Duante la visita, Fernández recibió un delantal, gesto significativo porque cuando cerró la fábrica, los colgaban en señal de protesta. “En 2015 tuvimos nuestra mejor performance y en 2018 nos quedamos sin pedidos", contó el dueño de la empresa.
El presidente Alberto Fernández recorrió ayer la planta de Bicontinentar, empresa de calzado deportivo que reabrió el 1° de mayo de este año luego de haber cerrado durante el régimen macrifascista.
“Lo que vivió esta empresa es lo que vivió la industria argentina entre 2016 y 2019, ni más ni menos, una Argentina que abrió importaciones indiscriminadamente y privó a los que invertían en la Argentina de seguir haciéndolo”, dijo el jefe de Estado. “Y el resultado fue el cierre, los despidos, mucha gente que se quedó en la calle”, agregó.
Fernández encabezó una recorrida en Chivilcoy, donde visitó la empresa Bicontinentar Footwear Technologies, ex Paquetá, líder en la fabricación de calzado deportivo de alta tecnología con capacidad para producir hasta 10 millones de pares de calzado por año.
“Esta es una industria que además emplea muchas mujeres y eso me pone muy contento porque tenemos que mejorar el empleo de las mujeres. Y además estoy muy contento porque la empresa pudo abrir sus puertas nuevamente”, puntualizó el presidente.
De la recorrida por la emblemática fábrica también participó el embajador argentino ante Brasil, Daniel Scioli y el secretario de Industria, Ariel Schale.
Biocontinentar tiene dos líneas de montaje de 100 trabajadores que operan las marcas Joma, Diadora, Olympikus, Athix y próximamente Penalty y New Balance, y cuenta con las más altas calificaciones en materia de responsabilidad ambiental y social de América Latina.
En la recorrida, el mandatario recibió un delantal, el cual es muy significativo porque al momento de cerrar la fábrica, los empleados colgaban los delantales en señal de protesta.
“En 2015 tuvimos nuestra mejor performance y en 2018 nos quedamos sin pedidos porque había cambiado el marco de oportunidades para el desarrollo de nuestro negocio. Tuvimos que cerrar, eso es lo que nosotros llamamos darwinismo industrial, nos quedamos fuera del mercado pero acá está la industria liviana”, indicó el dueño de la empresa, Juan Recce.
El embajador Daniel Scioli se reunió el 3 de agosto pasado en Brasil con el presidente de la filial argentina de Penalty, Emerson Shiromaru.
Ahí, el directivo de Penalty manifestó la intención de la empresa (líder en fabricación de pelotas y botines) de retomar la producción de botines, interrumpida en 2018 por el cierre de su planta de Florencio Varela, debido a las políticas del nefasto régimen de Miauricio Macri Blanco Villegas. Ahora, el objetivo es producir 15.000 pares en su nueva planta de Chivilcoy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario