El jueves, luego del acto en La Plata, la vicepresidenta y un reducido grupo de funcionarios comieron en la residencia de Axel Kicillof. Hubo intendentes, ministros y diputados.
Cuando el acto en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata terminó, pasadas las 20:30 del jueves, solo algunos dirigentes siguieron la jornada y se quedaron en la ciudad de las diagonales. En la residencia de Axel Kicillof, ubicada sobre el fondo de la gobernación en pleno centro platense, ya esperaba la carne asada. Pero el menú principal fue escuchar de manera privada, y en primera persona, qué le había parecido a Cristina Fernández de Kirchner el multitudinario acto que acababa de encabezar.
Hubo intendentes, legisladores nacionales y bonaerenses en esa mesa que encabezó la vicepresidenta. Según pudo reconstruirse de algunos de los participantes, la ex mandataria se mostró conforme con el acto, con la organización y la respuesta de la gente. Así como durante el discurso contestó con la frase “todo en su medida y armoniosamente”, cuando el estadio coreaba “Cristina presidenta”, en la cena reservada tampoco hubo insinuaciones sobre el futuro electoral en términos personales. “Nadie se iba a animar tampoco a preguntarle qué va a hacer”, dijo una de las personas que se sentó en esa mesa.
La “novedad” en el discurso de la Vicepresidenta durante el acto tuvo que ver con el eje de seguridad y el pedido del regreso de los gendarmes al conurbano fue aplaudida también en el encuentro en la residencia de Kicillof. Es algo que los intendentes de la región metropolitana vienen exigiendo e incluso el ministro de seguridad provincial, Sergio Berni, en su momento supo reclamarle a la administración central. La vicepresidenta lo recordó en el discurso de antes de ayer.
“Varios coincidimos con eso y se lo hicimos saber”, apunta un intendente en reserva. “Es algo de lo que tenemos que hacernos cargo también como fuerza política porque la sociedad lo está padeciendo”, agrega una de las dirigentes que formó parte del ágape.
En el encuentro, CFK estuvo flanqueada de dirigencia bonaerense, aunque también participaron algunos ministros nacionales como Gabriel Katopodis, de Obras Públicas, y el ex ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; pero que tienen anclaje territorial en la Primera y Tercera sección del conurbano, respectivamente. “Ella sabe que la provincia de Buenos Aires es parte importante de la construcción”, opinó la misma dirigente.
Otro de los temas que también formaron parte de las conversaciones en la cena fueron, indefectiblemente, la inflación y cómo hacer para estar cerca de la gente en momentos donde la suba de precios sigue imponiéndose.
La ex mandataria también preguntó qué les había parecido el discurso y pidió a intendentes y dirigentes que “salgan a laburar”. Traducido: que estén en el territorio, escuchen y expliquen. Que hay que comunicar lo que se hizo bien. Algo que también habían planteado hacía algunas horas ante la multitud que pedía por su candidatura a presidenta. “Cuando decimos las cosas, no es por terquedad, no es por capricho. Es simplemente ayudar a que las cosas se hagan mejor, que de eso se trata. Y se pueden, se pueden hacer mejor. Y también de explicarle a nuestro pueblo, a la sociedad, que muchas veces se han tenido que tomar decisiones por el condicionamiento brutal con el que se recibió un gobierno después del retorno del Fondo Monetario a la República Argentina. Pero hay que explicar. No podemos decirle: está todo fantástico, está todo bien”, dijo en el escenario.
Una de las personas que participó de la cena fue más vehemente sobre este concepto: “Nosotros tenemos que plantear la discusión, exponerla ante la gente, porque la gente no es boluda”, resumió, ya pensando en la campaña del año que viene.
El after acto en la Residencia de Kicillof incluyó tiramisú de postre y una foto final ya en el jardín. La vicepresidenta en el centro, flanqueada por el gobernador y por el ministro del Interior Eduardo de Pedro a cada costado. Estos dos dirigentes fueron los únicos que subieron al escenario cuando CFK saludaba al concluir su discurso.
En la foto final que en la mañana de ayer hizo pública la vicepresidenta aparecen, además de los ya citados, los intendentes: Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mayra Mendoza (Quilmes), Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Andrés Watson (Florencio Varela), Mariano Cascallares (actual diputado provincial, en uso de licencia como intendente de Almirante Brown), Mariel Fernández (Moreno), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso), Marissa Fassi (Cañuelas), Federico Achával (Pilar), Gustavo Menéndez (en uso de licencia como intendente de Merlo), Ariel Sujarchuk (secretario de Economía del conocimiento e intendente en uso de licencia de Escobar).
Además, funcionarios provinciales como la vicegobernadora Verónica Magario; el Jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque; de Producción, Augusto Costa; de Infraestructura, Leonardo Nardini y de Ambiente, Daniela Vilar.
Completaron la mesa: el diputado y presidente de la Cámara baja provincial, Federico Otermín; la presidenta del bloque del Frente de Todos en el Senado bonaerense, Teresa García; su par en Diputados, César Valicenti, la titular del PAMI, Luana Volnovich; el titular de Vialidad, Gustavo Arrieta; la senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, Juliana Di Tullio; Subsecretario de articulación y comunicación comunitaria del ministerio de Desarrollo Social de la Nación y referente de La Cámpora en San Martín, Lauro Grande y el presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, el diputado nacional Máximo Kirchner, que en horas de la tarde se llevó buena parte de la atención del acto cuando optó por seguir el discurso de su madre junto al grueso de la militancia de la organización que conduce y por momentos parado en uno de los paravalanchas del Estadio Diego Armando Maradona.
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