El ex ministro de Hacienda opinó sobre el entendimiento alcanzado y reiteró que no se arrepiente de haber recurrido al Fondo Monetario para resolver los problemas de la Argentina.
Luego de que el Gobierno nacional anunciara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado viernes, Nicolás Dujovne el ex ministro de Economía del infame régimen macrifascista (2017-2019), rompió el silencio y sorprendió al calificar de "positivo" el primer entendimiento con el organismo internacional.
"Es un primer paso preliminar, no puedo no calificarlo como positivo. Nadie discute en el mundo que hay que tener el fisco en orden y remover el financiamiento monetario del BCRA. La economía argentina está plagada de problemas: tenemos mucha pobreza, mucha inflación, cepos. Si agregábamos un default íbamos a estar mucho peor”, expresó ayer a la mañana el ex columnista toma whisky de TN en declaraciones a la ultramacrifascista radio Rivadavia.
Dujovne, que firmó el préstamo con el FMI, recogió el guante por las críticas que recibió en el último tiempo y justificó la decisión tomada durante su gestión: “No me arrepiento de haber ido al Fondo, los problemas de la Argentina son muy grandes, el FMI nos estaba ayudando a resolverlos en un costo menor”.
A su vez, afirmó que dos de los problemas más graves que enfrenta el país son los "defaults permanentes" y recaer en los "controles de cambio". Ante la consulta sobre qué destino tuvieron los dólares que llegaron al país (el acuerdo stand-by fijaba un préstamo por U$S 57.000 pero finalmente fueron enviados U$S 44.000), Dujovne explicó que “los dólares no se evaporaron, los usamos para estar al corriente de la deuda mientras mejorábamos la posición fiscal. Llegamos al equilibrio en el día que nos íbamos e íbamos a tener superávit en los años siguientes". Para el ex ministro, el objetivo era "reemplazar financiamiento del Fondo por financiamiento del mercado”.
En referencia al duro informe del FMI de diciembre pasado, el economista consideró que “en el trabajo que realiza el Fondo parte de la crítica es que se debería haber ido mas rápido en el programa fiscal con reformas estructurales. Hay una crítica a la sociedad argentina que no acompañó la continuidad de un programa que nos estaba ayudando a resolver problemas estructurales”.
Y a modo de autocrítica, admitió que “puede ser que no hayamos ido lo suficiente rápido con la corrección fiscal. Creo que íbamos por el rumbo adecuado".
Por último, pese a que ponderó que se haya logrado un acuerdo con el FMI, el sorete mal cagado criticó que no sea un "programa de cambio".
"Yo estoy convencido de que para crecer, hay que cambiar. La economía argentina ya no tiene tierra para crecer, necesita que la fertilicemos con reformas. Tenemos que ir hacia una reforma laboral, previsional, tributaria y abrirnos al mundo”. concluyó.
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