El Consejo de la Magistratura recibió una presentación del abogado Marcelo Hertzriken Velasco, quien sostuvo que el magistrado procedió "con venalidad" y faltó a un "sinnúmero de obligaciones".
Después de que se revelara que ingresó en quince oportunidades a la quinta de Olivos para visitar al hijo bobo de Franco Macri, el juez de la Cámara Federal de Casación Mariano Borinsky obtuvo su primera denuncia ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño.
La presentación coincide con la puesta en marcha la investigación por los encuentros de su colega Gustavo Hornos en la Casa Rosada con el entonces presidente. Ambos hechos son parte del escándalo que rodea al máximo tribunal penal del país.
La primera denuncia contra Borinsky que llegó al Consejo de la Magistratura fue presentada por el abogado Marcelo Hertzriken Velasco, quien sostuvo que Borinsky procedió "con venalidad" y faltó a un "sinnúmero de obligaciones". El denunciante pidió al Consejo de la Magistratura que ponga en conocimiento al fiscal federal que esté de turno de su presentación porque entiende que podría investigarse al camarista por abuso de autoridad y prevaricato.
Las visitas de Borinsky a Olivos, reveladas por el portal El Destape, coincidieron temporalmente con decisiones en las causas que involucraban a la principal líder de la oposición al macrifascismo, Cristina Fernández de Kirchner, y se hicieron sin que lo conocieran sus pares de la Cámara Federal de Casación, sostuvo Hertzriken Velasco en su escrito. "Por esa sola circunstancia de amistad y contertulias le hubiera requerido se apartase de conocer en aquellos asuntos", afirmó.
Es probable que se sumen otras denuncias en las próximas horas y deberán seguir su curso ante la Comisión de Disciplina y Acusación, que preside el juez Ricardo Recondo.
En las últimas horas, se conoció que Recondo requirió a la Cámara Federal de Casación Penal que envíe toda la información sobre las discusiones en torno a las visitas de Hornos a la Casa Rosada, que había denunciado Martín Soria cuando ejercía como diputado nacional. Este requerimiento es parte de la información que solicitó el presidente del Consejo de la Magistratura, Diego Molea, que instruye la denuncia contra el presidente de la Casación.
En el máximo tribunal penal del país, son cuatro de trece los jueces que están sometidos a un proceso ante el Consejo de la Magistratura. Ahora deberá iniciarse una investigación contra Borinsky, como ya sucedió con Hornos. También está denunciado Eduardo Riggi por haberse hecho con el expediente sobre las presiones de la mesa judicial del macrismo al Grupo Indalo -que podría dar cuenta del entramado entre los operadores del macrifascismo y los tribunales-.
El cuarto denunciado es Juan Carlos Gemignani por haberles dedicado una serie de mensajes misóginos a sus colegas el 8 de marzo pasado. La situación de Gemignani es la que agrupa al mayor número de voluntades para avanzar hacia una sanción segura en el Consejo de la Magistratura. En 2019, Gemignani ya había sido sancionado por ordenar detener a una secretaria, lo que constituye un grave antecedente en lo que hace a violencia de género.
Las presentaciones contra Borinsky y Hornos por sus vínculos con Macri Blanco Villegas se traducirán posiblemente en los expedientes en los que intervienen los camaristas que tenían llegada directa al mamerto. Allí habrá recusaciones y pedidos para que se revisen sus decisiones. Inevitablemente la Casación estará discutiendo la conducta de sus pares y los planteos llegarán con seguridad a la Corte Suprema.
Está previsto que este martes se haga un acuerdo de superintendencia, en el que participan Hornos -en tanto presidente de la Casación Federal- y los presidentes de las cuatro salas que la integran: Daniel Petrone (Sala I), Alejandro Slokar (Sala II), Liliana Catucci (Sala III) y el propio Borinsky (Sala IV).
En las últimas semanas, dos camaristas, Slokar y Ángela Ledesma, pidieron la renuncia de Hornos a la presidencia de la Cámara por su relación con Macri. Otros dos jueces, Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci, le hicieron saber su desagrado por lo que había trascendido. Hasta ahora no se conocieron pronunciamientos por las quince visitas de Borinsky a Olivos para jugar al paddle, tenis y fútbol.
Fuente: nota de Luciana Bertoia para Página/12
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