Según confirmaron fuentes oficiales, el plan ya está en manos de Economía. Va en línea con el acuerdo que la Argentina avanzó con el FMI por la deuda.
En línea con el acuerdo que la Argentina avanzó con el FMI por la deuda y el plan económico, el Gobierno ya tiene lista la segmentación de las tarifas de servicios de energía en busca de reducir los subsidios.
Según confirmaron fuentes oficiales, "el plan de segmentación tarifaria hecho por el ENRE en conjunto y coordinación con el Conicet fue presentado y entregado en diciembre pasado al Ministro de Economía y al secretario de energía, para que ambos funcionarios puedan tener la herramienta a disposición y poder utilizarla en el momento que crean adecuado".
Como se informó en el mes de enero se estableció un parámetro de aumento tarifario que tiene como techo un 20% y dicho incremento, si así lo disponen las autoridades antes nombradas, podría aplicarse simultáneamente con el trabajo de segmentación ya entregada .
A través de una documento preparado para ser presentado en las audiencias públicas donde se definirán las tarifas de energía, la subsecretaría de Energía Eléctrica oficializó que planea un aumento de entre el 17% y 20% en las boletas de luz para este año.
La dependencia afirmó que se “cree conveniente rever la cobertura de los usuarios del costo de generación y transporte y, consecuentemente, el precio que se traslada a los usuarios”. Esto implica ir removiendo subsidios, como lo exige el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las subas de 2022 están justificadas -según este organismo- “con la perspectiva de continuar en el sendero de la recuperación económica”. El Estado nacional subsidia el 65% de esos costos. Es decir que los clientes pagan un 35% de lo que vale la luz.
Aunque fuentes oficiales ya habían expresado que el aumento sería de entre 17% y 20% en las boletas, la presentación de la subsecretaría de Energía Eléctrica es la confirmación por escrito de esa decisión.
“Se prevé que los costos de generación aumenten en el año 2022 respecto al año 2021. Con la recuperación económica que está experimentando el país, se cree oportuno avanzar en la revisión de los precios estacionales”, señala un documento de la dependencia encabezada por Federico Basualdo.
“Por ello, se plantea la fijación de precios se defina de forma tal cuyo impacto final en la factura de los usuarios oscile entre 17% y 20%. La liberación de fondos en materia de subsidio corrientes al precio de la energía contribuirá a la ejecución de obras de infraestructura para fortalecer el funcionamiento del sistema eléctrico con un enfoque inclusivo y federal”, establece ese trabajo.
Antes de ayer, las empresas Edesur y Edenor consideraron "imprescindible" una "adecuación tarifaria" de los servicios de energía eléctrica, pero evitaron difundir el porcentaje de aumento que buscan obtener.
Según ambas compañías -que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) si se mantienen los actuales valores tarifarios, sus déficits operativos aumentarían en 2022 en $ 43.236 millones (en el caso de Edesur) y $ 56.817 millones (Edenor).
Las distribuidoras elevaron sus proyecciones económico-financieras a la interventora del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) María Soledad Manín, en el marco de la audiencia pública que se realizará el 17 de febrero.
En esa oportunidad, tanto distribuidoras como transportadoras presentarán formalmente sus propuestas de ajuste de tarifas. En el marco de la audiencia, se estima que tanto Edenor como Edesur darán a conocer el porcentaje de aumento que pretenden.
El Gobierno estima un incremento del 20% en promedio para el servicio eléctrico, pero como también busca llevar adelante una segmentación de tarifas -tal como lo anunció el ministro de Economía, Martín Guzmán- muchos usuarios dejarán de ser subsidiados y pagarán el valor total del servicio, aunque se mantendrá la tarifa social.
Ante el ENRE, Edesur puntualizó que, sin ajuste tarifario, el flujo de fondos de la compañía tendría un déficit adicional de $ 43.236 millones.
Edenor, por su parte, presentó dos escenarios: uno con los supuestos macroeconómicos fijados por el ENRE en base al proyecto de ley de Presupuesto (33% de inflación y dólar a $ 131,10 a fin de año) y otro en base a estimaciones hechas por la propia compañía en octubre del año pasado (46,8% y $ 153,40 para ambos indicadores, respectivamente).
El resultado de la proyección para 2022 con las variables macro remitidas por el ENRE arroja un déficit de caja de $ 50.849 millones, explicó sobre la primera de las opciones.
Luego, en cuanto a la necesidad de fondos según sus estimaciones, indicó que asciende a un total de $ 56.817 millones adicionales para cubrir el déficit del período.
Por Julián Guarino para Ámbito.com
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