Estaba previsto que se conociera ayer, pero la presidenta del Tribunal de Milán contrajo Covid. El CEO de Techint está acusado, junto a su hermano Gianfelice Rocca y su primo Roberto Bonatti, de haber pagado sobornos a través de una filial brasileña de Tenaris para conseguir contratos de la petrolera brasileña.
Ayer era el “día D” para Paolo Rocca, sentado por primera vez en el banquillo de los acusados por presunto soborno internacional.
Si bien el CEO de Techint no iba a estar presente en el Tribunal de Milán que lo juzga, junto a su hermano Gianfelice y a su primo Roberto Bonatti, la decisión de la Justicia italiana se postergó un mes, debido a que la presidenta del Tribunal contrajo Covid.
Así lo confirmaron fuentes judiciales de Italia que intervienen en el proceso en el que se juzga a los tres accionistas y directivos del Grupo Techint, acusados de haber pagado coimas por 6,6 millones de euros, entre 2009 y 2014, a un ex directivo de Petrobras en Brasil para conseguir contratos de esa petrolera estatal. La multinacional ítalo-argentina sostuvo que “no hay pruebas de su participación”.
El veredicto iba a conocerse ayery en Milán, al cabo de un juicio que comenzó hace un año y en el que la fiscal Donata Costa había pedido cuatro años y medio de prisión contra los tres accionistas y directivos de San Faustin SA, la firma con sede en Luxemburgo que actúa como holding accionario del Grupo, el decomiso del monto involucrado en la maniobra de corrupción internacional, y una multa administrativa de 1.239.000 euros.
La nueva fecha de la audiencia final del juicio a cargo de la Sección Penal VII del Tribunal de Milán -con la presidenta, Ombretta Malatesta, ya recuperada-, está prevista para el 24 o el 26 mayo. El día exacto se conocerá tras la última intervención oral de los abogados de los directivos de Techint acusados, del estudio Mucciarelli de Milán, prevista para el próximo 17 de mayo.
Según la acusación, los imputados habrían realizado pagos ilegales en cuentas en el exterior al entonces director de servicios de Petrobras, Renato Duque, para favorecer con contratos a Confab Industrial SA, la filial brasileña de Tenaris, líder en la fabricación de tuberías, y controlada por San Faustin. Entre 2009 y 2012, la petrolera estatal negoció 22 contratos con Confab en forma privada, sin llamar a licitación internacional, por más de 1.418 millones de euros al cambio de la época.
A cambio, el directivo de Petrobras habría recibido el 0,5% por cada contrato estipulado, por un total de casi 6.592.000 euros, provenientes de cuentas bancarias de San Faustin Lugano (Suiza), “alimentadas por utilidades producidas por San Faustin y/o empresas subsidiarias”, según la acusación. Duque admitió, al declarar por videoconferencia en octubre pasado, haber recibido coimas. En Brasil, ya fue condenado por estos mismos hechos, acusado de “corrupción pasiva”. En abril de 2021, recibió su décimo tercer condena en el marco de la causa conocida como Lava Jato.
El juicio se realizó en Italia porque los tres acusados nacieron en Milán, y el Grupo Techint tiene una de sus sedes legales en Bérgamo, a 30 km de esa ciudad del norte italiano. La defensa de los empresarios argumentó que no debían ser juzgados en ese país porque los hechos “no tuvieron lugar” en Italia, aunque según la fiscalía, la ley local se aplica a quienes hayan cometido delitos de corrupción en el extranjero.
Si bien las condenas por arriba de los 4 años en Italia son de cumplimiento efectivo, los empresarios, por su avanzada edad, no irían a prisión en caso de ser encontrados culpables por el Tribunal de Milán.
Según el alegato de Costa en febrero pasado, los pagos ilegales fueron concretados por personas de suma confianza de los hermanos Rocca y Bonatti, desde distintas ciudades donde opera el holding como Buenos Aires, Montevideo y Lugano (Suiza), para refutar la versión de que los ejecutivos del Grupo no estaban al tanto de las coimas pagadas por Confab Industrial. La Fiscalía logró reconstruir la ruta de los sobornos a través de diferentes empresas vinculadas al holding, con la colaboración de las autoridades de Brasil, Suiza, Panamá, Estados Unidos y Luxemburgo.
La fiscal Costa también le pidió colaboración a Argentina, en un intercambio de exhortos con la Fiscalía Federal Nro. 3.
A su requerimiento, el fiscal Eduardo Taiano allanó la sede de Techint en zona de Catalinas en Retiro en junio de 2018, previa autorización del Juzgado Federal Nro 9 a cargo de Luis Rodríguez.
El funcionario judicial se llevó el disco rígido de la empresa y la computadora personal de su dueño, Paolo Rocca
Pero según fuentes judiciales, la información solicitada por la fiscal Costa no estaba en los equipos informáticos analizados por peritos de la policía argentina, cuyo peritaje fue complejo por “el volumen de información interna de la compañía que contenían”. También informaron que en el exhorto proveniente de Milán “había datos erróneos”, y que “empresas que la fiscal buscaba, no estaban entre la información analizada”.
Si bien en la Argentina se abrió un expediente como desprendimiento de la investigación en Italia, en el que está bajo investigación Héctor Zabaleta, ex gerente de Administración del Grupo Techint, y señalado como el “valijero” del grupo en la llamada causa de los cuadernos de las coimas, aún no fue citado por la Justicia argentina en este expediente.
Zabaleta es otro de los acusado en Italia y la fiscal Costa le pidió su indagatoria a la Justicia argentina a través de exhortos internacionales. Pero fuentes judiciales señalaron que para avanzar en esa medida “falta documentación de Brasil que no fue aún enviada”. El otro imputado es Benjamín Sodré Netto, representante de Confab en Brasil.
La reacción de Techint
Tras la presentación hecha por la Fiscalía, en San Faustin, a través de un comunicado de prensa, dijeron estar “sorprendidos por la acusación formulada hoy por la fiscalía contra Roberto Bonatti, Gianfelice Rocca, Paolo Rocca y la empresa San Faustin sobre presuntos hechos de corrupción, en los años 2009-2013, que relacionan a la empresa brasileña Confab y a algunos funcionarios de Petrobras”. Reiteraron que “en el curso del juicio y en los documentos de la investigación preliminar nunca se probó la participación de San Faustin, ni de sus directores, ni de cualquier empresa italiana en la supuesta corrupción en Brasil”.
“Por lo tanto, confiamos que la sentencia del Tribunal reconozca la conducta correcta de la Compañía y la ausencia de vinculación entre los hechos alegados y los miembros de su Consejo de administración.“ sorprendidos por la acusación formulada hoy por la fiscalía contra Roberto Bonatti, Gianfelice Rocca, Paolo Rocca y la empresa San Faustin sobre presuntos hechos de corrupción, en los años 2009-2013, que relacionan a la empresa brasileña Confab y a algunos funcionarios de Petrobras”, agregaron desde la firma que actúa como holding del Grupo Techint.
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