lunes, 5 de abril de 2021

El régimen porteño lo oculta, pero en realidad se prepara para lo peor

Rodríguez Larrata y el instructivo enviado a los hospitales públicos de CABA ante la segunda ola de coronavirus. Desde el viernes están suspendidas las operaciones programadas e incluso los estudios de laboratorios. Todo está destinado a recibir una andanada de casos de covid-19.


La ciudad de Buenos Aires reconoció la gravedad de la situación del covid-19 tomando fuertes medidas en los hospitales públicos, aunque las dio a conocer mediante comunicaciones internas y parece obvio que no quiere que tengan repercusión. 

El objetivo de la nefasta administración es manejar con bajo perfil estas decisiones, mientras se niega a poner en marcha nuevas restricciones a la circulación y a las actividades. “Llegó el momento, tenemos que preparar el sistema”, dijo una alta fuente del régimen porteño. 

En un instructivo denominado "Refuncionalización de los servicios prestados en hospitales públicos", la administración de Horacio Rodríguez Larrata suspendió desde el 2 de abril "todos los turnos para estudios de laboratorio. Sólo se hará la extracción y el procesamiento de muestras de pacientes Covid”; “se suspenderán los turnos de operaciones, salvo oncológicas y cardiovasculares”; “en la internación, se reducen las camas de cirugías programadas y se ampliarán progresivamente las destinadas a pacientes Covid”, "las unidades coronarias se adecuarán a la situación epidemiológica", es decir que se prepararán para recibir pacientes de coronavirus.

Gravedad

Como es de público conocimiento, el promedio de contagios de las últimas jornadas es de 1300 por día en la CABA. El sábado fueron todavía más, pese a que se trata de fin de semana: 1.888: “son números parecidos a los de enero o de septiembre. Eso nos obliga a tomar medidas fuertes, porque no se puede esperar más. Una ventaja que tenemos hasta ahora es que la mayoría de los contagiados son más jóvenes que en los picos anteriores. Por eso, teniendo el mismo número de contagiados tenemos ocupadas 160 camas en las terapias intensivas de los hospitales públicos, cuando antes tuvimos 320. Pero uno no puede confiarse”, señalan desde el régimen porteño. Claro que no aceptan tomar medidas en serio. A nivel nacional, los números muestran que se registraron 10.384 contagios y 83 muertes.

Datos

En el sistema público de la CABA, hay diseñadas 450 camas de terapia intensiva. De esas están ocupadas por covid, 160, pero hay otras 180 en la que están pacientes de otras patologías. La mayoría: cirugías programadas, por ejemplo, de cadera.

El sistema privado, de obras sociales y demás vertientes tiene un total de 1.600 camas de terapia intensiva. Hay ocupadas 1.250, pero de ese total sólo 450 son de covid. En septiembre hubo 650.

Es decir, las terapias están cargadas -por lo general lo están casi siempre-, pero todavía no tan cargadas con pacientes covid. Sin embargo, los datos de contagios son tan alarmantes que es imperioso preparar todo para una ocupación casi total.

Medidas

El instructivo interno de los hospitales públicos, que tiene una página y media, es contundente. Empezó a aplicarse el viernes pasado:

• Consultorios: se suspenden todos los turnos, salvo los relacionados con dolencias urgentes: obstetricia, traumatología y clínica general. Se activará el sistema de teleconsulta.

• Se reducen las prestaciones en las guardias, orientándolas hacia pacientes con sintomatologías de covid.

• Se suspenden las cirugías programadas salvo las de urgencia y las que no admiten postergaciones.

• Los laboratorios se concentrarán en extracciones y procesamientos relacionados con covid.

• Se suspenden turnos para radiografías, ecografías y el resto de diagnósticos por imágenes. Se prioriza a las áreas relacionadas con covid.

• Se transformarán unidades de terapia media en unidades de terapia intensiva.

• La unidades coronarias también se adecuarán para recibir a pacientes covid.

• Shock Room: en cada hospital, se “refuncionaliza” para adecuarse a la situación epidemiológica.

• En el último punto se habla de que “se irá activando la total disponibilidad de los hospitales en función de la situación epidemiológica”. O sea, todo el hospital para enfermos covid.

El instructivo está firmado por Laura Beatríz Cordero, subsecretaria de atención hospitalaria del régimen de la ciudad de Buenos Aires.

Panorama

Médicos y enfermeros de los hospitales públicos coinciden en que cada vez llegan más pacientes covid, “mueren menos, pero van ocupando las camas”, “era evidente que tenían que tomar medidas porque de a poco esto se iba a saturar”; “hay faltantes de medicamentos”; “contratan enfermeros, pero a los pocos días de van”. El cuadro de preocupación está en todos lados.

Las autoridades porteñas admiten que los números son malos, peligrosos, pero no reconocen el origen del crecimiento de contagios:

■ No mencionan el relajamiento de los cuidados que se expresan en la aglomeración de personas en bares e incluso en plazas, algo que se percibe a simple vista. El régimen porteño no está dispuesto a poner ningún límite de horario.

■ Sostienen que las clases presenciales no afectan el nivel de contagios.

■ Tampoco aceptan que la mayor cantidad de contagios tiene que ver con más circulación, por lo tanto no aceptan ni la iniciativa del teletrabajo propuesta por el gobierno nacional.

■ Dicen que circulan variantes del virus más contagiosas -la del Reino Unido-, pero todavía no de manera generalizada.

■ Consideran que quienes se contagian en la CABA son más jóvenes que en la provincia de Buenos Aires. Según ellos se trata de estudiantes y de una franja que registra pocos síntomas. Sin embargo, el sábado, por ejemplo, provincia de Buenos Aires, que tiene seis veces más población que la CABA, tuvo tres veces más contagiados. O sea, está proporcionalmente mejor. Respecto de las muertes, pasa algo parecido: PBA tuvo cuatro veces más fallecidos, pero tiene seis veces más población que la CABA. Lo que está claro -y en eso están de acuerdo todos-, es que la curva de mortalidad aumenta a menos ritmo que los contagios.

Vacunas

El único ángulo en que el régimen porteño insiste es en que debe recibir más vacunas porque tiene más población de edad y más personal de salud que el resto de los distritos.

De esa manera explican que recién están terminando de vacunar a los mayores de 75, cuando casi todas las provincias ya empezaron hace rato con ciudadanos de más de 60. Según las fuentes porteñas, si el flujo de vacunas continúa de forma aceptable, empezarán con la vacunación de los mayores de 70 el jueves y el viernes próximo. 

En principio, habían hablado de que arrancarían el fin de semana que acaba de terminar, pero ahora argumentan que no tienen suficientes dosis y por lo tanto postergaron hasta el final de la semana que se inicia este lunes.

Discursos

En el terreno público, Rodríguez Larrata y los demás funcionarios siguen el libreto de la alianza de derecha Juntos por el Cambio de defensa de las libertades individuales pero en el terreno más interno van abriendo el paraguas. Con un instructivo poco difundido preparan los hospitales públicos de ciudad de Buenos Aires para un empeoramiento de la situación.
Fuente: nota de Raúl Kollmann para Página/12

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