Alberto Fernández llegó pasadas las 10 para retomar su agenda. Mantuvo un encuentro de trabajo con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, con quien repasó la marcha del Gobierno durante su ausencia por el viaje.
El presidente Alberto Fernández volvió ayer a la Casa Rosada para retomar su agenda de trabajo luego de la gira que lo llevó la semana pasada a París y Bali, para participar de la cumbre del G20, donde padeció un cuadro de gastritis erosiva que lo obligó a reducir sus actividades.
El jefe de Estado llegó a la Casa de Gobierno pasadas las 10 y, según confirmaron fuentes oficiales, mantuvo un encuentro de trabajo con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, con quien repasó la marcha del gobierno durante su ausencia por el viaje.
Durante la jornada, se cancelo el viaje a México. El mandatario azteca confirmó que se suspendió la cumbre de la Alianza del Pacífico -el bloque comercial conformado por su país, Chile, Colombia y Perú- programada para el viernes en México, por la negativa del Congreso de Perú de permitir la asistencia del mandatario Pedro Castillo.
López Obrador había aprovechado la oportunidad para invitar también a Fernández y el mandatario electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
“No van estar el presidente electo Lula, ni el presidente Alberto Fernández de Argentina, pero esta es la casa de los dos, somos muy buenos amigos, y más adelante, seguramente, van a visitarnos”, dijo López Obrador.
La salud del Presidente
El sábado, tras su regreso de la gira internacional, Fernández se sometió a un chequeo médico que no arrojó lesiones con sangrado activo tras el cuadro de gastritis erosiva que sufrió en Bali y se le indicó reposo y el retorno paulatino a sus actividades laborales, según reportó la Unidad Médica Presidencial.
El episodio ocurrió el martes de la semana pasada en esa isla del país asiático cuando, mientras estaba dialogando con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, Fernández sufrió una cuadro de hipotensión y mareos.
El jefe de Estado dijo sentirse mareado y allí fue asistido por el traductor oficial Walter Kerr, el único argentino habilitado a ingresar a las sesiones de los mandatarios como acompañante de Fernández, quien debía ese día hablar sobre "Seguridad Alimentaria y Energética".
Tras ser atendido en el lugar, el mandatario fue trasladado en una ambulancia al Sanglah General Hospital de Bali, acompañado por el ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin; el médico argentino Manuel Estigarribia, de la Unidad Médica Presidencial; y los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; y de Prensa y Comunicación, Gabriela Cerruti.
En ese centro asistencial, le realizaron análisis de sangre y una endoscopía, que determinó el cuadro de gastritis erosiva con signos de sangrado, por el cual debió restringir algunas actividades previstas en el marco de la cumbre de líderes del G20.
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