"Afortunadamente, se trata de un medicamento barato y existen numerosos fabricantes en el mundo entero", destacó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó ayer que, una vez determinado el potencial de la dexametasona para salvar las vidas de los pacientes graves de Covid-19, es el momento de aumentar la producción de este fármaco y asegurar su distribución en todo el mundo.
“El desafío ahora es incrementar la producción y distribuir de forma rápida y equitativa la dexametasona, especialmente donde sea más necesaria”, subrayó en su intervención ante los periodistas el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, desde la sede del organismo en Ginebra.
El experto etíope confirmó que desde la semana pasada ha aumentado la demanda de este fármaco, un esteroide que se utiliza desde la década de 1960 en otras dolencias y que es muy económico, pues no es necesaria licencia para su producción.
“Afortunadamente, es una medicina barata y de la que hay fabricantes en todo el mundo, así que estamos confiados en que éstos aceleren su producción”, subrayó Tedros.
El responsable de la OMS añadió que debe darse prioridad a los países que más casos tienen en la actualidad, y la producción y distribución debe llevarse a cabo “con transparencia y constante supervisión” para evitar productos falsificados o por debajo de los estándares de calidad.
Según los primeros resultados del ensayo clínico británico Recovery publicados la semana pasada, la dexametasona reduce en un tercio la mortalidad entre los pacientes más graves de Covid-19.
Este medicamento es el primero que ha demostrado una mejora entre los enfermos de coronavirus, en un momento en el que aún no existe ninguna vacuna. Ya se usa en muchas indicaciones por su potente efecto antiinflamatorio.
El estudio británico también ha demostrado que la mortalidad se reduce hasta un quinto entre pacientes menos graves, a los que se les administraba oxígeno con una máscara, sin necesidad de ser intubados. En cambio el tratamiento no ha demostrado ningún beneficio para los enfermos que no necesitan ninguna asistencia respiratoria.
Por eso, Tedros recordó que “debe usarse sólo con pacientes graves o críticos” de Covid-19, ya que no hay evidencia de que tenga efectividad en casos leves o como forma de prevenir contraer el coronavirus en personas sanas.
Por su parte, advirtió que la pandemia sigue “acelerándose” en el mundo, con más de nueve millones de casos declarados, horas después de que Brasil superara las 50.000 muertes por coronavirus y mientras los países europeos avanzaban en su desconfinamiento. La pandemia de Covid-19 “continúa acelerándose”, con “un millón de casos señalados en solamente ocho días”, declaró el director general de la OMS.
“Sabemos que la pandemia es mucho más que una crisis sanitaria, es una crisis económica, social y, en muchos países, política. Sus efectos se sentirán durante décadas”, agregó.
Asimismo, apuntó también que ha vuelto a batirse el récord de casos diarios (más de 183.000 el domingo) debido a que muchos países siguen en el momento álgido de la pandemia e incluso “algunos que han suprimido con éxito la transmisión están experimentando una reincidencia de casos a medida que reabren sus sociedades y economías”.
"Todos los países enfrentan un difícil equilibrio entre proteger a su población y minimizar el daño socioeconómico", admitió Tedros, quien, sin embargo, subrayó que "no se trata de elegir entre vidas y trabajos, todos los países pueden preservar ambas cosas".
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