El ex hijastro de Flavia Palmiero suscribió un documento del Instituto para la Democracia con duros cuestionamientos a los gobiernos que extendieron la cuarentena como estrategia ante la pandemia; también hacen una fuerte crítica al supuesto "abuso de poder" y a la desligitimación del Congreso.
En su segundo llamado de alerta al gobierno de Alberto Fernández y a aquellos países que avanzan en una estrategia de cuarentena extensa y rígida ante la pandemia del COVID-19, el hijo bobo de Franco Macri suscribió ayer una carta abierta del Instituto para la Democracia que denuncia abusos de poder y asegura que “la democracia está amenazada”.
Luego de firmar hace menos de un mes con intelectuales de diferentes lugares del mundo y la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) un mensaje contra los países que “ingresaron en una etapa de populismo y autoritarismo”, Macri Blanco Villegas volvió a irrumpir ayer con otra abierta crítica al Gobierno. Bajo la firma de unas 500 personas del mundo intelectual y político internacional, el retrasado mental suscribió el documento que alerta sobre el arresto o silenciamiento a opositores, la desligitimación del Congreso y la presencia de “una democracia amenazada”.
La carta que firmó el pelotudo hijo de puta fue redactada desde el Instituto para la Democracia que funciona en Suecia y señala que algunos gobiernos autoritarios y otros elegidos democráticamente en todo el mundo “han utilizado poderes de emergencia para arrestar a los manifestantes y eludir las normas democráticas”.
Si bien no hay un señalamiento específico a un país determinado, Macri Blanco Villegas cuestionó en privado al gobierno de Alberto Fernández por la extensión de la cuarentena y la recesión que se agravó producto de la pandemia y del aislamiento social.
Pero en esta misiva que suscribió el ex presidente fue más allá de eso. “No es sorprendente que los regímenes autoritarios estén utilizando la crisis para silenciar a los críticos y endurecer su control político. Pero incluso algunos gobiernos elegidos democráticamente están acumulando poderes de emergencia que restringen los derechos humanos y mejoran la vigilancia estatal sin tener en cuenta las restricciones legales o la supervisión parlamentaria”, señala la carta abierta del Instituto para la Democracia.
Los aliados del subnormal en Juntos para el Cambio ya habían hecho cuestionamientos al Gobierno por las medidas que se tomaron a partir de decretos de necesidad y urgencia. Así, un párrafo de la carta abierta que firmó el espiador serial va en este sentido: “Los parlamentos están siendo marginados, los periodistas están siendo arrestados y hostigados, y los sectores más vulnerables de la población enfrentan nuevos peligros a medida que los cierres económicos asolan la estructura de las sociedades”. En Argentina el Congreso está en funcionamiento de forma virtual y no se registraron hechos de violencia contra periodistas.
La dipsómana ex ministra de Seguridad de Macri Blanco Villegas, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón al igual que su ex canciller Susana "malvestiti" Malcorra y la infornicable ex titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso también suscribieron la carta del Instituto para la Democracia en la que se sostiene que “la represión no ayudará a controlar la pandemia. Muy por el contrario, estos ataques a la libertad, la transparencia y la democracia harán que para las sociedades resulte más difícil responder rápida y eficazmente a la crisis mediante la acción tanto gubernamental como cívica”.
Otro de los puntos de que aparecen en la misiva es China. En línea con lo que vienen planteando Estados Unidos y algunos países de Europa respecto de la responsabilidad del régimen de Xi Jinping por no haber avisado a tiempo sobre la aparición del COVID-19, la carta señala que “no es ninguna coincidencia que la actual pandemia haya estallado en un país en donde el libre flujo de información está sofocado y en donde el gobierno castigó a quienes advirtieron del peligro del virus”.
Hace menos de un mes Macri Blanco Villegas, junto a una serie de personalidades de la política y la literatura internacional, firmó un texto presentado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), donde objetó el autoritarismo de los gobiernos, entre los que se incluye el argentino, en el marco de las medidas contra la pandemia del coronavirus, y alerta sobre el avance del populismo.
Con el título “Que la pandemia no sea un pretexto para el autoritarismo”, FIL hizo público lo que denominaron como manifiesto en contra de actitudes desmedidas de varios gobernantes. “Mientras los empleados de la sanidad pública y privada combaten el coronavirus valerosamente, muchos gobiernos toman medidas que restringen indefinidamente libertades y derechos básicos. En lugar de algunas entendibles restricciones a la libertad, en varios países impera un confinamiento con mínimas excepciones, la imposibilidad de trabajar y producir, y la manipulación informativa”, exponen en el texto.
“Algunos gobiernos han identificado una oportunidad para arrogarse un poder desmedido. Han suspendido el Estado de derecho e, incluso, la democracia representativa y el sistema de justicia”, agrega el documento que, además de las firmas del escritor Mario Vargas y Macri Blanco Villegas llevó la adhesión de intelectuales de todo el mundo.
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