La Justicia porteña busca cambiar el eje que conduce a un publicista macrifascista. El fiscal Mauro Tereszco ordenó el allanamiento a la vivienda de Darío Méndez, el dueño del galpón desde el cual salieron los fijadores que pegaron los afiches. El procedimiento se inscribe en el intento de armar una historia inversa a la real para vincular al peronismo con la pegatina de afiches.
En una jugada para vincular al peronismo con los carteles agraviantes contra Cristina Fernández de Kirchner, la justicia porteña allanó la vivienda de Darío Méndez, el dueño del galpón desde el cual salieron los fijadores que pegaron los afiches. El Ministerio Público de la Ciudad de Buenos, en un comunicado, le adjudicó a Méndez el papel central: “Es el que encargó los carteles”. En realidad, Méndez -vinculado con el macrifascismo- ya se había presentado a la policía y dijo que los carteles se imprimieron en Lanús y que un jerárquico de la imprenta, Francisco Serrano, sólo lo contrató para pegar los afiches. Sin presentar ninguna evidencia, afirmó que la operación se hizo por pedido de un publicista del Frente de Todos.
En realidad, la investigación más avanzada y sólida está en la justicia nacional de la ciudad de Buenos Aires: ante el fiscal Leonel Gómez Barbella ya declaró el dueño de la imprenta de Lanús, admitió que los carteles se imprimieron ahí y que Serrano trajo el pedido. El juez Manuel de Campos ordenó su detención y el jerárquico ya anunció que hoy se presentará.
Ayer, el fiscal Mauro Tereszco pidió el allanamiento de la vivienda de Méndez, cuyo hijo, Christian, estuvo al frente de la pegatina de los violentos carteles contra CFK. El jueves pasado, Christian y otros cuatro fijadores fueron detenidos en el galpón de Morón y recuperaron la libertad casi de inmediato porque el delito es de pena baja. Pero el dueño del galpón y de la empresa de fijadores es Darío Méndez, cuya vivienda se allanó ahora.
La historia que trata de armar la justicia porteña es la inversa de la real. En el comunicado emitido por el Ministerio Público Fiscal de CABA se sostiene que Méndez es el que encargó los carteles y que en el allanamiento encontraron una camioneta ploteada con las caras del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, la vicegobernadora, Verónica Magario, además de restos de los carteles contra Cristina. O sea, el comunicado porteño trata de vincular los afiches con el peronismo. Es público que Méndez y su empresa pegan carteles para todas las fuerzas políticas, además de promocionar con afiches la presencia de músicos y otros eventos. De manera que no es sorprendente que aparezcan ploteos y otros elementos publicitarios de todo tipo y color.
La realidad es la que muestra la Justicia nacional
La realidad es la que se ve en la otra causa. El dueño de la imprenta Viagraphic, Julio César Franchino, admitió ante el fiscal Gómez Barbella que los carteles se imprimieron en su empresa y que el que trajo el pedido fue un empleado jerárquico, Serrano. Franchino aportó como prueba los mails en los que queda claro que Serrano formuló el encargo. En paralelo, Méndez estuvo este lunes en el canal A24 y reiteró lo mismo: su hijo pegó los carteles a cambio de 90.000 pesos y a pedido de Serrano. Sólo que al final de su declaración ante la policía, Méndez sostuvo que los carteles provenían del publicista del peronismo José "Pepe" Albistur. De eso no aportó ninguna evidencia.
El juez criminal nacional De Campos ordenó la detención de Serrano quien adelantó que se presentaría hoy. Todo indica que los carteles se imprimieron y pegaron por pedido de un publicista del macrismo, Valentin Bueno, en cuya empresa trabajó Serrano hasta el año pasado. Esta hipótesis la presentó Albistur, que es denunciante en la causa. Lo hizo el viernes pasado mediante un escrito entregado por su abogado. Habrá que ver qué declara Serrano hoy cuando se presente ante el magistrado y el fiscal, pero hay un algunas cosas que están claras:
• Los carteles se imprimieron en Viagraphic de Lanús. Se retiraron el sábado 26 de marzo.
• El pedido fue hecho por Francisco Serrano, una especie de capataz de la imprenta, también dedicado a buscar clientes y trabajos.
• Serrano trabajó para LatCom, empresa del publicista macrista Bueno. Durante el gobierno de Mauricio Macri, con la firma de Marcos Peña, se le asignaron a Bueno una cantidad inusitada de campañas de carteles en la via publica.
• Será clave la declaración de Serrano, pero más que eso pesarán las pruebas: ¿cómo se entregó el original del afiche a la imprenta? ¿cuáles fueron las comunicaciones, por celular y por mensajes, en los que se pactó el trabajo? ¿quién pagó?
Con todos esos elementos se llegará a quien verdaderamente estuvo detrás de la campaña sucia.
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