sábado, 9 de abril de 2022

Argentina llegó a un acuerdo con Brasil para tener suministro eléctrico en invierno

El país vecino enviará dos gigavatios generados por la vía hidroeléctrica entre mayo y septiembre. Para Martín Guzmán, el entendimiento “garantiza la seguridad energética”.


El Gobierno argentino llegó ayer a un acuerdo con el de Brasil para obtener, por parte del país vecino, un suministro de energía adicional durante los meses de invierno. Así lo consensuaron en San Pablo el ministro de Economía Martín Guzmán en una reunión con el ministro de Energía y Minas brasileño Bento Albuquerque y con el embajador argentino en Brasil Daniel Scioli.

El acuerdo para la provisión de energía no está relacionado a las negociaciones en marcha para contar con una cuota extra de gas desde Bolivia que el sistema energético brasileño no necesite para los meses de mayor demanda, sino que se trata de abastecimiento de energía que Brasil produzca por la vía hidroeléctrica, que es su principal fuente de generación.

“Fue una excelente reunión. Va a garantizar la seguridad energética poniendo a disposición energía eléctrica en los meses de mayo a septiembre. Esa fue la definición más importante. Estamos diseñando una hoja de ruta para un programa de integración energética buscando condiciones desde la reglas del juego y marco normativa e infraestructura que permita elevar la escala productiva y mejorar la competitividad de la industria”, mencionó Guzmán tras el encuentro con Albuquerque.

Los detalles técnicos todavía siguen siendo negociados entre funcionarios argentinos y brasileños, pero a grandes rasgos se tratará de un flujo de energía eléctrica que alcanzará los dos gigavatios de potencia. “Junto a lo que anuciamos ayer (por el jueves) con Bolivia nos da mayor certeza en el campo energético, más previsibilidad para satisfacer la demanda”, dijo Guzmán en declaraciones a la agencia de noticias Télam.

La misión de Guzmán en San Pablo y Brasilia tenía como uno de los ejes alcanzar un acuerdo con el país que preside Jair Bolsonaro para contar con una provisión mayor de energía ante la llegada de los meses fríos y el aumento de la demanda, y eso en el marco de precios internacionales que saltaron en los últimos meses, lo que encarece la compra de gas natural licuado (GNL) importado.

Para eso, el Poder Ejecutivo apuró en los últimos días una negociación a tres bandas: con Chile, Bolivia y por último con Brasil. El jueves el Gobierno anunció un entendimiento con el presidente Luis Arce para tener un insumo de gas superior al que tuvo en 2021 y que el excedente de gas sea prioritario para la importación argentina.

Más allá del acuerdo específico para la energía eléctrica alcanzado hoy, hubo conversaciones en paralelo para que Brasil acepte “prescindir” de una parte del suministro que importa desde Bolivia. 

De esa forma, Bolivia podría “redireccionar” un parte de los metros cúbicos que destinaría a Brasil hacia las provincias del norte argentino vía gasoducto. En términos prácticos, se hubiera tratado de unos 2 millones de metros cúbicos desde Bolivia hacia la Argentina.

Ayudaría, se estimaba, que Brasil podría tener un mayor abastecimiento propio en los próximos meses a través de fuentes hidroeléctricas, que representan dos tercios del origen de su energía total. Finalmente ese incremento previsto de producción por una fuente renovable como la hidroeléctrica implicará un suministro directo para el tendido eléctrico nacional.

“Que Brasil garantice la seguridad energética argentina enviando electricidad en la medida que lo necesite entre mayo y septiembre es un objetivo cumplido para el trabajo coordinado que desde la embajada venimos realizando junto con el Ministro Guzmán frente a las autoridades brasileras”, mencionó por su parte Scioli.

Acompañaron durante el encuentro con Albuquerque, el secretario de Política Económica, Fernando Morra, el subsecretario de Planeamiento Energético, Santiago López Osornio; y de la embajada, el jefe de Sección Económica, Rodrigo Bardoneschi y la asesora Camila Cabral.

El ministro de Economía, pasado el capítulo de la negociación de la deuda tras el acuerdo definitivo con el FMI, se embarcó por orden del presidente Alberto Fernández en gestiones para contar con suministro suficiente de energía para un invierno que será, en términos de costo de abastecimiento, mucho más caro que el de 2021.

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