El secretario de Derechos Humanos del Centro de Excombatientes de La Plata, Ernesto Alonso, se mostró escéptico respecto a las declaraciones del Embajador estadounidense, que cargó contra el Primer Ministro británico, Boris Johnson, por su negativa a negociar respecto a la soberanía de las Islas Malvinas.
El secretario de Derechos Humanos del Centro de Ex combatientes de La Plata, Ernesto Alonso, se refirió ayer a los dichos del Embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, respecto a la soberanía de las Islas Malvinas.
Lo hizo después de que el diplomático norteamericano apuntara contra el Primer Ministro brintánico, Boris Johnson, y pidiera que se siente a negociar con la Argentina por el reclamo de soberanía.
Durante una exposición en el Senado de la Nación, Stanley apuntó: “Boris Johnson, el otro día, parecía no tener interés en continuar las negociaciones cuando habló con el presidente Fernández". Con esa fuerte declaración expresó su posición sobre la soberanía nacional en las Islas Malvinas. Agregó que le encantaría, a título personal y no como portavoz del gobierno estadounidense, "ver una negociación entre las dos partes".
Frente a esta declaración, escéptico, Alonso señaló que “hay que analizar en profundidad todo lo que expresó el Embajador". "En primer término, está diciendo lo que los argentinos queremos escuchar. Pero sería interesante que pase de esa fase, de una opinión personal a que Estados Unidos se plante en la comunidad internacional y bregue por el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas”.
Para el ex combatiente en el fondo hay un interés comercial que se debe seguir con cautela: “Hay una manifestación orientada al interés propio de los Estados Unidos".
"Están requiriendo de lo que los argentinos tenemos y el mundo necesita. Hay que leerlo muy entre líneas. Claro que necesitan combustibles, y alimentos, por eso tenemos que fortalecer nuestras políticas de control sobre los recursos que tenemos” , insistió en declaraciones a la AM750.
Finalmente, Alonso contextualizó este intercambio en una etapa donde “hubo un cambio de política” respecto a Gran Bretaña y la soberanía de las Islas Malvinas. “Comparado con el macrismo, hay otro rumbo. Me refiero al nefasto acuerdo firmado el 13 de septiembre del 2016, conocido como el Foradori-Duncan, donde le entregamos la iniciativa a los británicos en el Atlántico Sur”, dijo el representante de la CECIM.
Este acuerdo levantó polémica en los últimos meses, ya que el exministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Alan Duncan, reveló en sus memorias que el entonces vicecanciller de Macri, Carlos Foradori, firmó un acuerdo con ese país donde se comprometía a “remover todos los obstáculos que limiten el crecimiento económico y el desarrollo" de las Islas Malvinas” completamente borracho. "A medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban”, dijo el exfuncionario británico.
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