martes, 6 de diciembre de 2022

D'Alessandro rompió el silencio por el Lago Escondido gate protagonizado por jueces y directivos de Clarín

Estalló un potencial escándalo que brindaría más pruebas de las relaciones promiscuas entre un sector de la Justicia, funcionarios y dirigentes que responden a Miauricio Macri.


El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, rompió el silencio por el escándalo en el que quedó implicado junto a jueces, funcionarios judiciales, y directivos del Grupo Claríno, tras conocerse que habrían participado de un polémico retiro en Lago Escondido.

En un mensaje en la red social Twitter, D'Alessandro consideró que los chats filtrados son parte de una "operación tragicómica" y una "extorsión".

Antes de ayer estalló un potencial escándalo que brindaría más pruebas de las relaciones promiscuas entre un sector de la Justicia, funcionarios y dirigentes que responden al expresidente Mauricio Macri, y grupos mediáticos de corte opositor al Gobierno. Los indicios hablan de una reunión secreta, que una vez destapada, se intentó ocultar por sus involucrados.

A mediados de octubre, trascendió un encuentro entre jueces y funcionarios judiciales que tenían en sus manos causas que complicaban al kirchnerismo, y otras cuyos fallos favorecieron a personas del o cercanas al macrismo. También a grupos económicos concentrados. Eran parte de ese cónclave también funcionarios del PRO, entre ellos D'Alessandro, y directivos de un poderoso grupo de medios.
Parte de ese grupo de funcionarios judiciales también intervino en la persecución y asfixia financiera contra el Grupo Indalo, luego de que sus accionistas se negaran a trabajar para las intenciones de gobierno de Macri en la persecución del kirchnerismo luego de que ese espacio dejara el poder.

El retiro de este grupo se llevó a cabo en Lago Escondido, la propiedad del multimillonario Joe Lewis, amigo de Macri, y quien tiene sus tierras cercadas al acceso público pese a que la Justicia lo obligó a brindar un paso libre hacia el espejo de agua. Allí, el británico tiene una mansión de 3.200 metros cuadrados, con amenities dignas de un jeque árabe.

De ese cónclave, que se habría tratado de disimular luego de la filtración como una “excursión de pesca”, no hay certezas de lo que se habló. También se certificó la veracidad de los chats que se filtraron en las últimas horas, en los que los involucrados habrían planificado cómo esconder los hechos.

Se trata de un nuevo capítulo del lawfare, que tendrá también otro episodio este martes, cuando se conozca el veredicto en el juicio por la causa Vialidad, en la que está acusada la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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