La desafectación de esas partidas se decidió en noviembre pero en el Boletín Oficial se publicó tres meses después. Involucra a dos edificios nuevos y otros que presentan gran deterioro edilicio.
Mucho se habló a principios de año sobre el fuerte ajuste que hizo el régimen porteño en materia educativa en el presupuesto 2021, que se reconoce como la más fuerte poda en toda la historia de la Ciudad, quedando Educación con apenas el 17,18% del presupuesto total. Pero muy poco se dijo de las partidas que ya estaban asignadas para diferentes sectores y que el Ministerio que conduce Soledad Acuña decidió eliminar.
A mediados del mes de enero se había conocido el cuantioso recorte que operó la nefasta gestión de Horacio Rodríguez Larrata en el Plan Sarmiento, encargado de repartir dispositivos electrónicos a miles de estudiantes porteños. La quita alcanzó los 371 millones de pesos, que fueron subejecutados a la Dirección de Educación de Gestión Privada. El año comenzaba de la peor manera para la comunidad de la escuela pública. Mientras reclamaba computadoras para los miles de chicos y chicas que no poseen dispositivos, Acuña transformaba ese dinero en subsidios para la educación privada.
Pero esto no fue todo: en las últimas horas se reveló que la CABA dio de baja cientos de millones de pesos que estaban destinados a la construcción de escuelas a nuevo, a obras de refacción y de mantenimiento. Decisión que tomó en el mes de noviembre y que fue publicada en el Boletín Oficial tres meses después. Del 6 de noviembre al 13 enero, Soledad Acuña le quitó poco más de 847 millones a la educación pública.
Primero dejó sin efecto la licitación 2333/MEDGC/20 para terminar la construcción de la Escuela de Danzas N°2 DE 18, Jorge Donn, por un monto de 241 millones 700 mil pesos. La obra comenzó en el año 2015 y debía terminarse en seis meses, pero se frenó en varias oportunidades, hasta que un fallo de la jueza Elena Liberatori, en 2019, ordenó al gobierno porteño que retomara las obras.
“Nosotros estamos en un edificio compartido con la Escuela de Cerámica Fernando Arranz, que es una ex fábrica de lavarropas. Es un edificio muy precario con aulas muy chicas, con los pisos rotos y con goteras, que no está pensado para ser una escuela. Aquí conviven más de mil personas entre alumnos y docentes”, señala Lucas Bragan, profesor y delegado de ADEMYS. La Jorge Donn, llamada así en homenaje al célebre bailarín, es una escuela secundaria con la posibilidad de continuar estudios terciarios en danzas. “Es muy grande la comunidad educativa de ambas escuelas compartiendo un solo edificio, y en este contexto de pandemia, la ministra Acuña nos quiere hacer volver a todos juntos, al mismo tiempo. Por eso ahora más que nunca era indispensable el nuevo edificio”, agrega Bragan.
El 24 de noviembre, Acuña también desafectó la suma de $ 214 millones destinados a la construcción de otro edificio escolar, la Escuela Primaria de Creación Estación Buenos Aires, ubicada en el Distrito Escolar N° 5, sobre la calle Suárez esquina Monasterio. En la Resolución 240/SSGEFYAR/20, culpa a la situación de Emergencia Económica y Financiera de la Ciudad estipulada en la Ley 6301, que comenzó en el mes de mayo de 2020. Esta escuela, como el resto, está dentro de aquel plan oficial del régimen porteño que comprendía la apertura de 54 establecimientos educativos nuevos, entre 2015 y 2019. Es una escuela que jamás edificó, pero que aparece en la lista, como el resto de los otros 50 edificios escolares que no construyeron.
“Es una vergüenza que proclamen a la educación como prioridad y en las sombras quitan todo el dinero que estaba destinado a la construcción de escuelas”, afirma Lorena Pokoik, legisladora porteña del Frente de Todos. “Esto es algo que Acuña y Larreta hacen constantemente, pero cuando la información aparece toda junta en el Boletín Oficial, varios meses después de haberlo hecho, es muy fuerte. Necesitamos más escuelas en la Ciudad. Para este año se calcula una falta de vacantes de 30 mil pibes”, agrega la vicepresidenta de la Comisión de Educación, y termina señalando que “después se llenan la boca con que la educación es lo primero. Mienten desde que se levantan hasta que se acuestan”.
Delfín Gallo, un edificio histórico al que se le cae la mampostería
El 17 de noviembre de 2020, Acuña dio por tierra con otros 20,5 millones de pesos consignados para trabajos de instalación eléctrica en la Escuela Nº33 D.E. 18, de Álvarez Jonte 5075; y para obras de restauración, interior y reparación de carpinterías de la Escuela Nº1 D.E. 16 Delfín Gallo, ubicada en Fernández de Enciso 4451; publicados en las resoluciones 337 y 338 respectivamente.
Delfín Gallo es una escuela emblemática, la primera del barrio de Villa Devoto, inaugurada en 1894. “El edificio es patrimonio histórico de la Ciudad de Buenos Aires y está con muchos problemas edilicios”, señala Marilina Arias, docente que trabajó hasta el año pasado en el lugar. Esta escuela contiene una comunidad educativa de 900 personas entre alumnos y docentes.
“La escuela tiene problemas de derrumbe de la mampostería de los balcones, hacia afuera y hacia adentro del edificio. Muchas veces, mientras jugábamos con los chicos en el patio, se caían pedazos de revoque. Es una situación de emergencia que se repite en muchísimas escuelas porteñas”, agrega.
Cada uno de los recortes que realizó la CABA lo hizo en plena pandemia, cuando se necesitan más obras de adecuación, refacción y nuevas escuelas para reducir la cantidad de contagios durante la presencialidad.
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