martes, 20 de octubre de 2020

Frente al ataque de la oposición política, mediática y judicial, Miriam Lewin ratificó en el Congreso que seguirá impulsando el observatorio Nodio

“Las audiencias están en una situación de enorme vulnerabilidad, expuestas a informaciones contradictorias, así como a noticias falsas”, dijo la defensora del Público, ante la comisión bicameral de Comunicación Audiovisual. El observatorio Nodio apunta a analizar e investigar las fake news y los discursos de odio para fortalecer el debate público.


La defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, Miriam Lewin, ratificó ayer ante diputados y senadores que continuará desarrollando el observatorio Nodio -centrado en analizar la desinformación y los discursos de odio-, pese a los ataques de la oposición y de la corporación judicial. 

“Las audiencias están en una situación de enorme vulnerabilidad, expuestas, en muchos casos, a informaciones contradictorias, así como a noticias falsas”, señaló Lewin, al tiempo que explicó que el observatorio va a “investigar y analizar” la difusión de “noticias falsas o maliciosas” así como de discursos del odio en medios de comunicación, plataformas digitales y redes sociales. A partir de este conocimiento, la Defensoría del Público quiere elaborar materiales para promover la resiliencia social frente a la desinformación y la violencia simbólica. Y en tercer término, desarrollar alianzas entre Estado, medios, plataformas y anunciantes para sostener compromisos de buenas prácticas.

En la comisión bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, la oposición le reclamó a Lewin que disuelva el observatorio, con el argumento de que “el Estado no tiene que intervenir” en el tema -así lo planteó la diputada radical Karina Banfi, que consideró que con la iniciativa el país se parecerá a Nigeria-, o que el observatorio será un organismo de censura, creado para “vigilar desde el poder político” y “avanzar en el control de la opinión”, según sostuvo su par Miguel Angel Bazzé.

Lewin aclaró a los legisladores que el observatorio “no es un ente, ni un organismo, ni una nueva institución como se difundió erróneamente”, sino una línea de investigación y análisis. “En la Defensoría no estamos a favor de censurar, prohibir, multar ni encarcelar”, definió.


La defensora del Público contó que se ha reunido “con Google, con Facebook, con Adepa y con Fopea” y que próximamente lo hará con organizaciones de la sociedad civil, así como “con todos los que estén preocupados por la temática”.

“No estoy de acuerdo con las políticas punitivas. No estoy de acuerdo con que se implementen en la Argentina normas legales que apunten a sancionar estas cuestiones. Creo, que lo que puede resolver esto es un cambio cultural, cambio cultura al que intentaremos promover con estos insumos desde la Defensoría en un trabajo con universidades, con plataformas verificadoras y con organismos supranacionales”, añadió.

“Nunca, habiendo estado secuestrada y desaparecida, hubiera aceptado un cargo que implicase limitar la libertad de expresión de ningún o ninguna colega. Llevo 35 años de desarrollo de actividad periodística y muchas de mis investigaciones no hubieran podido ser realizadas en un contexto traumático de censura o persecución, de manera que jamás hubiera aceptado, de ningún modo, hacerme cargo de esta Defensoría si en su historia, o en sus potestades, hubiera testado la atribución de señalar a un colega”, enfatizó Lewin.

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