La información fue confirmada ayer a la mañana por el alcalde porteño. Les quitará el programa Ciudadanía Porteña a quienes tengan menos del 85% de presentismo por bimestre.
El nefasto régimen porteño le quitará la ayuda social a las familias de bajos recursos que no envíen a sus hijos a la escuela. La medida se conoció en las últimas horas del lunes y abarcará los tres niveles: inicial, primario y secundario. Por el momento sólo incluye la eliminación del programa social “Ciudadanía Porteña” que perciben alrededor de 23.600 estudiantes de la CABA con montos que van de $ 5 mil a $ 7 mil mensuales. Para esto, tanto la cartera de Educación, que conduce Soledad Acuña, como el ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, a cargo de María Migliore, realizarán un relevamiento bimestral de inasistencia.
Con más del 15% de faltas, perderán el ingreso correspondiente por cada estudiante. En concreto: Si las y los estudiantes pierden la constancia de alumno regular, por tener menos del 85% del presentismo por bimestre, o por tener un total de 25 inasistencias injustificadas, “a lo largo del año”, se les quitará la ayuda social. Además, si las y los estudiantes cuentan 7 inasistencias no consecutivas, se dará parte al Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
La información fue confirmada ayer a la mañana en una conferencia de prensa por Rodríguez Larrata, en el ministerio de Educación de la CABA, acompañado por el jefe de Gabienete, Felipe Miguel, por la ministra de Educación, Soledad Acuña, y por la titular de la cartera de Desarrollo Humano, María Migliore.
“Quienes no manden a sus hijos a la escuela van a dejar de percibir el adicional por hijo del programa Ciudadanía Porteña”, anunció el alcalde capitalino, que eligió a la educación como el caballito de batalla de su candidatura para las presidenciales del próximo año.
De manera que, a partir de ahora, quienes no envíen a sus hijos a la escuela dejarán de recibir ese dinero para comer lo poco que puedan comprar con ese plan social, mediante el cual el gobierno de la Ciudad transfiere solo 11 mil pesos a 40 mil familias en situación de pobreza e indigencia.
Ese dinero es depositado en cuentas que cada familia administra a través de una tarjeta con la que solo puede comprar alimentos, artículos de limpieza y útiles escolares.
“Tenemos 23.686 chicos que tienen que ir todos los días a la escuela para que los padres cobren ese adicional”, intimidó Rodríguez Larrata durante la conferencia en la que anunció esa medida coercitiva.
En ese convite, el jefe comunal desafió al Ministerio de Educación de la Nación a tomar una medida restrictiva de ese calibre. “Convoco al gobierno nacional a que lo analice y tome una medida como esta”, dijo y añadió que “esto está previsto en los planes como contraprestación”.
Según indicó, este “cambio en la política social” en la ciudad de Buenos Aires se aplicará a partir del próximo mes y se están “haciendo los cruces de datos” para detectar quienes incumplen con la contraprestación de enviar a sus hijos a estudiar como condición de recibir un plan social.
De esta manera, el Ministerio de Educación porteño va a monitorear la situación de cada escuela y el de Desarrollo Humano se va a contactar con cada familia para saber el porqué de las inasistencias. “Si después de esto la situación no cambia, se va dar de baja el componente adicional. Y si a los seis meses el chico tampoco se reincorpora, se le va a dar de baja la totalidad del plan”, sentenció.
“A partir de septiembre vamos a notificar a las familias que tengan irregularidades en la asistencia de sus hijos. A ese proceso lo vamos a repetir cada tres meses”, explicó el sorete. “Vamos a seguir de cerca la obligación que tienen los padres de llevar a los chicos a la escuela”, insistió.
La nueva definición de "alumno regular"
Para poder concretar este castigo que recaerá solamente en los sectores más postergados, Rodríguez Larrata y Acuña modificaron el sistema de regularidad de los estudiantes.
“Hasta hoy, ser ‘alumno regular’ significaba solo estar inscripto (en una institución educativa). Ahora, los chicos tendrán que cumplir una asistencia mínima del 85 por ciento en cada bimestre”, explicó el responsable político de la muerte del doctor Favaloro.
Esto supone que les estudiantes que tengan más de 25 faltas por año perderán su condición de alumno regular. Y si no revierte esa condición, no solo quedará afuera del sistema educativo sino que también su familia no recibirá una ayuda social para sobrevivir.
La evaluación de regularidad se hará cada dos meses. “No vamos a esperar a fin de año” para saber si el tope de faltas se cumplió o no, agregó el jefe de Gobierno.
Los motivos de Rodríguez Larrata y Acuña
Según dijo, los motivos por los cuales se decidió aplicar este dispositivo de intimidación se sustentan en un estudio que reveló que el 30 por ciento de los alumnos de la ciudad tuvo más de cinco faltas en el último mes. “Incluso hay chicos que asisten a clases solo tres de los cinco días de la semana”, agregó.
Luego habló de un “proceso de declive de la educación” y recurrió al ejemplo de la suspensión de clases durante la pandemia como si hubiera sido un fenómeno exclusivo de la Argentina. “Todo este problema quedó demostrado en las evaluaciones” de rendimiento que dan cuenta de lo que él llama “una gravedad nacional” en materia educativa.
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