El líder de La Cámpora estuvo en Río Gallegos en la presentación de un libro sobre Eva Perón, donde analizó la realidad del país, lanzó críticas a la oposición y reiteró sus denuncias de proscripción sobre Cristina.
Máximo Kirchner participó ayer de la presentación de un libro en Río Gallegos, donde volvió a denunciar la “proscripción” sobre Cristina, analizó al antiperonismo a lo largo de la historia argentina y la realidad del país en relación a las próximas elecciones.
En ese sentido, el líder de La Cámpora expresó que su deseo de que el Gobierno esté a cargo de “un buen peronista o una buena peronista”, en lo que representó una crítica sutil a Alberto Fernández, con quien se encuentra distanciado desde la firma del acuerdo con el FMI.
“El problema son los 72 años de antiperonismo pero no porque deba gobernar siempre el peronismo, sino por el no reconocimiento de una fuerza política que tiene el arraigo popular que tiene el peronismo. Siempre la militancia peronista termina sufriendo esas descargas de odio violento como sufrió el cuerpo de Eva”, expresó Máximo durante la presentación del libro “Eva y las mujeres: una historia de irreverencia”, de Julia Rosemberg, en el Comando Provincial del Frente de Todos, en una actividad conjunta con el Instituto Néstor Vuelve.
Rosemberg y Kirchner analizaron el papel de Evita en el peronismo, la Revolución Libertadora del ‘55 y la forma en que en los años ‘70 la figura de Eva Perón creció de la mano de la militancia peronista. En ese sentido, el legislador insistió: “El problema no es el antiperonismo porque algunos van a decir ‘quiere que gobierne siempre el peronismo’. Yo quiero que gobierne un buen peronista. Peronistas hay muchos, yo quiero que gobierne un buen peronista o una buena peronista”.
“Eva no arremetía con los ojos cerrados, sabía muy bien, organizaba, trabajaba, militaba, se preparaba. Era consciente de sus limitaciones para poder superarlas. Las personas, compañeros que estén donde estén, que no son conscientes de sus limitaciones no pueden superarlas jamás”, agregó.
En una parte de su discurso, el diputado comparó, sin nombrarla, las amenazas que recibió María Eugenia Vidal cuando gobernó la provincia de Buenos Aires -que la obligaron a vivir en una base naval- con el intento de asesinato que sufrió Cristina Fernández de Kirchner. Según su visión, sobre las mujeres peronistas se “descarga odio y bronca” por su ideología política y lo ejemplificó, además, con los casos de Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, y Luana Volnovich, titular de ANSeS. “No es sano lo que ocurre de cara al próximo proceso electoral”, expresó.
Además, volvió a denunciar la supuesta proscripción que sufre CFK, al expresar que “la persona que reúne la mayor cantidad de votos en Argentina no se puede presentar. Pero esto sucedió desde el ‘55 en adelante, de abusos y atrocidades bajo al Revolución libertadora, más conocida como fusiladora”.
El diputado del Frente de Todos defendió el pago de la deuda externa durante la gestión de Néstor Kirchner pero, sin embargo, recordó su diferenciación con la negociación que llevó adelante el ex ministro Martín Guzmán: “Cuando uno no está de acuerdo con algo, se corre. Cuando no estuve de acuerdo con la decisión que se dio con el FMI de cómo se negoció, me fui, pero no me fui del bloque”.
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