viernes, 29 de julio de 2022

La Iglesia recibió a los movimientos sociales afines al Gobierno y se mostró preocupada por contexto social

Monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, advirtió por los altos niveles de indigencia. Estuvieron el “Gringo” Castro, Gildo Onorato y Juan Carlos Alderete, entre otros.


El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, recibió ayer a laa mañana a los principales dirigentes de los movimientos populares vinculados al Gobierno. 

El encuentro, de más de una hora, estuvo marcado por la compleja situación social y económica por la que atraviesa el país. 

Al finalizar la reunión, la máxima institución eclesiástica del país emitió un duro comunicado: “En el contexto social sumamente complejo y preocupante que vivimos, la Iglesia comparte la preocupación por la situación de indigencia de una parte importante de la población, que se suma a la gravedad de la crisis económica que hace imposible llegar a fin de mes para una gran mayoría”.

La oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina destacó que el obispo de San Isidro se reunió con los representantes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), a pedido de su secretario General, Esteban “Gringo” Castro.

El encuentro y el comunicado de la Iglesia fueron de un alto voltaje político y simbólico: se realizaron en medio de las protestas callejeras que desde hace varias semanas llevan adelante organizaciones de la oficialista UTEP y de la Unidad Piquetera por un rosario de reivindicaciones sociales que le exigen al Gobierno, y mientras en la Casa Rosada continúan las reuniones en la que se podría implementar cambios en el gabinete nacional. También por las denuncias de “estigmatización política” y “persecución judicial” que reciben, según le hicieron saber a Ojea.

Además de Castro, estuvieron presentes, entre otros, Gildo Onorato, el secretario gremial de la UTEP y dirigente del Movimiento Evita; el diputado nacional Juan Carlos Alderete, líder de la CCC; Laura Cibeli, dirigente del MTE, que se referencia en Juan Grabois; Norma Morales, de Somos Barrios de Pie, y Milca Sosa, dirigente del Movimiento Evita, cuyos principales referentes son Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro.

Castro se mostró afectado por el cariño demostrado por Ojea y la comprensión que dispensó sobre los temas que abordaron: “Primero todos los compañeros estaban muy agradecidos que fuimos recibidos por el titular de la iglesia argentina. Allí tuvimos la oportunidad de encontrar un Padre que escuchó nuestro clamor. Porque el poder político y judicial nos persigue por estar organizados y defender a los más pobres”. 

“Hoy por ejemplo quisieron quemar un local en el Chaco, a Juan Grabois le iniciaron nueve causas penales, en Jujuy la CCC tiene 16 causas en su contra persiguiendo a 70 militantes, Milagro Sala que sigue detenida. Esta crueldad del poder escuchó Ojea, quien pidió un listado de todas las causas penales de la persecución que sufrimos”, remarcó.

Asimismo, sostuvo que “Ojea puso en valor lo realizado por las compañeras en los barrios, él tuvo su experiencia, en su diócesis, San Isidro, durante la pandemia y dijo estar conmovido porque vio cómo los barrios alimentaron a los barrios. La comunidad se organizó. Nos pidió seguir con nuestro trabajo comunitario y reclamos siempre en la paz”.

Onorato, por su parte, se mostró en la misma línea que el secretario general de la UTEP: “Le manifestamos a Monseñor Ojea nuestra preocupación tanto por la escalada política como judicial y de estigmatización”. Y destacó que el obispo de San Isidro “reivindicó el trabajo de la economía popular y de los movimientos como garantes de la paz social”.

Sobre el tema de la persecución política y judicial que denunciaron ante el clérigo, el comunicado difundido por la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina afirma que monseñor Ojea “instó a que se dialogue con los funcionarios y organismos correspondientes para que se garantice el libre ejercicio de los derechos constitucionales”.

El obispo, de inmejorable relación con el Papa Francisco, les reiteró a los dirigentes populares “la necesidad de dialogar siempre en la búsqueda de aquellas medidas de gobierno, posibles y necesarias en este momento, para evitar todo tipo de violencia, recordando que los movimientos sociales históricamente han sabido trabajar para la construcción de la paz social”.

El titular de la Conferencia Episcopal Argentina también repasó con los dirigentes populares un fragmento del mensaje de los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en la Semana Social del mes pasado, donde se destacó al “trabajo digno como el gran ordenador de la vida humana y la felicidad, entendiendo que la posibilidad de acceder al mismo no es un problema individual; es la consecuencia de un modelo que debe anteponer la producción a la especulación, la distribución a la concentración y el acaparamiento, el bien común a la rentabilidad sectorial”, una visión que Castro, Grabois y Alderete también reivindica y lo han hecho público.

Horas antes del encuentro con el obispo de San Isidro, los mismo dirigentes populares, junto a representantes de la Unidad Piquetera, protagonizaron una fuerte protesta frente al Palacio de Tribunales para exigirle a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que jueces y fiscales “paren con la criminalización de las organizaciones populares”, según un comunicado conjunto que difundieron junto con Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero y de la Unidad Piquetera que ayer también realizó una masiva marcha a Plaza de Mayo en reclamo de la “universalización” del programa Potenciar Trabajo, entre otras reivindicaciones.

De manera simultánea, Juan Grabois y dirigentes de la UTEP como Dina Sánchez, referente del Frente Popular Darío Santillán, realizaron una concentración en el Obelisco Porteño y 300 asambleas en todo país para reclamar por Salario Básico Universal, aumento para jubilados y empleados públicos y privados. Además, votaron que “el plan de lucha continúa el próximo 7 de agosto en la tradicional movilización de San Cayetano” que lleva adelante la UTEP y que contiene un pliego reivindicativo de siete leyes, que incluye el Salario Universal.

En la asamblea popular también resolvieron que “si no hay respuesta, continuarán las asambleas y concentraciones la semana siguiente”.

En el encuentro con Ojea, celebrado en el edificio que la Conferencia Episcopal Argentina tiene en la calle Suipacha al 1000, Onorato y Castro, según le dijeron a este medio, le detallaron al obispo las características que tendrá la movilización del 7 de agosto, día de San Cayetano, que, según Onorato “siempre ha estado muy cercana el evangelio del Papa Francisco” y destacó que este año la reivindicación principal será por “Pan, Paz, Techo y Trabajo”.

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