La cifra global de muertos por coronavirus rozaba ayer los 900.000, con más de 300.000 de ellos en Latinoamérica, donde se teme un retraso de una potencial vacuna de la que se esperaba tener decenas de millones de dosis a precio de costo, tras la imprevista suspensión de sus ensayos clínicos.
En medio de la carrera por el antídodo contra el coronavirus, que genera especulaciones, recelos y expectativas en todo el planeta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer a la población mundial que la vacuna probablemente no llegará antes de 2022, contrariamente a las mucho más optimistas previsiones que vienen manifestando varios países, entre ellos las potencias Estados Unidos, China y Rusia.
"No es una fórmula mágica que llegará en enero y resolverá los problemas del mundo. Se necesitará mucho tiempo para lograr la inmunidad colectiva con un 60 o 70% de la población inmunizada y detener la transmisión, por lo que sin dudas tendremos que esperar hasta 2022", sostuvo la doctora Soumya Swaminathan, una de las investigadoras líderes de las Naciones Unidas (ver nota aparte en esta misma edición).
A nivel mundial, del martes al miércoles, se registraron más de 210.000 nuevos infectados, por lo que el total acumulado se elevó a 27,6 millones, y los decesos fueron 5.700.
América, con 14,2 millones de casos y 495.000 defunciones, se mantiene como la región más afectada del mundo, aunque la curva de contagios muestra una estabilización por la reducción de las infecciones diarias en Estados Unidos y Brasil.
Estados Unidos sigue siendo el país más afectado por la pandemia, con más de 6.3 millones de casos y 189.972 fallecidos, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, y la propagación del virus no está ni cerca de controlarse.
Un ejemplo de ello es el caso de Florida, que volvió superar la barrera de los 2.000 casos positivos, algo que no se veía desde mediados de junio, y sumó 194 en la víspera.
Para dominar la situación, Estados Unidos debería realizar hasta 200 millones de pruebas de la Covid-19 cada mes, una cifra que está mucho más allá de la capacidad de prueba actual del país, según un informe publicado hoy por la Fundación Rockefeller y el Centro de Políticas de Salud Duke-Margolis,
Asimismo, el principal infectólogo estadounidense, Anthony Fauci, aseguró que es "improbable" que un antídoto contra el coronavirus esté preparado antes de fin de año, lo que tira por la borda la promesa del presidente Donald Trump de cara a las elecciones del 3 de noviembre.
En Latinoamérica, el antídoto que producirán la Argentina y México y de la que se espera fabricar unas 250 millones de dosis a precio de costo para la región también podría demorarse.
El Gobierno mexicano anunció ayer que la vacuna del laboratorio AstraZeneca puede tener un retraso a raíz de la pausa en los ensayos dispuesto por esa compañía por un caso adverso en el Reino Unido durante las pruebas masivas en humanos y que se deberá revisar.
Pausar los ensayos de una vacuna "no es un evento inusual (...) la consecuencia puede ser que se retrase la llegada de la vacuna" a la región, dijo Hugo López Gatell, subsecretario de Salud mexicano, al ser interrogado en rueda de prensa sobre el impacto de este anuncio.
Desde el inicio de la pandemia, Latinoamérica acumula más de 7,8 millones de contagios de la Covid-19 y más de 300.000 muertes, de los cuales 127.464 corresponden a Brasil, 68.484 a México y casi 30.000 a Perú, mientras que Chile no alcanza los 12.000 y Ecuador y la Argentina no superan los 11.000.
Entre los diez países con más enfermos acumulados se encuentra Brasil con 4,16 millones, Perú con 691.575, Colombia con 679.513, México con 642.860 y la Argentina con 500.034.
Paralelamente, la curva de contagios asciende rápidamente en el sur de Asia, la segunda región más afectada con casi 5 millones de casos, en su mayoría registrados en la India, que ya roza los 90.000 contagios por jornada, el mayor ritmo en el planeta.
A pesar de que AstraZeneca decidió el martes pausar los ensayos, el Instituto Serum de la India -el mayor fabricante mundial de vacunas- anunció hoy que continuará con las pruebas de la vacuna contra el coronavirus de la farmacéutica anglosueca.
Entretanto, en Medio Oriente, Israel superó hoy por primera vez los 3.500 contagios de coronavirus en un solo día, horas después de que empezara a regir el toque de queda nocturno en 40 localidades para intentar neutralizar la imparable segunda ola de contagios.
Este incremento de casos se dio nueve días después de que comenzara el ciclo lectivo. Desde el 1 de septiembre pasado, 1.368 centros educativos, entre ellos 347 escuelas, debieron cerrar por más de 1.800 positivos entre personal y estudiantes.
El continente europeo se sitúa en tercer lugar con más de 4,5 millones de enfermos de la Covid-19, aunque se mantiene relativamente baja la cifra de fallecidos diarios, con unos 400 por jornada, cuando llegaron a ser 5.000 en abril.
Un claro ejemplo es el caso de España, que registró 4.410 nuevos contagios de coronavirus en la víspera, mientras millones de estudiantes regresan a las aulas y la presión aumenta sobre el sistema sanitario en algunas zonas como Madrid, donde los médicos realizarán un paro la próxima semana.
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