El ex intendente de la ciudad de Córdoba trabaja en el rearmado de su partido. Se imagina como candidato a gobernador de un proyecto nacional encabezado por el jefe de Gobierno porteño.
En el 2015 Luis Juez quiso ser candidato a gobernador de la alianza de derecha Cambiemos y Miauricio Macri Blanco Villegas le dijo que no y le pidió que esperara hasta el 2019. El año pasado volvió a intentarlo y la respuesta del retrasado mental, otra vez, fue la misma. En su lugar bendijo a Mario Negri.
"Ya no ponemos más en consideración de ningún dirigente nacional nuestra vocación de gobernador Córdoba. Quiero ser el que suceda a Juan Schiaretti en el 2023. Ojalá sea como candidato de Juntos por el Cambio sino será por el Frente Cívico", disparó el diputado nacional.
Con esa misión, el ex intendente de la ciudad de Córdoba se propuso para estos tres años trabajar para robustecer su espacio propio y tratar de recuperar el capital político que alguna vez le hizo arañar la gobernación de Córdoba.
En ese camino, en estos días retomó contacto con la figura política del momento de Juntos por el Cambio: Horacio Rodríguez Larrata con quien, hasta aquí, sólo venía compartiendo las reuniones en el marco del espacio nacional que ambos integran.
Juez recuerda todavía cuando el hijo bobo de Franco Macri le bajó su candidatura provincial el año pasado y Rodríguez Larrata objetó "con encuestas en la mano" que así sea. "De ahí, no hablé más con Horacio hasta hace poco que nos encontramos en las reuniones virtuales", indicó.
El jefe de gobierno porteño aceptó la invitación del cordobés y esta semana se sumó al primer encuentro del ciclo "Unos mates con Luis Juez", donde el titular del Frente Cívico busca reunir a su militancia y desperezarla de cara a lo que se viene. Ya están pautados para los próximos encuentros Miguel Ángel Pichotto y Martín Lousteau, según apuntó.
La foto con el dirigente nacional que mejor mide en Córdoba fue todo un dato político en momentos donde la dirigencia local del PRO y la UCR respectivamente sigue inmiscuida en resolver sus problemas domésticos.
Durante una hora, Rodríguez Larrata intercambió con Juez conceptos políticos pero también inherentes a la gestión. El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires elogió al cordobés, a su estructura local y dijo que jerarquiza los encuentros con la militancia "porque yo soy un militante".
Rápido de reflejos, mientras el macrifascismo local busca definir sus nuevas autoridades partidarias para recién luego ordenarse como fuerza opositora en la provincia, Juez pone a disposición de Rodríguez Larrata su estructura territorial para que el porteño se despliegue políticamente en Córdoba.
"Un tipo que quiere ser presidente, necesita de tipos que quieran gobernar las provincias. Acá, Horacio tiene la tranquilidad que, lo mucho o poco que tengamos, estamos construyendo y nos vamos a mover durante todo este tiempo. No hay otra forma de volver al poder si no es con la militancia", dijo el diputado.
Córdoba resulta un distrito clave para Juntos por el Cambio no sólo por el volumen electoral que representa en la masa total, sino por su particular afinidad que aún mantiene con los amarillos. Entre los ex Cambiemos reconocen que, pese a esa condición favorable, la dirigencia no logró zanjar sus diferencias internas y aprovechar el envión. De allí que cuando el alcalde porteño mira la provincia mediterránea no descarta a ningún sector, mucho más si ya le ofrecen tributar para su proyecto político nacional.
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