El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, cuestionó la decisión de la Ciudad de abandonar las medidas de distanciamiento en el aula para que los grados completos tengan clases todos los días.
El gobierno de Axel Kicillof se diferenció ayer del anuncio de la ciudad de Buenos Aires sobre la vuelta a la presencialidad completa tras las vacaciones. Consideró que es “peligroso” achicar las distancias dentro del aula para lograr que todos los alumnos tengan clases en la escuela todos los días.
Las definiciones llegaron de boca del viceministro de Salud bonaerense, Nicolas Kreplak, quien dijo que “no es algo adecuado” cambiar el protocolo para reducir la distancia entre los bancos, revisar el concepto de burbuja, y lograr que todos los alumnos tengan clases presenciales como antes de la pandemia.
“Reducir la distancia entre los niños teniendo uno al lado de otro en pupitres no me parece adecuado. Es más, me parece peligroso. No se pueden todavía tomar esas medidas de flexibilización, sobre todo en poblaciones que no han sido vacunadas en su totalidad”, señaló Kreplak en declaraciones radiales.
El viceministro agregó que “sabemos perfectamente bien que en lugares cerrados hay que mantener el distanciamiento; esto es lo más importante junto con la ventilación y un conjunto de otras medidas”.
El plan que anunció antes de ayer el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larrata, implica la vuelta paulatina a la normalidad escolar a partir del 4 de agosto. Los estudiantes asistirán la jornada completa y se flexibilizará el distanciamiento que, por protocolo del Consejo Federal de Educación, es de 1,5 metros dentro del aula. No habrá más burbujas internas sino que cada curso pasará a ser una burbuja en sí misma. La asistencia será obligatoria.
¿Qué pasa en la provincia? Actualmente, los 122 municipios que están en fase 3 y 4 tienen clases presenciales, incluidos los 40 del AMBA. Sólo 13 tienen clases virtuales, que son los que permanecen en Fase 2, la de mayores restricciones. Como la baja de casos ya lleva ocho semanas consecutivas, en el gobierno sostienen que para agosto es “probable” que en todos los municipios haya presencialidad.
“Seguramente, para luego del receso invernal, tengamos actividad escolar en todos lados. Pero reducir la distancia entre niño y niño y tener uno al lado del otro en los pupitres no estoy seguro que sea adecuado. Me parece que, incluso, es peligroso. Más con la perspectiva de la posibilidad de vacunación muy cerquita”, subrayó Kreplak. La provincia abrió el martes la inscripción para darse la vacuna contra el Covid-19 para los menores de 13 a 17 años con comorbilidades y, en las primeras horas, se anotaron 146 mil chicos y chicas.
“No hay que ser exagerado para las aperturas. Vamos por la octava semana de descenso de casos. Todo tiene que hacerse con mucho cuidado”, dijo el funcionario y agregó que “si logramos evitar dos meses más que la variante Delta circule en el territorio, podemos evitar una nueva ola o que el impacto sea menor”.
Desde el gobierno bonaerense aclararon que el protocolo que hoy está aplicando la Dirección General de Cultura y Educación no se modificará. Y recordaron que la distancia de 1,5 metros entre los pupitres y el resto de las medidas de cuidado fueron ratificadas hoy por el Consejo Federal de Educación.
En la provincia, la mayoría de los alumnos que tienen presencialidad cursan con sistema bimodal. Esto es: una semana concurren a la escuela y a la siguiente tienen clases virtuales, debido a que están organizados en burbujas por el tamaño de las aulas.
La cartera educativa habilitó el 12 de julio pasado la extensión de la jornada escolar que tenía hasta entonces un tope de 4 horas. Esa nueva modalidad se pondrá en práctica tras las vacaciones. También se autorizó la vuelta de los comedores escolares a los que concurren más de 2 millones de estudiantes de inicial, primaria y secundaria.
Fuente: nota de Jorgelina Naveiro para Tiempo Argentino
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