El hijo del líder de Camioneros y co secretario general de la CGT mantuvo un encuentro con el presidente en su despacho. El sindicalista expresó su apoyo en general al Gobierno, pero mantuvo sus diferencias por el acuerdo con el FMI. Antes, estuvo en el Senado apoyando el proyecto de ley para que la deuda la paguen los fugadores.
El dirigente camionero y uno de los tres cosecretarios generales que tiene la CGT, Pablo Moyano, mantuvo ayer al mediodía un almuerzo en la Quinta de Olivos con el presidente Alberto Fernández, en una señal de acercamiento y tregua luego del encuentro y la foto que compartió el sindicalista con el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, en medio de la interna del Frente de Todos.
La del sindicalista en la mesa del diálogo de gremios y empresarios con el Gobierno, que se llevó a cabo el martes por la tarde y en la que se firmó un principio de acuerdo de precios y salarios, fue la primera señal de acercamiento del hijo de Hugo Moyano con el Poder Ejecutivo, tras la instantánea que había tenido con el ex presidente de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados y que había generado un fuerte malestar.
El presidente y Moyano, según indicaron fuentes cercanas a ambas partes, hablaron sobre la situación política y económica del país y el sindicalista le manifestó su apoyo a las políticas que en general adoptó el gobierno nacional en las últimas semanas, aunque mantuvo sus reparos y críticas al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la principal objeción que comparte con Máximo y con Cristina Kirchner.
En el almuerzo en el despacho presidencial acordaron una “tregua”, luego de semanas de señales de confrontación que el sindicalista expresó de manera pública y en las reuniones que mantuvo con diversos críticos de Alberto Fernández, como la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, entre otros.
Antes del encuentro con Alberto Fernández, Pablo Moyano estuvo en el Senado respaldado la ley que impulsa Cristina Fernández de Kirchner y que busca financiar el pago al FMI con recursos no declarados de argentinos en el exterior, en un acto que encabezó Oscar Parrilli.
El cotitular cegetista fue uno de los tomó el micrófono y habló en favor de la iniciativa: “No es casualidad, somos los mismos los que peleamos los cuatro años de macrismo”, en referencia a los sindicatos ahí presente y a la hora de mostrar su apoyo fue un poco más lejos que solo Camioneros y dijo que “desde la Confederación General del Trabajo el apoyo total a este proyecto, lo vamos a militar en la calle las veces que sea necesario, así que el apoyo total de la CGT”.
El presidente aceleró en los últimos días los contactos y negociaciones con la estructura del PJ, en momentos en que se agudizan las diferencias en el seno del Frente de Todos entre los socios principales de la coalición de gobierno. También, buscó tender puentes con el sector empresarios y respaldó a los principales funcionarios apuntados por el kirchnerismo duro. Reuniones con intendentes, gobernadores y sindicalistas se vienen sucediendo, en un intento por mantener la autonomía frente a los embates del sector alineado con Cristina.
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