Desde el Museo del Bicentenario, el jefe de Estado abrió la cumbre de la que participan el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, mandatarios de la región y autoridades de organismos internacionales.
El presidente Alberto Fernández destacó la "necesidad de pensar mecanismos innovadores para reconstruirnos mejor" frente al desafío del cambio climático, dijo que el tema es "prioridad" para su Gobierno y advirtió que el "reloj de la destrucción planetaria no se va a detener" si no se actúa ahora.
Así lo afirmó al encabezar ayer en forma virtual desde el Museo del Bicentenario de la cumbre latinoamericana sobre cambio climático denominada "Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas", que tiene a la Argentina como anfitriona y en la que participan 21 países de la región.
"Quiero agradecer a los líderes regionales que nos acompañan comprometiendo su esfuerzo para hacer frente al desafío del cambio climático. El momento es ahora. El reloj de la destrucción planetaria no se va a detener si no actuamos ahora", dijo el Presidente al abrir el encuentro.
De la cumbre participaron en forma virtual desde sus países el enviado especial para el Clima de los Estados Unidos, John Kerry; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; así como otros presidentes de la región.
En ese marco, Fernández advirtió sobre la "necesidad de pensar mecanismos innovadores que nos permitan reconstruirnos mejor y fortalecer los lazos de cooperación para cuidar nuestros territorios y comunidades".
Además, el jefe de Estado hizo mención a que la "cumbre de líderes del Día de la Tierra convocada hace muy poco tiempo por el presidente Biden consagró la agenda climática como prioridad política y económica a nivel global".
Al respecto, sostuvo que el Gobierno argentino propuso "esta cumbre para abordarlo desde el punto de vista latinoamericano y orientada al debate de cara la reunión de Glasgow", que se celebrará en Escocia, entre fines de octubre y principios de noviembre próximo.
En ese sentido, afirmó que la Argentina "ha decidido poner a la acción climática y ambiental en el centro y es prioridad de este Gobierno".
Por eso, Fernández propuso "construir un nuevo paradigma de desarrollo" e "impulsar un diálogo fraterno" para "pensar un proyecto común en nuestra casa común". Asimismo, destacó la necesidad de "una justicia social ambiental, que es el nuevo nombre del desarrollo en esta región".
"Tenemos que escuchar el clamor de nuestra tierra y nuestros pueblos. Es aquí y ahora. Juntos podemos ser parte de una generación que procure salvar a nuestro planeta", dijo el mandatario argentino.
Acerca de la cumbre en Escocia, Fernández adelantó que el Gobierno "formalizará un incremento del 2% en la emisión de nuestra contribución que determinamos nacionalmente, lo que resulta en un compromiso del 27,7%, superior al presentado en 2016".
"Para lograr esto elaboramos el plan nacional de adaptación al cambio climático junto con las provincias y actores de toda la sociedad argentina y además pusimos en marcha una mesa de transición para la promoción de las energías renovables", precisó.
En paralelo, anunció la "adopción de medidas profundas para erradicar definitivamente la deforestación ilegal, tipificándola como un delito ambiental" y detalló también una serie de medidas "con el fin de proteger a los más pobres frente a los eventos climáticos extremos".
"Todos estos compromisos son un pasó más que da Argentina hacia una trayectoria consistente con la meta del 1,5 grados centígrados y con neutralidad de carbono cero hacia el año 2050", señaló.
En otro orden, Fernández dijo que "tenemos que advertir como dice el Papa Francisco que 'no hay una crisis ecológica ajena a la crisis social y ajena a las necesidades de replantear los pilares de la arquitectura financiera internacional".
"Necesitamos financiamiento y nuevas reglas e incentivos globales para que la transición sea justa, para que no encubra formas de proteccionismo ni agigante las brechas en nuestro planeta", reclamó el presidente.
Por eso, planteó que "la riqueza en el mundo debe ser ponderada desde una nueva visión" y postuló que "no se puede medir el crecimiento del mundo con la misma vara de la era industrial contaminante".
Al referirse a la pandemia por coronavirus, apuntó que "las lecciones aprendidas con las vacunas tienen que ser aplicadas a la siguiente pandemia que ya padecemos, la del cambio climático, y necesitamos aplicar la emisión de los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional a un gran pacto de solidaridad ambiental que incluya esencialmente a países de bajos ingresos y de renta media".
Propuso en consecuencia que eso "sirva para extender los plazos, para extender los pagos del endeudamiento y la aplicación de menores tasas".
Fernández dijo que admitía que hablaba desde el punto de vista de la Argentina, un "país particularmente afectado por el endeudamiento tóxico y depredador pero también tiene sentido para el resto de los países que han aumentado la deuda durante la pandemia".
"Shock climático y shock financiero producto de una crisis generalizada de deuda no son compatibles para un mundo mejor. Los canjes de deuda por acción climática, los mecanismos de pago por servicios ecosistémicos y el concepto de deuda ambiental que ostentan los países menos desarrollados son otras claves par la salida de la crisis", remarcó. Al respecto, pidió "una nueva inyección de capital" a los organismos regionales crediticios por parte de los "países desarrollados".
En otro tramo de su discurso, el jefe de Estado analizó que "el sistema de gobernanza global hasta el momento no ha demostrado ser eficaz para movilizar recursos hacia los países en desarrollo" y consideró que "tenemos que impulsar respuestas más ágiles y más transparentes".
Por último, dijo que "se trata de escuchar el clamor de nuestra tierra y el clamor de nuestros pueblos" y concluyó que "es aquí, es ahora, y juntos podemos ser parte de una generación que procuró salvar a nuestro planeta".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario