La suba es del 30% a la bajada de bandera y constituye el tercer aumento en lo que va del año. Además, se prevé un alza del 45% en peajes y un 51% para la Verificación Técnica Vehicular. Comenzaron las audiencias públicas para fijar el incremento.
El régimen porteño aplicó desde ayer un aumento en la tarifa de taxis del 30%, en tanto que prevé subir 45% el valor de los peajes en las autopistas de la ciudad de Buenos Aires, 50% estacionamiento medido y 51% la Verificación Técnica Vehicular (VTV) en enero próximo, para lo cual convocó a audiencias públicas, el paso previo a cualquier tipo incremento de servicios.
El aumento de la tarifa de taxis del 30% es el tercero en lo que va del año y comienza a regir a partir de este miércoles, por lo que la bajada de bandera aumenta de $ 85 a $ 111 y la ficha de $ 8,50 a $ 11,10.
En el primer semestre de este año ya se habían aplicado otros dos incrementos en el servicio de taxis, en febrero y abril, luego de una audiencia pública en enero, por un total de 44% de aumento en la bajada de bandera y ficha.
En el caso de las autopistas, la audiencia pública se hará el 22 de diciembre y la suba comenzará a regir a partir del 7 de enero en las trazas de la autopista Illia, 25 de Mayo, Perito Moreno, Alberti y el Paseo del Bajo, esta última exclusiva para el tránsito pesado y micros de larga distancia.
Según lo previsto por el régimen porteño, el peaje aumentará un 45% promedio, con un valor para el tránsito liviano en horario pico que pasará de $ 61 a $ 88,50 en la autopista Illia, de $ 148,22 a $ 215 en las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno, y de $ 41,85 a $ 61 en el peaje Alberti; al tiempo que el costo del Paseo del Bajo irá de $ 135,63 a $ 199,66.
El horario pico rige de lunes a viernes, en ambos sentidos de circulación, de 7 a 11 y de 16 a 20; y los sábados, domingos y feriados de 11 a 15 mano a provincia de Buenos Aires y de 17 a 21 en la traza hacia el centro porteño.
Para el estacionamiento medido, en tanto, la audiencia se hará el 23 de diciembre y se implementará el 24 de enero del 2022 con un incremento del 50% ya que el valor se trasladará de $ 30 a $ 45.
Por último, la realización de la VTV prevé un suba de 51% para los propietarios de los automóviles que deberán pagar $ 4.023,33 en vez de los $ 2.665 actuales, mientras que para las motos la tarifa será de $ 1.513,22 contra los $ 1.002 vigentes en la actualidad. En este último caso la audiencia pública será el 22 de diciembre y el aumento será ejecutado a partir del 24 de enero próximo.
Las subas responden a "adecuaciones que son necesarias para el funcionamiento de los servicios, asegurar su operación y mantenimiento y sostener el salario de los trabajadores del sistema", dijeron desde la nefasta administración porteña tras conocerse los llamados para las audiencias, que fueron publicados en el Boletín Oficial.
Reclamo de los consumidores
Bussetti (DEUCO), Bassano (ADDUC) y Polino (Consumidores Libres) |
Frente a esto, asociaciones de usuarios y consumidores manifestaron su oposición a los aumentos al considerar que representarán un “perjuicio muy grande” y destacaron la “contradicción” por parte de la gestión de Horacio Rodríguez Larrata que antes de las elecciones se pronunciaron incluso a favor de una baja de impuestos.
Pedro Bussetti, presidente de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), calificó como “una contradicción muy fuerte que quienes enunciaron en su plataforma política y discurso pre electoral que pretenden una baja de los impuestos, en sus jurisdicciones aumenten las tasas municipales y de los peajes, que tienen que ver con los usuarios de la ciudad”.
“Es lamentable que esto suceda”, dijo Bussetti y consideró que el incremento de tarifas en territorio porteño “es una actitud permanente de este Gobierno que lleva años castigando con subas de impuestos a los trabajadores y jubilados, mientras que favorece a los desarrolladores inmobiliarios”.
En tanto, Osvaldo Bassano, de la Asociación de Defensa de Derechos de Usuarios y Consumidores (ADDUC), arremetió contra la decisión de la gestión porteña al afirmar que la medida “es de baja calidad moral” por parte del régimen de la CABA “que cree que se vive en un lugar donde no existen situaciones de pobreza ni de bajos ingresos”.
“A los consumidores, estos aumentos los ponen en una situación muy incómoda ya que no cuentan con ingresos para enfrentarlos. Es un perjuicio muy grande”, remarcó.
Por su parte, Héctor Polino, de Consumidores Libres, dijo que si bien “hay que analizar y estudiar el tema, en principio, siempre estamos en contra de todo aumento porque defendemos el bolsillo de la gente”.
“Vamos a ir a las audiencias públicas para hacer oír la voz de los sectores perjudicados por estos fuertes aumentos que, sin duda, van a incentivar el proceso inflacionario de Argentina”, finalizó Polino.
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