El silencio de un sector del Frente de Todos en torno al acuerdo puso en evidencia las diferencias internas. Las consecuencias del entendimiento en el plano político impactarán en una reconfiguración de fuerzas en la coalición de gobierno.
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) definirá la economía del Gobierno (y de la gestión que le siga) para los próximos años. No obstante, las consecuencias en el plano político son de igual magnitud e impactarán en una reconfiguración del escenario que en el Frente de Todos ya se puede ver.
La primera lectura política que hicieron en Casa Rosada tras el acuerdo es que el Frente de Todos sigue en carrera para las elecciones presidenciales de 2023. La pregunta es ¿pero a qué costo?
Si algo quedó en claro el viernes es que los voceros elegidos para salir anunciar el entendimiento, estos son el propio presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa e incluso el proprio Jefe de Gabinete Juan Manzur (cuya continuidad fue puesta en duda hace apenas una semana), representan el sector más moderado de la coalición oficialista y sacaron ventaja al interior del Frente al lograr entrar en la foto del anuncio.
Sin embargo, el silencio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, o el ministro de Interior Eduardo “Waldo” De Pedro, es más que elocuente y evidencia el malestar al interior del Gobierno sobre lo acordado. Y es que para este sector, la receta firmada con el Fondo implica un escenario económico que no favorece sus chances electorales.
Ya en noviembre la ex presidenta se anticipaba a que lo acordado con el Fondo no fuera en los términos pretendidos, y afirmaba en una de sus cartas que “la lapicera la tiene el Presidente”, tomando así distancia de un posible acuerdo con gusto a poco.
Las principales críticas del kirchnerismo al entendimiento que se logró con el Fondo, y que fueron anticipadas por el presidente a Cristina antes del anuncio son, por un lado, que no se logró uno de los principales objetivos como era el de la quita de sobretasas. En segundo lugar, la reducción en el subsidio a las tarifas energéticas que derivará en un aumento de tarifas.
Por eso, en las últimas horas la mirada en torno a lo que sucederá en el Congreso giró de la oposición a lo que hará el kirchnerismo. De hecho, Juntos por el Cambio se expresó antes que referentes del espacio que lidera la vicepresidenta como por ejemplo el gobernador Axel Kicillof.
En un Zoom del que participó Miauricio Macri Blanco Villegas, la Mesa Nacional de la alianza opositora de derecha publicó un comunicado titulado "Sobre el principio de acuerdo con el FMI", en el que manifestó que considera "positivo este primer entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que evita así un costoso default".
"Es un primer paso para no seguir sembrando incertidumbre en la Sociedad", señalaron en el texto. Asimismo, afirmaron que "aguardaremos la continuidad de las negociaciones que deriven en detalles de un acuerdo definitivo, que luego será evaluado en el Congreso, tal como establece la ley que todos hemos aprobado”.
Horas después, desde el Gobierno se intentó mostrar un mensaje de unidad oficial en torno al acuerdo y para esto en las redes de Casa Rosada se publicó un compilado de tuits en el que distintos ministros y gobernadores destacaron el anuncio. El posteo tuvo que repetirse cuando el gobernador bonaerense publicó su mensaje, más orientado en cuestionar a la gestión macrifascista que en los puntos del actual entendimiento.
Por ahora, desde el Frente de Todos aseguran que este malestar interno no se trasladará a la votación en el Congreso. No obstante, ya movió el tablero político de la coalición gobernante.
Fuente: nota de Cecilia Camarano para Ámbito.com
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