El año está terminando más parecido a como comenzó. La recuperación sigue siendo heterogénea por sectores y regiones. Los últimos dos meses del año muestran datos positivos.
La economía argentina transita el último tramo del año, con una recuperación del 74% respecto al peor momento de la pandemia, cuando cayó un 26% entre febrero y abril. Desde el momento más complicado la economía viene recuperando mes a mes, y para septiembre, el último dato disponible, la caída respecto a febrero se había reducido al 7%.
Según el informe de diciembre del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, la recuperación de la actividad económica sigue siendo “muy heterogénea”. De hecho, mientras que ramas como finanzas, agro, servicios públicos (electricidad, gas y agua), comercio o industria estuvieron en niveles relativamente cercanos a los de la prepandemia, sectores como hoteles y restaurantes o servicios personales y recreativos (como peluquerías, clubes o cines) persistieron en niveles de actividad sumamente reducidos.
De esta forma, el año termina “más parecido a cómo lo comenzó”. Fuentes oficiales explicaron que “la actividad muestra signos de recuperación consistentes, y que 2020 está terminando mejor que lo que se estimaba originalmente cuando comenzó la pandemia del coronavirus”.
La mejora de la economía tiene relación directa con al pasaje del ASPO al DISPO lo que permitió retomar la actividad casi en un 100% de los sectores, aunque es cierto que aún persisten diferentes niveles de producción y ventas en las empresas. No todos lograron llegar a los niveles prepandemia, pero al menos dejaron de caer.
Entre septiembre y noviembre-diciembre la actividad productiva siguió en recuperación, pero el dato positivo surge para los últimos dos meses del año en donde sectores como la gastronomía y el turismo que habían sido muy castigados por la pandemia del Covid-19, comenzaron a mostrar leves síntomas de recuperación.
El informe señala que en noviembre la industria continuó con la recuperación. De acuerdo a nuestro indicador adelantado en base al consumo de energía, la actividad industrial creció 2,4% interanual y 3,3% mensual desestacionalizado. De 15 sectores industriales, 12 incrementaron su consumo de energía respecto a octubre en la medición sin estacionalidad; los 3 que la disminuyeron (bebidas, tabaco y otras industrias) lo hicieron en una magnitud leve (menor al 1% mensual). Asimismo, de 1.053 plantas industriales relevadas, el 51% consumió más energía que en noviembre de 2019.
“Un fenómeno que empezó a evidenciarse en las últimas semanas es la recuperación de algunas de las ramas que hasta ahora venían estando muy afectadas, como gastronomía y turismo”, indica el informe. Dentro de lo que es gastronomía, el área de investigaciones del BBVA posee un monitor en tiempo real de los consumos con tarjeta de sus clientes; de acuerdo a este monitor, los consumos en gastronomía pasaron de estar cayendo en torno al 52% interanual real en septiembre a hacerlo en alrededor del 12% en lo que va de diciembre.
“Las razones de esta recuperación son varias: en primer lugar, que desde septiembre el sector empezó a estar más habilitado para operar con mayor normalidad. Hasta entonces, la gastronomía había estado habilitada solo para delivery y take away en el AMBA; desde septiembre, empezó a estarlo para consumir en el sitio (pero con mesas afuera) y, desde octubre, también adentro. En segundo lugar, la baja de contagios registrada en la mayoría de las provincias entre fines de octubre y principios de diciembre también contribuyó a que las personas circularan más y salieran más de sus hogares. En tercer orden, la menor incidencia de días de lluvia en la región Pampeana favoreció mayores paseos al aire libre: por ejemplo, en CABA en noviembre hubo 4 días de lluvia (contra un promedio histórico de 7,9)”, indica el CEP XXI.
En el caso del turismo, todavía más afectado que la gastronomía durante 2020, el sector comenzó a gradualmente reactivarse en octubre de la mano del programa Previaje y, ya en diciembre, con la rehabilitación de la actividad a nivel nacional. El Previaje (iniciativa por medio de la cual las personas compran un paquete turístico en 2020 para viajar en 2021 y el Estado les da un crédito por el 50% de lo comprado) permitió que las ventas con Ahora12 en el sector turístico pasaran de caer a más del 80% interanual real en septiembre a incluso reportar un moderado crecimiento interanual en la segunda quincena de noviembre. El repunte del turismo también se corroboró en lo que fue el primer fin de semana largo (del 5 al 8 de diciembre) con la actividad rehabilitada a nivel nacional. De acuerdo a los registros de la app “Cuidar Verano”, hubo en el reciente fin de semana largo 630 mil personas que viajaron por el país.
Recuperación dispar por regiones
A partir de la dinámica sanitaria que permitió mayor o menor circulación de las personas, y según el perfil productivo, las distintas regiones geográficas del país muestran también una recuperación heterogénea. Por caso, “las provincias que tienen una especialización mayormente agroindustrial tendieron a estar menos afectadas en términos relativos que aquellas provincias especializadas en actividades no esenciales”, explica el informe.
El CEP XXI indica que “una forma de ver el impacto de la pandemia a nivel regional es ver qué porcentaje de los empleadores de cada provincia tuvieron parte de sus salarios pagados por el Estado por medio del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP)”. En el total del país, 306 mil empleadores fueron beneficiarios de al menos un ATP, lo que equivale al 55% del total nacional. Esta cifra llega a 338 mil si se incluye a 32 mil empresas que no percibieron salarios pagados por parte del Estado pero sí el beneficio de la postergación/reducción de contribuciones patronales (que también forma parte del programa ATP).
Ahora bien, el mencionado 55% resulta de un promedio nacional, compuesto por diferencias territoriales. En la Ciudad ese porcentaje llega al 65%; en otros términos, 2 de cada 3 empleadores porteños recibieron al menos un ATP. El CEP XXI señala que esto se explica por varias razones: en primer lugar, esta jurisdicción estuvo altamente afectada en lo sanitario en los primeros meses del aislamiento social preventivo y obligatorio, lo que derivó en restricciones a la circulación superiores al promedio del país. En segundo orden, CABA no tiene un perfil agroindustrial, lo cual hizo que un mayor porcentaje de sus empresas fueran no esenciales y, por tanto, más afectadas por la pandemia. En tercer orden, CABA es el distrito con mayor presencia de consorcios de edificios, los cuales fueron beneficiarios del ATP.
De mismo análisis, surge que luego de la ciudad de Buenos Aires, otras provincias en donde la proporción de empresas que cobró el ATP superó la media nacional son las patagónicas y Buenos Aires.
Por Guillermo Gammacurta para Ámbito.com
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