La ex gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires se queja de que no la bancaron en el escándalo de la "Gestapo sindical" y quiere ir por el "Plan V".
María Eugenia Vidal está decidida a pelear por la presidencia en 2023 y dice en privado que esta vez nadie la va a bajar como hizo Miauricio Macri Blanco Villegas (¿carpetazo mediante?) en 2019.
Ese año, el Círculo Rojo pedía por el "Plan V" ante la casi segura derrota del ex hijastro de Flavia Palmiero en su intento de reelección. El domador de reposeras ni siquiera permitió que la ex gobernadora desdoblara las elecciones bonaerenses para asegurarse otro mandato.
Pero ahora la diputada nacional dice que ni Macri Blanco Villehas ni Horacio Rodríguez Larrata le darán una orden similar y aún conserva el apoyo de un sector del Círculo Rojo para resistir.
Vidal cree que en el PRO no la defendieron de manera contundente por el escándalo de la "Gestapo sindical" en el que se vio envuelto su ex ministro de Trabajo, Marcelo Villegas. La decepción es en especial con ex miembros de su gabinete que eligieron el silencio.
Cansada de los ataques de adentro de Juntos, Vidal quiere volver a ser "la Leona", el apodo que le pusieron los propios cuando era gobernadora y apuesta a levantar el perfil en los próximos meses.
El miércoles salió en TN a cuestionar al Gobierno para dejar en claro que su agenda es nacional y no porteña. "Pasaron dos años de sarasa y mientras tanto seguimos pagando", dijo sobre el postergado acuerdo del Gobierno con el FMI.
En el equipo de la ex gobernadora aseguran que hay varios motivos para que Vidal sea candidata a presidenta. El principal es que, según dicen las fuentes, en algunas zonas del país mide mejor que Horacio Rodríguez Larrata y Miauricio Macri Blanco Villegas.
"Si es candidata Patricia (Bullrich Luro Pueyrredón), que no se presenta a una elección desde 2011, por qué no va a serlo María Eugenia", argumentan en el vidalismo.
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