructurarla mientras se prepara para renegociar la deuda con el FMI antes de las elecciones de este año.
En ese contexto se realizará el seminario del viernes. En forma presencial estarán Guzmán, Giorgieva y el director gerente del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, pero también se sumarán en forma virtual la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y el exsecretario de Estado John Kerry, que ahora fue designado por el presidente Joe Biden como enviado especial para el clima. Yellen está casada con el premio Nobel de Económia George Akerlof, que ha trabajado junto con otro laureado colega: Joseph Stiglitz, mentor de Guzmán y quien se lo presentó a Bergoglio.
La preocupación por el incremento de la pobreza no deja de estar en el radar papal, pero tampoco es un novedad, porque desde el Episcopado local lo mantienen informado de todo. Fernández llegará luego de haber reactivado el Consejo contra el Hambre este viernes, con la ampliación para los menores de 14 años de la Tarjeta Alimentar y el incremento a 12 mil pesos para los hogares con más de tres niñas o niños. En el anuncio participó el obispo de Quilmes y titular de Cáritas, Carlos Tissera, uno de los interlocutores directos que el Pontífice tiene en el conurbano bonaerense.
Por Claudio Mardones para Tiempo Argentino
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