Miles de jóvenes se reunieron en distintos puntos de la Capital Federal durante la madrugada y parte de la mañana para celebrar la llegada del 2021. En algunos lugares la Policía pidió mantener la distancia con megáfono. En la costa atlántica también se registraron episodios similares.
A pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias y con el fantasma de la segunda ola rondando la ciudad, cientos de jóvenes se reunieron en plazas, playas y distintos espacios públicos para celebrar el año nuevo.
Los encuentros masivos se prolongaron hasta la mañana, sin distancia social ni tapabocas y apenas pudieron ser dispersados por las fuerzas de seguridad.
En la ciudad de Buenos Aires, uno de los epicentros fue el Parque Saavedra, donde decenas de adolescentes -y no tanto- amanecieron con parlantes y conservadoras con bebidas, vasos que se compartían y sin los resguardos recomendados para evitar posibles contagios de covid-19.
Alrededor de las 7 de la mañana, policías de la ciudad llegaron hasta el lugar para dialogar con los chicos y las chicas y pedirles que se retiren, pero el éxodo no se concretaba. “A mí me parece que cada uno es libre de elegir”, dijo un joven en declaraciones al canal C5N.
Hechos como este son los que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata, le presentó al presidente Alberto Fernández durante el último encuentro que mantuvieron en Olivos, también con Axel Kicillof.
El jueves, el jefe de Estado adelantó que una de las medidas que se analizaron fue la implementación de un "toque sanitario", que habilitaría a las fuerzas de seguridad a controlar la circulación en calles y transportes públicos, y a dispersar o instar a las personas a que circulen.
“Estamos viendo de qué modo las fuerzas de seguridad pueden actuar en la calle para disipar a la gente e impedir las aglomeraciones” que “son caldo de cultivo para el virus”, indicó Alberto Fernández.
Parque Chacabuco fue otro de los espacios de festejos sociales masivos, prohibidos por el régimen porteño. Llegaron hasta allí a pie, en motos, bicicletas y autos que fueron estacionados en los alrededores de la zona. “Es más molesta la policía que el Covid”, dijo uno de los jóvenes entrevistados que dijo estar allí porque hace tiempo había contraído el virus y “tenía anticuerpos”.
En la Plaza Mafalda, del barrio porteño de Chacarita, también hubo reuniones masivas. Los patrulleros pasaron por allí y con altavoces instaron a los presentes a retirarse del lugar.
Las playas de Pinamar fueron otros de los epicentros de las reuniones sociales desde la noche del 31 de diciembre. Pocas horas después, cuando las autoridades advirtieron lo que ocurría, la policía bonaerense rodeó los ingresos a la costa con un fuerte cordón que evitó que las personas retomaran las celebraciones con bailes, brindis y sin distancia social.
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