El jefe de Estado inauguró el Colector Cloacal Morón Sur junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y afirmó que es necesario evitar "que el país se desmorone" como sucedió durante los gobiernos de de la Rúa y Macri. "No importa quién va a presidir la Argentina a partir del 10 de diciembre. Lo que sí importa es que sea uno de los nuestros", aseguró.
El presidente Alberto Fernández inauguró ayer el Colector Cloacal Morón Sur, en Morón, y le pidió al pueblo argentino "que no desvíe la senda" y acompañe al Frente de Todos en las próximas elecciones, para evitar que el país "se desmorone" como ocurrió durante los gobiernos de Fernando de la Rúa y Miauricio Macri.
"Le pido al pueblo argentino que no desvíe la senda. Un día desviaron la senda y votaron a de la Rúa y el país se desmoronó. Otro día desviaron la senda y votaron a Macri y el país se desmoronó. Les pido que no desvíen la senda, porque hay una lógica política que todos nosotros tenemos y que no debe ser alterada", dijo el mandatario desde Morón.
Y continuó, restándole importancia a la interna que divide al Frente de Todos: "Necesitamos la compañía de ustedes. No importa quién va a presidir la Argentina a partir del 10 de diciembre. Lo que sí importa es que sea uno de los nuestros para que no se altere el movimiento y el sentido político que nosotros le hemos dado a la Argentina".
Críticas a Miauricio Macri
Fernández inició su discurso en el acto de ayer -que contó también con la presencia del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el intendente local, Lucas Ghi, y la presidenta de AySA, Malena Galmarini- con duras críticas hacia Miauricio Macri.
“Llevamos 3 años muy difíciles donde debimos enfrentar primero lo que Macri nos dejó: 54 puntos de inflación, un endeudamiento como nunca la Argentina había tenido y obligaciones imposibles de cumplir en materia de endeudamiento. Al día 99 de ser gobierno, vino una pandemia que asoló al mundo y cuando creíamos que estaba empezando a superarse se desató una guerra en Europa que repercute en la economía de todo el mundo”, reflexionó sobre las dificultades que debió atravesar su gestión, donde sin embargo se siguen inaugurando obras porque “hay comprensión de las necesidades que el pueblo tiene y decisión de que el Estado esté presente allá donde haya un argentino que esté reclamando auxilio”.
"Sé que muchos argentinos y argentinas que como consecuencia de la pandemia y la inflación sienten que sus ingresos no les alcanzan. Sin embargo lo que les pido es que no saquen como conclusión que finalmente todo es lo mismo en la política porque no todo es lo mismo", remarcó.
En política, señaló Fernández, "hay quienes creen que el Estado está de más y hay quienes creemos que el Estado siempre debe estar presente para poner igualdad allá donde la igualdad se quiebra. Hay también quienes creen que las obras son una oportunidad para sus propias empresas, para empresas del primo o para empresas de un amigo, y hay quienes creemos que cada obra es una necesidad del pueblo y que hay que pensar cómo hacerlas del mejor modo y lo más rápido posible para que esos servicios lleguen a la gente".
"Hay algunos", añadió siguiendo la misma lógica, "que llegaron, blanquearon sus bienes, se enriquecieron y se fueron a dar cátedras de ética a la FIFA. Y hay otros que vamos a dejar al gobierno con el mismo patrimonio que cuando llegamos, que dejamos todo, no nos llevamos nada, salvo el enorme honor que los argentinos nos han dado de gobernar los destinos de la patria".
Obra pública sin beneficios para amigos
El jefe de Estado analizó que Argentina "tiene enorme potencial: las condiciones del mundo nos abren las puertas a un formidable futuro que reclama alimentos y energía, cosa que la Argentina tiene".
Lo "único que necesitamos", insistió en ese sentido, "es no cambiar el rumbo: tenemos muchos problemas que resolver pero todos sabemos que en el gobierno que nos precedió se destruyeron 200.000 puestos de trabajo registrados, mientras que nosotros llevamos (creados) más de 500.000 empleos registrados".
De ese total, "430.000 son trabajadores de la construcción", mientras que "cuando llegamos al gobierno solo eran 220.000 (en ese rubro)", agregó, al remarcar que "la obra pública es un gran motor para que la economía se mueva".
En su discurso, Fernández también criticó el formato de construcción que desplegó el nefasto régimen macrifascista. "Con Katopodis vimos lo que eran los programas de participación pública y privada, un formidable mecanismo estafatorio donde a ciertas empresas se les garantizaban millones de dólares en ganancias y el Estado solo perdía", lamentó y recordó, a modo de ejemplo, que "cuando terminaba el mandato Macri se apuró para que el gasoducto Néstor Kirchner lo hicieran a través del subsistema de propiedad público-privada que era escandaloso, tanto que no lo pudo concretar".
En cambio, "nosotros ya terminamos 3000 obras y pudimos demostrar que se pueden hacer obras públicas en la Argentina sin beneficiar a amigos, sin beneficiar a familiares, y pensando en la gente", añadió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario