La UCR y Evolución aportaron votos para llegar al quórum y adelantaron que votarán a favor del texto en general. El PRO y la Coalición Cínica se inclinan por la abstención y el rechazo.
El inicio del debate del Presupuesto 2023 volvió a dejar expuestas las diferencias al interior de Juntos por el Cambio, que no pudo llevar adelante una estrategia coordinada.
Pasadas las 13.30, casi todos los diputados del Frente de Todos estaban sentados en sus bancas expectantes porque todavía no estaba claro si conseguirían el quórum de 129 para iniciar la sesión. A pesar de contar con la presencia de los cuatro rionegrinos y misioneros de Provincias Unidas, necesitaban de Juntos por el Cambio.
Los diputados Emiliano Yacobitti y Danya Tavela, del bloque Evolución Radical, fueron los primeros en entrar en el recinto. Poco después se sumaron varios radicales como Hugo Romero, Miguel Ángel Bazze, Jorge Rizzoti y Martín Arjol.
El PRO y la Coalición Cínica no bajaron hasta que el oficialismo consiguió el número para dar inicio del debate. Desde la bancada referenciada a nivel nacional con Elisa Carrió habían adelantado hace días que no acompañarían el Presupuesto porque sus variables macroeconómicas son “poco realistas”, porque habilita suba de impuestos (como a los productos electrónicos de Tierra del Fuego) y porque extiende las facultades delegadas para establecer retenciones, entre otros puntos.
Por su parte, el PRO también informó a través de un comunicado que se abstendría en la votación en general. “Estamos absolutamente en contra de algunos artículos y es por ello que en la votación en particular nos opondremos a delegar en el Poder Ejecutivo el aumento de las retenciones, la creación de zonas aduaneras especiales, y en general de la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo”.
“No vamos a permitir que el Presupuesto sea usado como una herramienta de disciplinamiento del Poder Judicial. Defendemos la legalidad y por eso nos oponemos a que este debate se de en la ley de presupuesto. Lo hacemos con la autoridad moral de haber sancionado, durante el gobierno del Presidente Macri, una ley para que los jueces comiencen a tributar ganancias”, agregaron.
A pesar de que durante los últimos días se repitieron las reuniones entre los miembros de la coalición opositora de ultraderecha, no se llegó a un acuerdo para unificar criterios. Según pudo saberse, uno de los que más presión ejerció para aprobar el Presupuesto fue el gobernador fascista de Jujuy y titular de la UCR, Gerardo Morales.
Para un sector de la oposición, el plan de gastos e ingresos permite cierto “control” de las partidas y evita la discrecionalidad del Gobierno, que sin presupuesto puede reasignar todas las partidas por decreto. En concreto, temen que el oficialismo abuse de la discrecionalidad en un año electoral.
En el PRO y la Coalición Cínica cuestionaban por lo bajo que los gobernadores y los diputados de Evolución hayan negociado individualmente obras y partidas a cambio de apoyo político.
Según los “halcones” de Juntos por el Cambio, los artículos sobre retenciones, impuesto a las Ganancias para el Poder Judicial, los beneficios para el gremio Camioneros y el aumento de impuestos a los productos electrónicos de Tierra del Fuego les impedían poder votar a favor en general. No obstante, ya adelantaron que rechazarán todos estos puntos a la hora de la votación en particular.
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