“La cantidad de casos y de personas fallecidas que tenemos es un desastre; esto lo vemos y es lo primero que hay que aclarar; pero es importante poder visualizar la importancia de las vacunas en vidas", explicó el investigador Jorge Aliaga.
Al menos 5000 personas mayores de 60 años salvaron sus vidas gracias a las vacunas contra el coronavirus entre marzo y mayo en la Argentina, según estimaciones realizadas por especialistas, quienes describieron que hay una diferencia evidente entre lo que se proyectaba y lo que sucedió en esta franja etaria aunque señalaron que otras variables pueden intervenir en estas mediciones.
“La cantidad de casos y de personas fallecidas que tenemos es un desastre; esto lo vemos y es lo primero que hay que aclarar; pero es importante poder visualizar la importancia de las vacunas en vidas, y aquí es donde uno utiliza algunos modelos matemáticos que permiten hacer estimaciones que, aunque no sean exactas, son contundentes en relación a la diferencia”, explicó ayer el físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga.
Cómo se realiza el cálculo
Para hacer este cálculo Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y actual secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional de Hurlingham, tomó las últimas semanas del 2020 y estimó cómo era la relación de muertos entre las diferentes edades dividiéndola en tres franjas etarias: 30-49, 50-69 y mayores de 70.
“En las últimas siete semanas de 2020, en promedio, hubo 48 muertes semanales de 30-49; 279 de 50- 69, y 588 de mayores de 70. Sobre esta base realicé un estimado de las personas fallecidas en las semanas de 2021”, indicó el investigador.
“En la semana 15 de 2021, por ejemplo, hubo 257 muertes de entre 30-49; entonces uno esperaría más de 2500 personas fallecidas mayores de 70, pero hubo 1430, lo que por supuesto es muchísimo también, pero es casi la mitad de lo que hubiera sucedido sin vacunas”, agregó.
Según este cálculo, y contemplando incluso posibles variaciones estadísticas, Aliaga estimó que durante la semana 13 podrían haber fallecido unas 700 personas mayores de 70 años; durante las semanas 14, 15, 16 unas 1500 promedio cada semana, y más de 1000 en la semana 17.
El investigador detalló que el cálculo llega hasta esas semanas porque todavía no están “completos los datos de las siguientes como para hacer un análisis más ajustado, por lo que la cantidad de vidas que se salvaron pueden ser muchísimas más”.
“No estoy diciendo que estamos bien con los 70.000 muertos, en absoluto, lo que estamos viviendo es un desastre; lo que digo es que sin las vacunas y con este número de casos, la situación hubiera sido muchísimo peor”, enfatizó.
Por su parte, el bioquímico y analista de datos Santiago Olszevicki señaló que “estimar las muertes evitadas por las vacunas es una tarea difícil desde los datos abiertos”.
No obstante, el especialista también realizó una estimación y aseguró que "la estrategia se basa en estimar la relación entre muertes de menores de 60 y mayores de 60, de manera tal de poder predecir un dato en base al otro”.
Con esta fórmula, Olszevicki tomó datos hasta septiembre del 2020 y los contrastó con los datos desde septiembre en adelante comparando la predicción con las cifras reales.
“Lo que se observa en el gráfico que elaboramos en base a estos datos es que la predicción se comporta bastante bien para las muertes de septiembre a marzo, pero las líneas comienzan a separarse a partir de ese mes, donde las muertes reales son mucho menores a las predichas por el modelo en mayores de 60”, describió.
Al respecto, señaló que "esta aproximación sugiere que las muertes evitadas entre marzo y mayo en mayores de 60 años rondarían las 5.000. Si bien mi hipótesis es que el efecto es mayormente atribuible a las vacunas, no es posible asegurarlo de manera absoluta debido a los muchos otros factores que podrían alterar la relación entre muertes en menores y en mayores de 60”.
Internaciones en terapia intensiva
Otro enfoque posible para pensar el efecto de las vacunas es la observación de las edades de personas internadas en unidades de terapia intensiva (UTI).
Según el contador y senador correntino Martín Barrionuevo, quien analiza datos desde el comienzo de la pandemia, “en marzo de este año los mayores de 70 representaban el 50% de los pacientes graves, en tanto que hoy son el 20%”.
“Sin embargo, los niveles extraordinarios de contagios y las nuevas variantes hacen que la cantidad de personas internadas en UTI siga aumentando”, añadió.
En efecto, Olszevicki remarcó que “ayer (por antes de ayer) se notificaron 6.642 personas con Covid-19 en UTI a nivel nacional, lo que implica un récord de casos por decimotercer día consecutivo” y “un 30% más que hace un mes, cuando este indicador ya estaba en niveles del pico de casos en 2020”.
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