Pidió el registro de ingresos a la Rosada y Olivos. La solicitud del titular del cuerpo, Diego Molea, fue aprobada por la Comisión de Disciplina y Acusación. Es una decisión de alto impacto porque los datos de las entradas a la Casa de Gobierno y la quinta presidencial permitirían probar los encuentros entre el titular de la Cámara de Casación y el ex hijastro de Flavia Palmiero.
La investigación por las visitas del presidente de la Cámara Federal de Casación, Gustavo Hornos, a Miauricio Macri Blanco Villegas empezó a tomar envión en el Consejo de la Magistratura. En una medida de alto impacto, el presidente del cuerpo, Diego Molea, pidió que se remitan los registros de ingresos a la Casa Rosada y a la residencia de Olivos que podrían probar los encuentros del camarista con el idiota confeso. Las medidas fueron aprobadas por la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo, que se reunió ayer.
El escándalo por las visitas de Hornos al hijo bobo de Franco Macri se inició semanas atrás con la denuncia del diputado nacional Martín Soria -quien en los próximos días asumirá al frente del Ministerio de Justicia- tras relevar los registros que obtuvo la ONG Poder Ciudadano. Soria denunció tanto penalmente como ante el Consejo de la Magistratura.
Molea, que resultó sorteado para impulsar esa denuncia, pidió este martes al jefe de Gabinete Santiago Cafiero que remita los ingresos a Casa de Gobierno y a Olivos que se registraron entre diciembre de 2015 y agosto de 2018. El rango obedece a que Soria detectó que las reuniones con Macri Blanco Villegas empezaron el 22 de diciembre de 2015 y se extendieron hasta el 13 de agosto de 2018.
Hornos reconoció ante algunos de sus pares que tenía una relación social con el retrasado mental, que había compartido conversaciones sobre política judicial con él, pero negó haber discutido sobre los casos en trámite. La reconstrucción de Soria muestra lo contrario: que después de cada encuentro la Sala IV de la Casación -que integraba Hornos- emitió fallos contra Cristina Fernández de Kirchner o sus ex funcionarios.
Para evaluar esos casos, Molea pidió a la Sala IV de la Casación -que preside Mariano Borinsky- que remita catorce resoluciones para evaluar si existe la relación que marcó Soria. El presidente del Consejo también solicitó copia de la causa de la mesa judicial que tramita en el juzgado de María Eugenia Capuchetti. Además, les reclamó a la responsable de informática de la Casación que certifique si hubo encuentros virtuales entre los casadores y al secretario general de la Casación Federal, Juan Montesano Rebón, que remita todas las actas de la reuniones de superintendencia que se realizaron en 2021.
Los últimos encuentros de superintendencia, cuando se reúnen el presidente de la Cámara con los presidentes de las cuatro salas que integran el tribunal, terminaron en escándalo. Sobre todo, el del 2 de marzo, cuando advirtieron que las explicaciones sobre la relación de Hornos con Macri no figuraban en el acta de la reunión anterior. En ese momento, el camarista Alejandro Slokar pidió la renuncia de Hornos a la presidencia de la Cámara. Ángela Ledesma se sumó al pedido. Otros jueces como Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques hicieron saber su desagrado por los encuentros con Macri Blanco Villegas.
Ayer a la mañana, Hornos convocó a otro encuentro de superintendencia, donde se discutirá el otro escándalo que convulsiona a la Casación: el de los mensajes machistas que envió el 8 de marzo último el juez Juan Carlos Gemignani al chat que comparten todos los jueces. El viernes último, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, le envió un oficio a Hornos para que le informe qué medidas había tomado. Las camaristas Ana Figueroa y Ángela Ledesma habían pedido que certificara los mensajes, pero, por ahora, no se tomó medida alguna.
A Gemignani lo denunciaron tanto Molea como la ONG ANDHES por violencia de género. Se sumó el jueves pasado también una denuncia de la abogada Paula Daniela Gomikian, integrante de Proyecto Generar, contra el juez que ingresó a la Casación en 2011. La Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN) se sumó en las últimas horas al repudio. La colectiva de Mujeres Trabajadoras de Comodoro Py ya lo había hecho y la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA) le había pedido a Hornos que tomara las medidas pedidas por Figueroa y Ledesma.
Según el sorteo que se hizo este martes al mediodía, la denuncia de Gemignani quedó en manos del consejero Carlos Matterson y la de ANDHES, en manos de la diputada Vanesa Siley, mientras que la de Gomikian debe ser instruida por el juez Alberto Lugones. Es probable que las tres denuncias se unifiquen y queden a cargo de Matterson, estimaron fuentes del Consejo. Matterson se incorporó el año pasado al Consejo de la Magistratura en representación de la abogacía y le atribuyen vínculos con el operador judicial macrifascista Daniel Angelici.
En 2019, Gemignani fue sancionado por el Consejo con una reducción del 35 por ciento de su salario por haber encerrado y hecho detener a una secretaria de la Casación que rechazó cumplir con una orden. También echó a los gritos a su colega Liliana Catucci de un acuerdo, acusándola de estar en connivencia con un policía. Parte de ese historial lo recordó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en un tuit días atrás e incluso expresó su preocupación el presidente Alberto Fernández.
Fuente: nota de Luciana Bertoia para Página/12
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