Según los datos informados ayer por el INDEC, la Canasta Básica Total subió por encima de la inflación por primera vez desde enero. Paralelamente, la Canasta Básica Alimentaria aumentó un 3,4%.
La Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, creció por encima de la inflación general por primera vez desde enero.
Según lo comunicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una familia de cuatro integrantes (compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un niño de 6 años y una niña de 8 años) necesitó $ 47.216 para no ser considerada pobre, lo cual significó un incremento del 3,8% respecto de los $ 45.478 que necesitaba en agosto.
De acuerdo a los datos oficiales, la CBT para un "adulto equivalente" (varón de entre 30 y 60 años con actividad moderada), trepó desde los $ 14.718 hasta los $ 15.280.
Paralelamente, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia, ascendió desde los $ 6.028 hasta los $ 6.288, lo cual representó un aumento del 3,4%. Por lo tanto, una familia "tipo" necesitó $ 19.430 para no ser considerada indigente.
De esta manera, las subas superaron a la inflación de septiembre, que fue del 2,8% según el INDEC. Buena parte de esta variación fue explicada por ajustes de precios vinculados con factores estacionales. Esto situación se reflejó, por ejemplo, en el valor de las verduras y de la indumentaria, productos que encabezaron los aumentos en el noveno mes del año.
En el otro extremo, los menores incrementos se observaron en las divisiones educación (0,3%) y comunicación (0,1%), esta última atravesada por el congelamiento de las tarifas de la telefonía e internet, decretados como "servicios públicos" por parte del Gobierno.
Cabe recordar que, hace unas semanas, el INDEC informó que un 40,9% de la población se ubicó por debajo de la línea de pobreza en el primer semestre de 2020 y un 10,5% estuvo por debajo de la línea de indigencia. De esta manera, las cifras treparon 5,5 y 2,8 puntos porcentuales, respectvamente.
La caída de los ingresos laborales de los hogares de clase media baja fue lo que disparó este indicador, a pesar de que la inflación se mantuvo controlada y la canasta básica subió incluso por debajo del nivel general de precios entre enero y junio.
Una muestra del impacto que el coronavirus provocó sobre los ingresos de los argentinos lo reflejó la tasa de empleo, que en el segundo trimestre bajó casi 9 puntos interanuales hasta el 33,4% sobre la población total, lo cual implicó una pérdida de 3,9 millones de puestos de trabajo respecto del mismo período de 2019.
El ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $ 25.759 en el segundo trimestre, mientras la Canasta Básica Total promedio del mismo grupo de hogares, alcanzó los $ 43.785, por lo cual la brecha se ubicó en el 41,2%, el valor más alto de la vigente serie del INDEC, iniciada en 2016. Con los ingresos subiendo por debajo de los precios, es de esperar que esta brecha se haya incrementado en el tercer trimestre.
La CBA se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un adulto equivalente, mientras que la CBT incorpora bienes y servicios no alimentarios.
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