miércoles, 22 de diciembre de 2021

Los jueces que puso Macri Blanco Villegas hicieron su trabajo: convalidaron la versión macrista sobre el espionaje ilegal

Los camaristas Bertuzzi y Llorens revocaron el procesamiento de Arribas y beneficiaron a otros jefes de la AFI en la causa por las andanzas de los Súper Mario Bros y el espionaje penitenciario. Se cierra el círculo que abrieron los involucrados cuando impulsaron que el expediente fuera a Inodoro Py, un ámbito más afín a sus planteos.


Camaristas Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi
La Cámara Federal porteña por mayoría convalidó la versión del macrifascismo de que no hubo una estructura dedicada al espionaje ilegal sino que existió cuentapropismo. Los camaristas Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi revocaron el procesamiento del ex director general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas que le había dictado el juez de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé en la causa en la que se investigan las andanzas de los Súper Mario Bros y el espionaje penitenciario. 

Los jefes de las estructuras de inteligencia fueron, en su mayoría, beneficiados, mientras que se confirmaron los procesamientos de un grupo de espías, descargando las responsabilidades en los últimos eslabones de la cadena.

Llorens y Bertuzzi revocaron los procesamientos de Arribas, el ex director administrativo de Asuntos Jurídicos de la AFI, Juan Sebastián de Stefano, y del ex director del Servicio Penitenciario Federal, Emiliano Blanco, entre otros.

Para Llorens y Bertuzzi no hubo asociación ilícita

"Si bien existen hechos objeto de esta pesquisa que podrían ser considerados ilegales, la prueba reunida no es suficiente para evidenciar la existencia de un plan masivo de inteligencia ilegal. Ello nos permitió descartar, de momento, la existencia de una asociación ilícita abocada a influir en la situación política, social y económica del país", escribieron Llorens y Bertuzzi.

Los jueces entienden que no existió una asociación ilícita, aunque sí consideran que hubo actividades de inteligencia ilegal que fueron realizadas por los espías que pasaron a la fama como los Súper Mario Bros. Para los camaristas, los espías hicieron tareas de inteligencia ilegal con dos objetivos: intimidar o extorsionar. En otros casos, consideraron que las tareas de inteligencia se hicieron siguiendo órdenes judiciales.

El único procesamiento que quedó en pie de la cúpula de la AFI macrifascista fue el de la ex subdirectora general Silvia Majdalani, aunque no por asociación ilícita sino por un delito menor: el de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos. En todo caso, la ex Señora Ocho faltó a su deber de controlar a los agentes que estaban a su cargo, según evaluaron Llorens y Bertuzzi.

Los camaristas solo convalidaron diez de los 38 procesamientos dictados por Augé. Además de Majdalani, ratificaron lo que había resuelto sobre el ex director operacional de Contrainteligencia y alma pater de los Súper Mario Bros Diego Dalmau Pereyra y sobre el ex director de Operaciones Especiales Alan Ruiz. También confirmaron los procesamientos de los ex agentes Jorge "Turco" Sáez, Leandro Araque, Facundo Melo, Emiliano Matta y Andrea Fermani, junto con los ex encargados del área de inteligencia del SPF Cristian Suriano y Juan Carlos Silveira.

Por el contrario, Eduardo Farah se pronunció por confirmar los procesamientos de los ex directivos de la AFI y sostuvo que sí existió una asociación ilícita. El camarista también dio por acreditado que hubo espionaje sobre los presos kirchneristas durante el infame régimen fascista de Miauricio Macri Blanco Villegas, algo que sus colegas ordenaron continuar investigando.

Divergencia sobre el comienzo de la causa

Otro de los puntos de divergencia en la Cámara fue sobre el comienzo de la causa, que Llorens y Bertuzzi ordenaron que en instrucción se dirima si es nulo. La investigación se inició a principios de 2020 por una declaración de un detenido en una causa por drogas, que dijo que lo había contratado un abogado que trabajaba en la AFI para dejarle una bomba sin conectar a una persona –estaba hablando del exfuncionario del Ministerio de Defensa José Luis Vila–.

El expediente estuvo en los primeros meses en manos del juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, que ordenó la detención de los Súper Mario Bros y de la ex coordinadora de Documentación Presidencial Susana Martinengo, entre otros. La Cámara Federal de La Plata apartó a Villena y ordenó que la causa siguiera con su colega Augé, que delegó la investigación en la fiscalía que encabezaban Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide.

Los fiscales pidieron ampliar las indagatorias e incorporaron, entre otros, a Arribas y a su número dos, Majdalani. Desde entonces empezaron los tironeos para llevar la causa hacia Inodoro Py, un terreno siempre más proclive para el macrismo.

La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal –con los votos de Mariano Borinsky y Javier Carbajo– entendió que la investigación debía continuar en los tribunales federales porteños. La resolución de la Casación se dio a raíz de un planteo que formuló Darío Nieto, el secretario privado del hijo bobo de Franco Macri –y actual legislador– acusado por recibir información de los espías a través de Martinengo.

Los procesamientos y el pase a Inodoro Py

En febrero, antes de que le sacaran la causa, Augé llegó a dictar 38 procesamientos que incluían a los máximos directivos de la AFI macrifascista, al director de Asuntos Jurídicos, al director de Contrainteligencia, a los Súper Mario Bros, al ex director del Servicio Penitenciario Federal (SPF), entre otros.

Desde su pase a Inodoro Py, el expediente quedó en manos del juez Marcelo Martínez de Giorgi –que esperó las definiciones de la Cámara Federal para avanzar–. En el tribunal de apelaciones, después de recusaciones cruzadas, la causa terminó radicada en la Sala II, pero con una conformación especial. De esa sala, únicamente quedó Farah y se incorporaron Llorens y Bertuzzi.

Los tres camaristas ratificaron la falta de mérito que Augé le había dictado a Nieto, mientras que Llorens y Bertuzzi entendieron que le cabe la misma figura a Martinengo, que era habitué de los Súper Mario Bros.
Fuente: nota de Luciana Bertoia para Página/12

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