martes, 25 de octubre de 2022

Ratas en los colegios de Larrata: familias realizaron un abrazo simbólico a la escuela N° 26 de Boedo y exigieron una completa desratización

Reclamaron que no se pierda un día más de clases por roedores. La directora de la escuela desmintió a Educación que la acusó de no haber informado: “Todas las pruebas de que se obró consecuentemente están al servicio del esclarecimiento de la situación”.


Mientras los centros de estudiantes secundarios continúan reclamando por las malas condiciones edilicias de sus escuelas, las viandas en mal estado y aguardan el llamado al diálogo por parte de Soledad Acuña; las familias de la comunidad educativa del nivel primario aseguran que la mayoría de las escuelas porteñas sufren el abandono y la desidia de años por parte de la cartera educativa.

Ayer, la comunidad educativa de la Escuela N° 26 del Distrito Escolar 6 "República de Colombia" que, por cuarta vez en el año, debió suspender las clases por la aparición de roedores, realizó un abrazo al edificio, exigiendo a las autoridades educativas de la Ciudad que “garanticen la completa desratización de las instalaciones”, bajo la consigna “que no se pierda un día más de clases por presencia de roedores”.

La jornada se realizó minutos antes del ingreso de estudiantes a la escuela, con padres, madres y docentes que exigían una solución inmediata y definitiva a la aparición de plagas en el edificio. El abrazo a la escuela incluyó corte de calle y carteles que señalaban: “Más inversión menos propaganda, “No quiero ratas en mi escuela”, y dibujos realizados por las y los estudiantes. 

"El viernes que suspendieron las clases encontraron 11 ratas en la rejilla del patio donde juegan los chicos, quiere decir que debe haber muchísimas más", denunció una madre que se manifestaba en las puertas de la escuela. "Hay un problema que el ministerio se niega a solucionar: El contenedor donde se tiran residuos orgánicos el gobierno lo vacía solo una vez por semana, cada día martes, y ahí se acumula muchísima mugre que puede ser uno de los focos de las ratas", agregó.

Quienes se manifestaban en la puerta de la escuela, coinciden que hay días que el olor a descomposición de los residuos es insoportable. "Estamos en la ciudad más rica del país, y sin embargo la comida que se sirve en el comedor de la escuela es de bajísima calidad. El colmo es que ahora ni siquiera se pueda servir y dejen a los chicos sin clases porque hay ratas. Y no es la primera vez”, contó Demetrio, papá de Salvador, de 2° grado, durante el abrazo a la escuela del barrio de Boedo. 

“El Gobierno (porteño) seguro le va a querer echar la culpa a los que cocinan, al personal de limpieza, porque para eso es especialista, pero todo es responsabilidad de Acuña y de Rodríguez Larreta. Si nuestros hijos fueran más grandes seguro tomarían la escuela, como hacen los secundarios".

En este caso, el ministerio de educación de la CABA no echó culpas a limpieza, ni a quienes cocinan los alimentos por la nueva invasión de roedores en la escuela; sino que intentó responsabilizar a la directora de la escuela al señalar que “no había dado aviso a la supervisión tras la aparición de la rata”, como si esa acción, de haber sido cierta, quitara responsabilidad a las autoridades gubernamentales por no poder eliminar la aparición sistemática de plagas en esa escuela. “Desconozco que el Ministerio haya respondido eso. Me daría mucha tristeza pensar que habiendo actuado de la mejor manera, en beneficio de los derechos del estudiantado y de los trabajadores que tengo a mi cargo, pongan de manifiesto la disputa, por tener afiliación sindical a SUTECBA y UTE”, señala Eleonora Santos, directora de la Escuela N ° 26. “Es la primera vez que me sucede esto en 22 años de trabajo”, agrega.

De acuerdo al protocolo implementado por cada escuela ante la aparición de roedores, primero se da aviso a la Supervisión escolar. “Llamé a Supervisión y me comunicaron que la supervisora adjunta y la supervisora escolar estaban en la escuela 15. Procedí a llamar primero a la adjunta a su celular y no atendió, luego me comuniqué con la Escolar y le di aviso de lo sucedido”, cuenta Santos. Inmediatamente después se elabora el parte de alerta por escrito y, en este caso se elevó a supervisión por mail y al arquitecto distrital. Éste a su vez se comunicó con la dirección para adelantar el servicio que estaba pactado para el sábado a las 8. “Se comunicó conmigo y asistió a la escuela, el encargado de la empresa de mantenimiento con un operario y los acompañé al sitio donde se avistaron los roedores. Se adelantó el servicio que se efectuó el mismo viernes a las 19”, detalla la titular del equipo de conducción. “Calculo que el gobierno se deslinda de responsabilidad porque deben querer estar seguros de que se actuó según normativa y protocolos vigentes. Todas las pruebas de que se obró consecuentemente están al servicio del esclarecimiento de la situación”, agrega.

El régimen porteño todos los meses tiene pautada desratización y desinsectación. Lo que solicitan desde la escuela es que la misma se realice cada dos semanas, para poder garantizar que no haya más plagas en el edificio. “A veces no depende de lo pautado porque las plagas son difíciles de combatir. Cuando surgen emergentes, se da aviso y se gestiona para resolver los mismos”, suma la directora.

El protocolo ante la aparición de ratas se cumplió

La directora de la escuela afirmó que “el roedor que salió de la rejilla fue visto por los estudiantes de los grados más chicos y docentes, se solicitó a cada maestra que llamen a las familias para informar la situación y retiren a los niños, porque debido a que el roedor caminó por el comedor y se escondió en la cocina, el servicio de comedor debió suspenderse”. 

Paralelamente el equipo de conducción le informó al encargado del concesionario telefónicamente y se organizó que durante la semana próxima, se cocinaría en planta. 

Asimismo ese viernes la cocinera y las camareras llevaron los elementos y herramientas de cocina a la planta elaboradora, para no cocinar en la escuela y hacer limpieza exhaustiva. También se le solicitó al concesionario colocar rejillas ciegas debajo de las existentes. 

“También se elaboró un mail informando a las familias y se solicitó a Cooperadora a ayudar con la difusión a través de los grupos de WhatsApp que ellos manejan, para hacer rápida y efectiva la comunicación con la comunidad educativa”, dijo Santos y agregó que “ante la pregunta de las familias, sobre qué más podemos hacer? Mi respuesta fue que se bajen la App de BA147 y soliciten a la comuna 5 desratización de la zona”.
Fuente: nota de Martín Suárez para Tiempo Argentino

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