La ex ministra de Hacienda de Daniel Scioli reemplazará a Martín Guzmán. La decisión se tomó luego la conversación telefónica entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La secretaria de Provincias del Ministerio de Interior y ex ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, durante la gestión de Daniel Scioli, Silvina Batakis, reemplazará a Martín Guzmán en el ministerio de Economía. La confirmación, minutos antes de las 22:00 hs., estuvo a cargo de la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, a través de Twitter.
Después de los múltiples rumores sobre más cambios en el Gabinete, desde el Gobierno anunciaron que no habrá cambios en la estructura de ministerios. Las negociaciones finales giraron exclusivamente entorno a la persona que ocuparía el Palacio de Hacienda.
La actual funcionaria fue designada luego de un acuerdo al que arribaron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner tras hablar por teléfono. Batakis estaba en la danza de nombres que giró durante todo el día por el Gobierno. Finalmente, fue el punto de acuerdo para saldar la negociación.
De Río Grande, Tierra del Fuego, Batakis estudió economía en La Plata, vivió un tiempo en Chaco y, finalmente, recaló en la ciudad de Buenos Aires.
Llegó al ministerio del Interior, cartera controlada por La Cámpora, de la mano de Cristina.
En el último tiempo la flamante ministra se encargó de llevar adelante las negociaciones con el régimen de Horacio Rodríguez Larrata por la quita de la coparticipación que le realizó el Gobierno nacional. De perfil bajo y abocada a la gestión, se hará cargo a partir del lunes de un ministerio en llamas.
Batakis ocupó la misma cartera en territorio bonaerense entre el 2011 y el 2017. Daniel Scioli, entonces gobernador, “la considera una gran profesional, muy formada, de gran calidad humana y muy respetada por todos”, según expresaron desde su entorno ni bien se enteraron de la noticia.
Batakis, de buena relación con los gobernadores, se abrazó al kirchnerismo y dio un salto en su carrera política gracias a la decisión de Scioli de sumarla al Gabinete. Dentro del peronismo siempre fue una dirigente respetada por su trabajo y su mirada sobre la economía.
La Casa Rosada aún no confirmó si la nueva ministra jurará hoy o mañana. Se espera que se defina en las próximas horas ya que la Argentina estuvo más de 24 horas sin ministro de Economía.
Las diferencias entre Alberto y Cristina dilataron la decisión final y el anuncio oficial, que se terminó haciendo minutos antes de las 22, y luego de una extensa jornada de negociaciones.
A las 20:13, el presidente se encerró en su despacho y llamó a CFK para discutir el cambio de Gabinete. Después de pasar toda la tarde junto a su círculo de confianza, decidió negociar una tregua con su compañera de fórmula.
Durante toda la tarde Cristina esperó un llamado de Alberto que destrabe la negociación por la nueva conformación del Gabinete. Sin embargo, por información que obtuvo a través de interlocutores, advirtió que él no quería llamarla. No quería hablarle. Desde el entorno de la Vicepresidenta aseguraron que ella siempre estuvo dispuesta a hablar, pero que Fernández no tenía intenciones de llamarla. Esa determinación se quebró minutos después de las 20, cuando el presidente decidió entablar la comunicación telefónica.
Hasta el llamado a la Vicepresidenta, el Gobierno evaluaba declarar un feriado bancario este lunes como consecuencia de la falta de acuerdo para designar un ministro de Economía. Durante la tarde, el Presidente se comunicó con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y acordaron tomar una decisión en las últimas horas del domingo. Ambos coincidieron en que debe haber un ministro de Economía nuevo para el momento en que abran los mercados.
En el peronismo esperaban que la conversación telefónica pueda derivar en un principio de acuerdo y en una serie de anuncios que marquen el nuevo rumbo del Gobierno. Después de cuatro meses de silencio, Fernández entendió que el futuro de su gobierno estaba atado a un pacto con la Vicepresidente. El resultado fue positivo. Hubo acuerdo.
La jornada del domingo estuvo marcada por múltiples reuniones afuera y adentro de la Quinta de Olivos. Todas las terminales políticas del Gobierno estuvieron en alarma por la falta de un acuerdo y la dilación de los anuncios. El tiempo pasaba y las negociaciones ganaban en tensión.
Sergio Massa llegó a la Quinta de Olivos cerca de las 11 de la mañana y se fue a las 14:30. Dos horas y media después volvió y, desde ese entonces, sigue reunido con el presidente.
En un día plagado de rumores Massa apareció como candidato para hacerse cargo de la Jefatura de Gabinete. Finalmente, el único cambio informado fue en el ministerio de Economía.
El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, arribó a la quinta presidencial a las 17:30 y se sumó al grupo de funcionarios más cercanos al presidente. Dentro de la residencia se encuentran la Portavoz, Gabriela Cerrutti; el secretario de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el jefe de Asesores, Juan Manuel Olmos; el legislador porteño Claudio Ferreño y el canciller Santiago Cafiero.
Con el correr de las horas los dirigentes del peronismo empezaron a ejercer presión a través de los interlocutores posibles para que el Presidente y la Vicepresidente se hablen por teléfono. Desde hace algunas semanas en el peronismo hay cierta coincidencia sobre la necesidad de que ambos logren sellar un acuerdo de gobernabilidad.
Las horas pasaron con reuniones frenéticas, rumores de cambios, nombres propios para posibles cargos y un silencio absoluto en el vínculo que une a Alberto con Cristina. Ese silencio se rompió al caer la noche.
La danza de nombres sobre el futuro ministro de Economía empezó temprano. En ese grupo ingresaron el economista Javier Timerman; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el titular del INDEC, Marcos Lavagna; Emmanuel Álvarez Agis y las funcionarias de Cancillería, Cecilia Todesca, y del ministerio de Interior, Silvina Batakis.
Entrada la noche el nombre que aparecía con más posibilidades era el de Marco Lavagna. En el final del día llegó la confirmación oficial. En el entorno del presidente aseguraron que fue una propuesta de Fernández validada por Cristina. Fue el final de cuatro meses de silencio insostenible. Se pusieron de acuerdo para decidir el reemplazo de Guzmán en el ministerio más problemático que tiene el gobierno nacional.
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