jueves, 23 de febrero de 2023

El discurso que prepara Alberto Fernández para el 1° de marzo

Los ejes del discurso presidencial y la ambición de sostener la posibilidad de ir por la reelección. Incógnitas sobre el comportamiento de la oposición y la asistencia de los miembros de la execrable Corte Suprema. Será el reencuentro del presidente con Cristina en medio de la disputa por la estrategia electoral.


En menos de una semana, Alberto Fernández abrirá el primero de marzo y ante la Asamblea Legislativa el periodo de sesiones ordinarias del Congreso en el último año de su mandato, cruzado por la campaña electoral. 

Será el reencuentro cara a cara del presidente con Cristina Fernández de Kirchner, en medio del clamor de una parte importante del Frente de Todos para que la vicepresidenta desista de su decisión de no presentarse en la contienda electoral tras la condena del Poder Judicial que “busca su proscripción”. 

En ese marco, Fernández defenderá en su discurso la gestión de Gobierno con la aspiración de volver a encabezar la boleta del oficialismo en busca de su reelección. Todo en medio de la disputa interna en la coalición por la estrategia con que irá a la disputa electoral. Mientras que la principal alianza opositora de ultraderecha Juntos por el Cambio (también envuelta en una durísima pelea intestina), insistirá en sus críticas a la administración oficialista para fortalecer sus pretensiones electorales de volver a la Casa Rosada; al tiempo que hará gala de su fuerza legislativa que abroquelada en defensa de los miembros de la Corte Suprema de Justicia paralizó el Congreso y frustró el ambicioso temario que el Presidente envió para las sesiones extraordinarias.

Defensa de la gestión

En medio de sus cada vez más frecuentes apariciones públicas y recorridos por distintas provincias, Alberto Fernández elabora junto a sus colaboradores más fieles el discurso que desarrollará ante la Asamblea Legislativa. Un texto que tendrá entre sus ejes la defensa de su gestión.

El Congreso ya no será el mismo escenario de marzo de 2002, donde todavía abundaban los barbijos entre los asistentes. Sin embargo, el presidente insistirá –como repite en muchas ocasiones— con las dificultades económicas que encontró el comienzo de su gobierno con la pandemia de la covid 19 y que acrecentó la crisis económica global que produce la guerra Rusia-Ucrania. Allí volverá a desempolvar todas las medidas que tomó el gobierno para afrontar la crisis.

Las dificultades económicas será uno de los ejes que abordará el Presidente. Por eso tampoco se descarta que haga mención al fuertísimo endeudamiento externo y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que heredó del nefasto régimen de Miauricio Macri y condicionó la economía doméstica. Un tema que en 2002 desató la ira del macrismo, cuando Fernández no descartó las consecuencias judiciales para Macri por el acuerdo firmado con el FMI, pese a su decisión de que el Congreso ratifique la renegociación que el Gobierno emprendió con el organismo multilateral de crédito.

Los legisladores del PRO, entonces, se levantaron y a los gritos abandonaron la Asamblea Legislativa. Lo que mostró fisuras en la alianza opositora, ya que sus socios políticos de la UCR y otros aliados se mantuvieron en sus bancas.

La escalada inflacionaria y el deterioro salarial no podrán faltar entre sus menciones. El Presidente buscará allí apoyar y fortalecer las medidas que impulsa el ministro de Economía Sergio Massa, para surfear la crisis y tratar de domesticarla.

Cara a cara con Cristina

De todas maneras, el discurso presidencial estará cruzado por la disputa electoral de este año. La Asamblea Legislativa será el escenario del reencuentro del Presidente con su vice, tras largos periodos de distanciamientos y cruces por la política económica del Gobierno. Y ahora por la estrategia electoral del oficialismo.

El presidente hará de uno de sus ejes principales de su discurso, la resolución que adoptó la Mesa Nacional del Frente de Todos que se pronunció en contra de “la proscripción de Cristina” que impuso el Poder Judicial con la sentencia que la condenó en la llamada causa Vialidad.

Fernández sostiene que existe una persecución judicial contra su compañera de fórmula y que el proceso de investigación que llevó adelante el fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad está viciado. Además, considera que la causa por la que Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos, no tiene sustento jurídico.

Con lo que el jefe de Estado volverá a cuestionar al Poder Judicial y en especial a la abyecta Corte Suprema de (in)Justicia, como impulsor del juicio político a sus miembros que firmó junto a los gobernadores peronistas. Un tema en el que el Frente de Todos no hay fisuras.

Aunque subsisten las diferencias en el plano electoral. La Mesa Nacional del FdT también resolvió “organizar una comisión que entreviste a CFK con el objetivo que revierta su decisión de no postularse en estas elecciones a ninguna candidatura”. “"Fue claro en todas las intervenciones que Cristina es la que concita mayor nivel de adhesión y que esta situación de proscripción tiene que ver con maniatar al peronismo y eso es inaceptable", dijo tras el encuentro el funcionario bonaerense y dirigente de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque.

En tanto, los alineados con el presidente, defendieron allí la pretensión de Alberto Fernández de buscar su reelección y las Paso como metodología para dirimir las candidaturas. Algo que en el kirchnerismo consideran inviable y tener que enfrentar en una interna al presidente de su propio Gobierno. Un tema aún sin resolver en el oficialismo.

Dudas

Quizá, una de las incógnitas que plantea la Asamblea Legislativa del próximo jueves, será cuál será el comportamiento en el recinto de la Cámara de Diputados que llevará adelante Juntos por el Cambio.

Si diseñarán una estrategia común ante determinadas opiniones que vierta el presidente sobre el régimen macrifascista. O quedará a la interpretación que puedan hacer los legisladores de cada uno de los diez bloques partidarios que conforman el interbloque opositor.

Otras de las incógnitas, será si los corruptos miembros de la Corte estarán presentes o no en el recinto durante la Asamblea Legislativa tras el comienzo del juicio político en la Cámara de Diputados que busca sus destituciones. La postura que adopten Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda marcará también el grado de confrontación entre distintos poderes del Estado y si los cortesanos están dispuestos o no a escalar el conflicto.
Fuente: nota de Miguel Jorquera para Página/12

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