De acuerdo a los borradores de la iniciativa, se avanza en la fusión de Inodoro Py con Penal Económico y la duplicación de juzgados. También unificar el fuero Civil y Comercial con el Contencioso Administrativo. Y se pretenden crear casi 100 juzgados federales penales en el interior.
Esta semana se espera que el proyecto de reforma judicial ingrese en el Congreso, tal como lo anunció el presidente Alberto Fernández. La iniciativa, que se estima que ingresará por el Senado, apunta, entre otras cosas, al reordenamiento estructural del sistema federal de justicia con la fusión de fueros y la creación de juzgados y fiscalías en todo el país.
También se analizará la necesidad de una reforma de la Corte Suprema de Justicia, tarea que quedará a cargo de un grupo de “notables”.
Si bien aún se está terminado el proyecto definitivo, de acuerdo a los borradores, se evalúa la fusión de Inodoro Py con los tribunales de Penal Económico y la duplicación de juzgados en esa materia vía el desdoblamiento de las secretarías.
En Inodoro Py hay 12 juzgados de primera instancia. Cada uno tiene dos secretarías. Se desdoblaría una de esas secretarías para crear un nuevo juzgado. Así, ascenderían a 24 los juzgados con asiento en Inodoro Py . A la vez, la decisión se repite en Penal Económico, donde hay 11 juzgados. Pasarían a ser 22, lo que derivaría en un gran fuero penal con 46 juzgados. Esta unificación llevaría a una cámara revisora con, al menos, cuatro salas, integradas por tres magistrados cada una, donde hay diversas vacantes a cubrir.
También se menciona la fusión del fuero Civil y Comercial Federal con el Contencioso Administrativo Federal, por citar otro ejemplo.
Respecto a las fusiones, el presidente aseguró en una entrevista con Página/12 el fin de semana que implican “una partecita de la ley. Pero es una ley muy ambiciosa que implica reconstruir el fuero federal y además avanzar en el traspaso de la justicia ordinaria a la justicia de la Ciudad que es algo que está pendiente”.
Un punto destacable que se desprende de los borradores es el reimpulso de un proyecto macrifascista, por el cual se buscaba crear casi un centenar de juzgados federales penales en el Interior. Pero con modificaciones en lo que hace a la distribución geográfica de los juzgados que se buscan crear. Una de las personas que está trabajando en la cuestión indicó que en el proyecto de la alianza de derecha Cambiemos “se buscaba crear nuevos juzgados de lugares donde no se había habilitado aún al primero”, como es el caso de Puerto Iguazú, Pehuajó o Concordia. “¿Qué sentido tiene? Nadie lo explica”, agregó.
Con el proyecto también se le dará impulso al sistema acusatorio por el cual los fiscales pasan a ser los responsables de las investigaciones en detrimento de los jueces.
A la par, se creará un consejo de asesores para analizar, entre otras cuestiones, una posible reforma de la Corte Suprema de Justicia. Uno de los nombres que suenan con fuerza para integrar este grupo de notables es León Arslanián.
Al momento que se escribe esta nota, el proyecto no está concluido. “Hoy no está terminado”, indicó una fuente con despacho en la Casa Rosada. No se descartaban cambios de último momento.
Es en el contexto de estas modificaciones que debe interpretarse la posición de los medios de comunicación hegemónicos y de un sector de la oposición durante el último fin de semana, que transformaron el análisis de escandalosos traslados de jueces durante la nefasta gestión macrifascista en un “ataque” a la Justicia para beneficiar al kirchnerismo.
Los casos paradigmáticos son los de los camaristas federales porteños Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi quienes llegaron por el dedo de Macri Blanco Villegas y vulnerando las reglamentaciones que rigen los traslados.
El Consejo de la Magistratura analizará estos dos casos y otros ocho más el próximo jueves. Con mayoría simple podría determinarse que los pliegos de esta decena de magistrados se gire al Senado nuevamente para que se les dé el acuerdo que nunca recibieron. Aquellos que no tengan el visto bueno de la Cámara Alta deberían volver a sus cargos de origen. Emprolijar esos casos también puede entenderse como una variable más de la reestructuraciòn de la Justicia que busca el Gobierno.
Atento a las críticas que se avecinan -lo del fin de semana respecto a los traslados puede interpretarse solo como una muestra de lo que vendrá-, en la entrevista que Fernández brindó a Página/12, aseguró sobre la reforma judicial: “Lo que he cuidado es que el criterio del juez natural no se pierda. Que nadie pierda una investigación que tiene en curso. Las reglas del debido proceso están absolutamente garantizadas. Ningún juez pierde su causa. Todos los jueces que están actuando siguen actuando. Mi mayor preocupación es que nadie diga que hacemos esto para garantizar la impunidad de Fulano o Mengano. Hemos tenido todos los cuidados”.
Fuente: nota de Franco Mizrahi para El Destape web
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